El agua siempre está presente en el paisaje de Vietnam, desde los islotes dispersos de la bahía de Halong hasta los arrozales del delta del Mekong, en el extremo sur. Explorar la bahía de Halong a bordo de un junco a motor es un espectáculo inolvidable. Los pescadores faenan de madrugada en un área de 1.500 kilómetros cuadrados, rodeados por tres millares de islotes que están habitados por monos y cubiertos por una densa vegetación. Cuentan los nativos que en la bahía todavía acecha el Tarasque, el dragón o serpiente marina que con sus coletazos destrozó las rocas y las esparció a su alrededor, formando un sinfín de islotes. Cuando los franceses gobernaron el país con el nombre de Indochina, dejaron tras de sí importanes obras públicas como el ferrocarril que comunica las dos ciudades más importantes del país: Hanoi, la capital, y Ho-Chi-Minh, la antigua Saigón, en el sur y final de este viaje por Vietnam. En Hanoi varias agencias de viajes organizan rutas de tres o cuatro días para visitar el Parque Nacional Hoang Lien, cuyas montañas, situadas al noroeste y frontera natural con China, son conocidas como Alpes Tonkineses. El viaje hacia el sur de Vietnam corre a lo largo de la costa, bordeando el amplio golfo de Tonkín hasta la ciudad de Hue, capital del imperio Vietnamita entre 1802 1887, y su vecina Hoi An, a 700 kilómetros de Hanoi. Hue es la ciudad más bella del país, vale la pena acercarse hasta la Ciudad Púrpura Prohibida y comprobar la influencia china en su arquitectura, o navegar en una barcaza cubierta hasta las siete tumbas imperiales que bordean el río de los Perfumes. Hoi An, próspero enclave turístico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, destaca por su casco antiguo, que conserva edificios de madera construidos por comerciantes chinos y japoneses entre los siglos XVI y XIX, cuando la ciudad era uno de los puertos más importantes del Sudeste Asiático. Por último, el delta del Mekong, la desembocadura del gran río asiático, es un territorio abundante en arroz, en frutas y flores, en vestigios históricos -las pagodas jemeres de Soc Trang y Tra Vinh-, en playas blancas y en parques naturales, como la reserva de aves de Sa Chim Vam Ho.

Este país del Sudeste Asiático, fronterizo con Camboya, Laos y China, atesora paisajes únicos como la bahía de Halong y el delta del Mekong, y ciudades fascinan-tes como la capital, Hanoi, y las monumentales Hué y Ho Chi Minh.

A tener en cuenta
Para entrar en el país se necesitan el pasaporte y un visado, que se tramita en la Embajada de Vietnam (www.embavietnam-madrid.org) o en el aeropuerto de llegada. La mejor época para el viaje es la estación seca (de mayo a octubre), aunque el calor y la humedad son sofocantes. Conviene llevar ropa de algodón, calzado impermeable y algo de abrigo para las montañas. Aunque no se exigen vacunas, se recomienda la del tétanos y la profilaxis antimalaria. La moneda es el dong; 1 euro equivale a 23. Fuera de ciudades y centros turísticos, es difícil cambiar moneda. El idioma es el vietnamita y la diferencia horaria con la Península es de 6 horas más.

Cómo llegar
Desde España no hay vuelo directo y lo habitual es volar a Bangkok (Tailandia), donde se conecta con vuelos a Vietnam. El aeropuerto de Ho Chi Minh está a 7 km del centro y el de Hanoi, a 40 km. En ambos casos lo mejor es coger un taxi, aunque hay autobuses hasta la ciudad.

Desplazarse
La carretera N-1 recorre el país de norte a sur, siguiendo la costa. En aeropuertos y hoteles se puede alquilar un coche con conductor, la mejor opción para los trayectos cortos. En las ciudades, el alquiler de bicicletas es habitual y económico.
El tren Expreso de la Reunificación (www.vr.com.vn) recorre 1.726 km que separan Hanoi de Ho Chi Minh. Aunque el trayecto completo dura 41 horas, es recomendable cubrir algún tramo, como el de Hué a Hoi An (3 horas). Para distancias mayores hay vuelos domésticos.

Hanoi y la región Norte
La capital del país es una ciudad repleta de parques, lagos y monumentos como la catedral colonial de San José (1886) y el templo de la Literatura, primera universidad de Vietnam y ejemplo de arquitectura tradicional –conserva patios del siglo xi–. Si para entender el patrimonio antropológico es esencial visitar el Museo Etnográfico, para vivir el ambiente de la ciudad hay que caminar por el barrio Viejo, junto al lago Hian Kiem, lleno de mercados. Desde Hanoi es interesante contratar excursiones hacia la región de los Alpes Tonkineses, donde se alza el pico Fan Si Pan, el más alto del país (3.160 m). Allí se sitúa la aldea de Sapa, cuyo mercado reúne a vendedores de etnias diversas como los hmong, los dao o los giay.

Bahía de Halong
En el norte de Vietnam, 160 km al este de Hanoi, se extiende esta bahía de 600 islas, declaradas Patrimonio de la Humanidad (1994). El imprescindible descubrirlas con un paseo en barco (www.vietnamopentour.com). Salen del puerto de Bai Chay y se detienen en algunas de las islas como la de Cat Ba, la mayor, que alberga un parque nacional de gran diversidad.

El litoral central
La costa vietnamita está salpicada de ciudades monumentales como Hué, Patrimonio de la Humanidad (1993). Se sitúa junto al río Perfume y en ella destaca la ciudadela de los emperadores de la dinastía Nguyen (siglo xvii). A pocos kilómetros está Hoi An, también declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999. Su legado engloba templos, antiguas casas de mercaderes y un puente del siglo xvi. Esta ciudad es base para visitar las ruinas de My Tho y los pueblos de Nha Trang y Mui Ne, famosos por sus playas.

Ho chi Minh y el río Mekong
La antigua Saigón y actual Ho Chi Minh, fue capital de la Cochinchina francesa (1858-1954) y de Vietnam del Sur hasta 1975. Hoy es el motor económico del país. El Distrito 1 reúne los mayores puntos de interés, como el Palacio de la Reunificación, el Museo de los Recuerdos de la Guerra, la pagoda de Giac Lam y la Catedral de Nôtre-Dame.
Desde Ho Chi Minh es habitual iniciar diversas excursioneshacia el sur del país. Las más emblemáticas llevan a los túneles de Cu Chi –situados a 65 km–, refugio durante la guerra del Vietnam, y al delta del Mekong, uno de los ríos más caudalosos y fértiles del mundo –aquí se produce arroz para alimentar a todo el país–. En ruta, la pagoda de Chau Doc es una parada obligada.

Gastronomía
El arroz es el ingrediente básico de la cocina vietnamita, ya sea como plato principal, guarnición o materia prima para elaborar harina, pasta o cerveza. Los platos típicos son el pho (un caldo de tallarines de arroz) y el bahn xeo (tortilla de arroz). Los más osados pueden atreverse con platos de serpiente, saltamontes o murciélago. La cerveza nacional es la «333».

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