No es caprichoso el sobrenombre de «Costa Verde» que recibe el escarpado litoral de Asturias. A lo largo de sus 354 kilómetros de costa se suceden los acantilados, playas, calas y pequeños pueblos pesqueros, un paisaje tapizado siempre de un verde intenso. Desde Pendueles, un itinerario costero permite disfrutar de un agradable paseo de apenas tres kilómetros hasta Vidiago, a través de la reserva del Paisaje Protegido de la Costa Oriental. Curiosamente, proliferan las plantaciones de kiwis, un cultivo que se implantó en los años ochenta y que actualmente produce 2.000 toneladas de fruta al año. El mar Cantábrico acostumbra a romper impetuosamente, atrayendo a decenas de surfistas, pero también hay momentos de calma que pueden aprovechar los bañistas menos atrevidos. La tradición marinera está omnipresente en la Costa Verde, de hecho, sus habitantes siempre han mirado hacia el mar. En localidades como Lastres, Tazones o Cudillero, ya desde primera hora de la mañana se respira un ambiente pesquero, con barcas cargadas de capturas y un trajín de redes y pescadores. En los restaurantes de Lastres la especialidad es la caldereta, un guisado con marisco y pescado de roca que cocinaban los marineros cuando se encontraban en alta mar. A 16 kilómetros de Lastres se halla la población de Villaviciosa, fundada en 1270 por Alfonso X el Sabio para frenar la ira de los barcos piratas que saqueaban los pueblos. Bellos pueblos y ciudades costeras como Tazones o Gijón manifiestan el gusto de los asturianos por igualar paisaje y arquitectura, es decir, una armonía entre urbanismo y naturaleza. Cimadevilla, el núcleo viejo de Gijón merece una visita obligada. Es una ciudadela romano-medieval en la que se hallan edificios ilustres como el palacio renacentista donde nació y vivió Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), además funcionan multitud de chigres, las tradicionales sidrerías asturianas.

Llegar y desplazarse
Compañías nacionales y de bajo coste vuelan desde varias capitales del país hasta el aeropuerto de Santiago del Monte, ubicado a 40 km de Gijón y a 47 km de Oviedo.
En tren, Renfe (www.renfe.es) ofrece servicios diarios hasta Gijón y Oviedo desde varias ciudades. Por autopista, Gijón se sitúa a 179 km de Santander, a 290 km de A Coruña y a 467 km de Madrid. El mejor modo de recorrer la Costa Verde es en coche, pues permite viajar libremente y acceder a los enclaves menos conocidos. La carretera N-632, paralela al mar, ofrece vistas magníficas de la costa. Hay autobuses interurbanos, trenes de cercanías y taxis que conectan varias veces al día las distintas localidades de la zona. La Costa Verde tiene playas con acceso rodado y otras sólo accesibles a pie por senderos panorámicos.

Dónde dormir
La costa asturiana cuenta con un amplio abanico de alojamiento: desde hoteles con encanto, pensiones y hostales, hasta cámpings y apartamentos. En verano es mejor reservar con antelación, dada la alta ocupación. El turismo rural está muy extendido; se puede escoger entre casas aldeanas y caseríos (www.casonasasturianas.com).

Principales visitas
Llanes. Este pueblecito de pescadores al este de Gijón tiene, además del aliciente de pasear por su puerto y casco medieval, el atractivo de situarse cerca de playas preciosas, como la cercana Ballota y la de Andrín. El espigón del puerto está decorado con los Cubos de Ibarrola.
Playa Torimbia. Situada dentro del concejo de Llanes, es una de las calas mejor preservadas de Asturias. Se accede a pie por un sendero estrecho que baja por la ladera del monte. Dado su aislamiento es un lugar muy frecuentado por los aficionados al nudismo.
Ribadesella. Situado a 18 km de Llanes, este antiguo puerto asturiano todavía cuenta con una actividad pesquera importante. Las tabernas y restaurantes locales sirven platos de excelente calidad. Merece la pena pasear o descansar en su playa.
Lastres.Erigido en lo alto de un acantilado, Lastres cuenta con algunas playas bonitas y un puerto también muy activo. Aunque en verano la afluencia de visitantes es mayor, la masificación no existe.
Villaviciosa. Esta ciudad situada en el fondo de la ría de Villaviciosa tiene una historia plagada de anécdotas monárquicas –fundada por Alfonso X el Sabio, alojó a Carlos I semanas antes de ser coronado rey de España–. Conserva algún fragmento de la muralla medieval y varias iglesias románicas, como la de Santa María de la Oliva. Acoge el Centro de Interpretación de la Ría de Villaviciosa y El Museo del Románico.
Gijón. Es la ciudad más importante de la Costa Verde, a pocos kilómetros de la capital asturiana, Oviedo. El casco antiguo se concentra alrededor del barrio de Cimadevilla, en un promontorio al norte de la playa de San Lorenzo. Otro lugar atractivo es el palacio de Revillagigedo, del siglo XVIII.
Cabo Peñas. Esta península que sobresale de la línea marítima y a poca distancia de Gijón, divide la Costa Verde en dos partes. Es agradable caminar por los alrededores de su faro y por los senderos que acceden a pequeñas y aisladas calas.
Cudillero. Encastado en una bahía estrecha, Cudillero todavía centra su vida en el trajín de los pescadores. En los últimos años han proliferado las tabernas y restaurantes alrededor del muelle y la plaza mayor.
Luarca. Es la última etapa de la ruta por la Costa Verde. El pueblo está atravesado por un río que cruzan numerosos puentes. Mantiene el atractivo de aldea marinera, con sidrerías y tabernas tradicionales.

