Sur de Italia

La región de la Campania, que tiene en Nápoles su capital, se asoma al mar Tirreno con toda su variedad de paisajes. Es uno de los lugares con mayor concentración de paisajes volcánicos de toda Europa; el principal volcán es el Vesubio, que forma un parque nacional, presidido por su cono a 1.279 metros de altura. La riqueza natural se combina con el aliciente de los vestigios arqueológicos de la zona, entre los que sobresalen, sobre todo, las ruinas de Pompeya; la ciudad fue fundada por los oscos en el siglo VIII a.C. y llegó a ser una próspera ciudad de 20.000 habitantes hasta que el Vesubio la sepultó en el año 79, bajo una capa de siete metros de lava y ceniza. Otros recintos arqueológicos de la zona son los de Herculano, Paestum, Cuma y Campi Flegrei, Santa María Capua Vetere y Elea. Los pueblos de la Costa Amalfitana y las islas Capri, Ischia y Procida son los lugares perfectos para los amantes del sol y playa, pero en un escenario de pueblecitos tradicionales.

Cómo llegar
La compañía aérea Alpi Eagles (Tel. 932 322 388) tiene vuelos directos desde Barcelona hasta Nápoles. Por su parte, Alitalia (Tel. Tel. 902 100 323) también vuela a Nápoles, vía Roma o Milán. Desde el aeropuerto, situado a 7 kilómetros, se puede coger la línea 14 de autobuses que lleva al centro de Nápoles.

Ruinas de Pompeya
Desde Nápoles, una de las formas más agradables de llegar a Pompeya es en tren. Hay dos opciones: con la línea Nápoles-Salerno –bajando en la estación FS– o en el ferrovía Circumvesuviano –hasta la estación de Pompei Scavi–. A la zona arqueológica se puede acceder por el anfiteatro, la villa de los Misterios, la puerta de Nola o la puerta Marina, ésta la más utilizada, que antes llevaba hasta el mar. La antigua ciudad ocupa 66 hectáreas y forma una rectilínea de calles en las que se suceden el foro, las termas, la basílica, el templo de Apolo, el de Júpiter o el macelum, que era el mercado en época de Tiberio y Claudio. También quedan restos de muchas viviendas, como la casa Pansa y la del Fauno, que permite imaginar cómo era una gran residencia. En el Museo Arqueológico de Nápoles se pueden contemplar muchos de los mosaicos recuperados en la antigua ciudad. Para conocer horarios y otras informaciones sobre el recinto, se puede entrar en las webs: www.marketplace.it/pompeionline y www. pompeionline.net

Principales visitas
Nápoles. La capital de la Campania es vital, orgullosa y extrema, con la vida cotidiana siempre a pie de calle. Cuenta con varias iglesias de interés, dos castillos y el ineludible Museo Arqueológico.
Ischia. A pesar del turismo, esta preciosa isla de costa accidentada conserva su encanto tradicional. Además de la capital y el castillo aragonés, hay que pasear por las estrechas calles de Sant Angelo, el pueblo más al sur.
Capri. Tiene pocas playas, pero es destino vacacional desde la Antigüedad.El paseo de Capri a Villa Jovis y el que baja a la Gruta Azul por una escala fenicia –durante siglos el único camino entre el mar y Anacapri– son dos de las mejores rutas de la isla.
Pompeya. Fue una de las ciudades arrasadas por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Algunas casas conservan pinturas y mosaicos de gran interés.
Sorrento. Lugar estratégico para recorrer la península sorrentina, en él es una delicia pasear por las calles que dan a la plaza Tasso.
Positano. El pueblo cae escalonado hasta el mar, con casas de colores, las más antiguas, en la parte superior.
Amalfi. Arrinconada entre el mar y la montaña, esta pequeña y amable población tiene un glorioso pasado de república marinera.
Palacio Real de Caserta. A 33 kilómetros de Nápoles, este palacio, cuya fachada mide 245 metros de largo, es uno de los edificios más majestuosos de Italia. Diseñado por Vanvitelli, fue un encargo de Carlos III de Borbón para emular Versalles. Destacan los aposentos reales y el jardín clásico de la parte posterior, ornamentado con fuentes barrocas con motivos mitológicos.

Recorridos por la zona
Una ruta por la Campania incluye, además de los recintos arqueológicos de Pompeya y Herculano, una visita a la ciudad de Nápoles, con sus calles llenas de vida, el palacio Real, el Castel Nuovo y el teatro de San Carlo. Hacia el interior de la región se puede visitar el P. N. del Vesubio (www.parks.it) y, frente a la costa de Nápoles, las islas de Ischia –que conserva un anfiteatro romano–, y Procida –con aldeas marineras como Sant’Angelo–. Entre los pueblos con encanto, no hay que olvidar Sorrento y los de la Costa Amalfitana, donde destacan pueblos encantadores como Amalfi y Positano, con sus casitas de tonos pasteles en las laderas de la montaña.

Gastronomía
Los ingredientes básicos de la gastronomía de la Campania son el pescado, las verduras y la pasta asciutta, que asumecientos de formas; en la región proliferan muchas fábricas domésticas de pasta, algunas de las cuales figuran entre las primeras del país. El queso mozzarella de búfala y el aceite de oliva son otros productos locales, igual que los limones, de intenso aroma, que se utilizan, por ejemplo, para elaborar el licor limoncello. Con todos estos ingredientes se cocinan platos como los fideos con almejas, la menestra a la marinera, tortilla de macarrones o la parmigiana, berenjenas con mozzarella. Entre los postres sobresale el sfogliatelle, un hojaldre relleno de requesón.

Compras
Los objetos realizados con el coral rojo de la Torre del Greco, pueblo de la costa de Sorrento, tienen fama internacional. Una compra habitual es la cerámica de Vietri, de origen etrusco y gran colorido. También vale la pena comprar los pezze de Positano –grandes pañuelos con telas provenzales–, la madera taraceada de Sorrento y la porcelana de Nápoles, donde los dos últimos fines de semana del mes se monta un mercadillo de anticuarios en el paseo marítimo de la vía Dhon.

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