Polinesia francesa

El territorio de ultramar de la Polinesia francesa se extiende por el Pacífico Sur, cubriendo una superficie marítima de casi 5.000.000 kilómetros cuadrados, de los que sólo 4.000 son de tierra firme. Comprende los archipiélagos de la Sociedad –donde está Tahití, la isla principal–, Tuamotu, Marquesas, Gambier y las islas Australes; todos son de origen volcánico, salvo las islas de Tuamotu que son coralinas. En Tahití se halla Papeete, capital de la Polinesia francesa y el centro político y económico del archipiélago.

Cuándo ir
La mejor época para visitar estas islas es en el verano austral, que aquí coincide con el invierno, aunque la Polinesia se beneficia de un clima tropical y soleado todo el año. La temperatura media es de 27 ºC, que puede oscilar según la altitud.

Cómo llegar
La compañía aérea Air France (Tel. 901 112 266) vuela desde España hasta Papeete, con escalas en París y Los Ángeles; hay que contar con que el viaje tiene una duración de unas 24 horas. El aeropuerto de Tahití-Faa’a se halla situado sobre una laguna, a cinco kilómetros al oeste de la capital polinesia; desde sus terminales se llega a la ciudad en autobús o en taxi. Si nuestro destino es otra isla, aquí se puede enlazar con vuelos de la aerolínea local Air Tahiti (www.airtahiti.fr) que ofrece enlaces entre 41 islas polinesias; su web informa de precios y trayectos.

Documentación
Para visitar la Polinesia francesa sólo se precisa tener el pasaporte en regla y con una validez míníma de seis meses más.

Moneda
La moneda oficial de la Polinesia francesa es el franco pacífico; 1 euro equivale a 119, 33 francos.

A tener en cuenta
En la Polinesia francesa viven 200.000 personas, de las que la mayoría –unas 150.000– lo hacen en la isla de Tahití. El 83% de sus habitantes es de origen polinesio; el 17% restante está compuesto por europeos y asiáticos. La lengua oficial es el tahitiano, aunque se hablan habitualmente francés e inglés. La diferencia horaria de estas islas con la Península es de 12 horas menos. Se recomienda llevar ropa liviana de playa y atuendo deportivo, con calzado cómodo para actividades vinculadas con el mar.

Moverse por la zona
Las islas mayores disponen de servicios de autobuses que unen las principales ciudades. Una forma de visitar las islas es apuntarse a alguna excursión organizada, que incluyen los traslados. Para viajar de isla en isla, lo mejor es ahorrar tiempo y utilizar los vuelos domésticos que salen desde el aeropuerto de Papeete. Otra opción, lenta, pero también más económica, es viajar usando servicios regulares de hidrofoils, ferries y barcos mixtos de carga y pasaje que hay entre las islas. También existen servicios personalizados de taxis acuáticos, cómodos, pero caros (www.taxi-boat.com).

Principales visitas
Tahití. Un recorrido por la isla incluirá paradas en Punta Venus, las cascadas Faarumai y Vaiharuru, el pueblo Taravao y visitas en los museos de Gauguin y de Tahití y sus islas.
Destaca el valle de Opunohu con su marae y la vista panorámica de las bahías de Cook y Opunohu desde el llamado Belvedere.
Bora Bora. En la isla «más bella del mundo» se organizan excursiones en barca para ir a dar de comer a los tiburones.
Tahaa y Raiatea. No tienen playas, pero son lugares excelentes para practicar el submarinismo. Las playas se encuentran en los motus que rodean las islas.
Rangiroa. Este enorme anillo coralino es el segundo atolón más grande del mundo y el más poblado del archipiélago de las Tuamotu. Su laguna ofrece muchas posibilidades de excursiones.
Hiva Oa. En el cementerio del Calvario, en Atuona, se hallan las tumbas de Paul Gauguin y de Jacques Brel.
Fatu Hiva. Thor Heyerdahl la llamó «jardín del edén» por la abundancia de flores y frutos. La bahía de las Vírgenes es uno de los paisajes más espectaculares de Polinesia.

Frondosidad volcánica
Las islas de la Polinesia francesa son en realidad cimas de volcanes que emergen del océano. Tahití, la más grande y alta de las islas –en la foto–, se eleva a 2.241 m sobre el nivel del mar. Su tierra fértil favorece el cultivo de una flora variada fruto de la buena aclimatación que tuvieron las especies que los navegantes polinesios, primero, y misioneros y colonos, a partir del siglo XIX, fueron introduciendoen las islas.

Los paisajes de Paul Gauguin
Gauguin fue uno de los pintores que mejor reflejó el paisaje tropical de la Polinesia como símbolo del paraíso perdido. Aunque al llegar a Tahití en 1891 vio que el escenario que él había imaginado –«primitivo y salvaje»– ya no existía, le cautivó hasta el punto de elegirlo para el fin de sus días. En 1901, ya enfermo, se refugió en Hiva Oa, en las Marquesas, donde vivió con la joven Marie-Rose hasta su muerte en 1903.

Actividades
En las oficinas de turismo y en muchos hoteles informan de las posibilidades de ocio que se ofrecen en la Polinesia, la mayor parte vinculadas con el mar. Hay muchas empresas de alquiler de barcos que preparan desde un día en alta mar, a cruceros de cinco días por varias islas. Las excursiones pueden realizarse combinando actividades como el buceo, la pesca, el surf o el esquí acuático (www.islandsadventures.com). Entre las propuestas más exclusivas están las que llevan a las lejanas islas Leeward, a los brillantes atolones de Tuamotu o las excursiones para observar la fauna en alta mar que realiza el crucero de ecoturismo Robinson (www.cruceros.net).

Las grandes fiestas de las islas
El Tiurai es el gran festival de Tahití. Se celebra alrededor del 14 de julio y dura todo el mes. Los concursos de belleza y las carreras de canoa son la atracción principal. Hay también música, danza, fuegos y carnaval. La Hawaiki Nui –en noviembre–, la carrera de canoas con 60 remeros cada una, es el otro gran acontecimiento festivo. Dura tres días y cubre 116 kilómetros entre Huahine, Raiatea, Tahaa y Bora Bora.

Gastronomía
Muchas de las recetas de la cocina polinesia se basan en el pescado, crudo o marinado, con distintas salsas como la de coco; también hay platos con mariscos y con carnes, sobre todo la de cerdo, que aquí preparan «a la polinesia», o lo que es lo mismo, en pinchos a la parrilla. Como guarnición suelen usarse los frutos de árboles como el taro, el ñame y el boniato. Entre los postres destacan el poe –un puding de banana o mandioca– y las ricas frutas tropicales.

1 Comment:

  1. Kprixossa said...
    Hola!
    Me llamo Patry, y llevo meses planteándome un viaje grande. Uno de mis sueños es viajar a la polinesia, pero uno de los "peros" más habituales es el tema económico. En esta entrada planteas el viaje que parece que lo montaste por tí mismo. ¿Es así? ¿Cuántos días estuviste? Si no es muy indiscreta la preunta, ¿cuánto te salió? Si puedes contéstame y si no, gracias de todas formas.

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