La visita de Gijón
Gijón es la capital turística de Asturias. Para su visita es útil comprar la tarjeta Gijón Card, que ofrece descuentos en establecimientos y entradas a museos. Se adquiere en la oficina de turismo y a través de la web www.gijon.info. Un recorrido básicodebe incluir el barrio antiguo de Cimadevilla; las sidrerías y tascas de la plaza Mayor; el puerto, con una caminata por la playa de San Lorenzo hasta la escultura Elogio del horizonte, de Eduardo Chillida; el Museo Etnográfico, donde se ha reconstruido una aldea tradicional; el Centro Contemporáneo de Arte; y la Casa-Museo de Jovellanos. Los cafés literarios son otro de los atractivos de la ciudad.

Llanes y Ribadesella
Al iniciar la ruta por la Costa Verde desde el este, el primer pueblo que encontramos es Llanes, un enclave de pescadores que conserva un casco antiguo medieval. En su puerto contrasta la moderna escultura Cubos, obra del vasco Agustín Ibarrola. Llanes cuenta con algunas de las playas mejor preservadas del Principado, entre las que destacan Torimbia y Gulpiyuri, declarada Monumento Natural. A apenas 18 kilómetros se sitúa Ribadesella, en la desembocadura del río Sella. Esta villa señorial es famosa por su gastronomía y por acoger el Descenso Internacional de Piragua del Sella, la primera semana de agosto. Entre los concejos de Llanes y Ribadesella se enmarca el Paisaje Protegido de la Costa Oriental, que alberga, además de simas y cuevas, los sorprendentes «bufones», piedras horadadas por las que salen expulsadas las olas.

Lastres y Villaviciosa
Unos 30 kilómetros al oeste de Ribadesella se sitúa Lastres, emplazado en un acantilado con vistas espectaculares sobre la costa. Villaviciosa, a 18 kilómetros, es la siguiente etapa. Reúne iglesias románicas y un museo dedicado a este estilo artístico. La ría de Villaviciosa está considerada el estuario de mayor riqueza natural de Asturias, donde se observan hasta 150 especies de aves. El Centro de Interpretación informa de paseos en barca por la ría. En el extremo está Tazones, un pequeño puerto pesquero, declarado Conjunto Histórico Artístico.

De Cabo Peñas a Luarca

El Cabo Peñas es el punto más septentrionalde la costa asturiana y también el centro de esta ruta. Sus acantilados superan alturas de más de cien metros y ofrecen vistas impresionantes.
El pueblo de Cudillero, a 52 km de Gijón, destaca por sus casas de intenso colorido que se superponen a modo de anfiteatro. Catalogado como Conjunto Histórico Artístico, Cudillero cuenta con edificios de gran interés, como el palacio de Selgas y las iglesias de San Martín y San Pedro. Cuenta, además, con animadas tascas y sidrerías. Desde el centro del pueblo se alcanzan a pie las playas de Albuerne y el Silencio, entre las más bellas de Asturias.
Luarca, a 36 km de Cudillero, es el final de ruta y un concurrido lugar de veraneo. Se divide en dos zonas: la medieval, en torno a la desembocadura del río Negro, y la burguesa, surgida en el siglo XIX, donde se concentra el comercio.

Gastronomía
La costa asturiana ofrece la posibilidad de probar la típica fabada, aquí acompañada por almejas o langostas. Sin embargo, el plato estrella es la caldereta de pescado y marisco, que sirven en los restaurantes de pueblos como Tazones, Lastres, Cudillero o Gijón.

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