Viaje apasionante por la Laponia finlandesa

El invierno ártico, con su intimidatorio aspecto, no paraliza a los habitantes de Laponia; al contrario, sus actividades se multiplican con la llegada de los turistas. Los recursos naturales ofrecen múltiples actividades: navegar en cruceros rompehielos, dormir en castillos y hoteles de nieve o subirse a trineos tirados por huskies, son algunas de ellas. Rovianiemi, capital de la Laponia finlandesa, es el lugar adecuado para empezar la visita a la región. Tras acabar la guerra mundial el arquitecto Alvar Aalto (1898-1976) se encargó de su reconstrucción. Fruto de su originalidad y talento, la ciudad fue diseñada con un trazado urbano semejado a una cornamenta de reno. Las vanguardias arquitectónicas se ven representadas en el puente Jätkänkyntilä y el Centro Cultural Artikum –museo de los pueblos que habitan el Círculo Polar Ártico- son los símbolos de la cara más actual de Rovaniemi.
En la población de Kermi -situada a 117 hacia el sur- se puede gozar de las excusriones más originales, como por ejemplo, realizar un crucero por el golfo de Botnia a bordo de un auténtico barco rompehielo llamado Sampo o bien visitar el castillo de Lumilinna, en el que se albergan galerías comerciales, salas de juego, restaurantes y hasta un hotel. La peculiaridad de esta construcción es su material, que no podía ser otro que el del hielo.
Para conocer la Laponia más auténtica basta desplazarse hasta Inari, a poco más de 300 kilómetros al norte de la capital lapona. La cultura de los sami pervive en la actualidad; el Museo Siida recoge los testimonios más preciados de esta comunidad. Pero lejos de ser un pueblo arcaico, los habitantes se han adaptado a los avances modernos en lo que refiere a telefonía y transporte. Aun así, algo tan básico como el yoik -antiguo lamento a viva voz- nunca ha dejado de usarse. Pero, si en realidad se viaja a Laponia en busca de la naturaleza más inalterada, la reserva del Parque Nacional de Urho Kekkonen será el lugar ideal. Otra maravilla de la naturaleza invernal, la aurora boreal, tiene escenario en Sodankylä. Cuando el cielo se ilumina, las campanas repican anunciando el milagro.

A tener en cuenta
Se puede viajar a Finlandia, país de zona euro, sólo con el documento nacional de identidad. Los idiomas oficiales son el finlandés, el sueco y el sami –se habla en Laponia–, aunque el inglés está muy extendido y se conoce en todos los establecimientos turísticos. El huso horario en Finlandia es de una hora más que en la España peninsular y Baleares. En invierno las temperaturas son muy bajas, llegando por las noches a los 400 C bajo cero, por lo que es indispensable llevar una indumentaria adecuada.

Llegar y desplazarse
Desde Madrid y Barcelona funcionan varias compañías aéreas –alguna de bajo coste– que ofrecen el trayecto directo hasta Helsinki, la capital finlandesa. Desde allí es posible conectar con Rovaniemi a bordo de algún vuelo interior. (www.finnair.com/es; www.ryanair.com; www.iberia.es). En todos los aeropuertos del país funcionan empresas de taxis que trasladan hasta cualquiera de las ciudades más próximas.

Actividades
Laponia ofrece una amplia gama de actividades al aire libre, a pesar de las bajas temperaturas invernales. Lo mejor es contratarlas en hoteles y agencias de viaje especializadas, pues se incluye el material adecuado para protegerse del frío, el alojamiento y las comidas. Las actividades más atractivas son las rutas en motos de nieve o en trineos tirados por renos o por perros huskies. Algunas excursiones incluyen dormir en un iglú o en una kota, la tienda tradicional sami. El esquí de pistas y de fondo funciona todo el invierno en las estaciones de Levi, Saariselkä, Ounasvaara y Ruka. Más actividades en: www.visitafinlandia.com y en www.laplandfinland.com.

Dormir en cabañas
Los hoteles de Laponia no son lujosos, pero están bien equipados para soportar condiciones climatológicas duras. La mejor opción consiste en alojarse en cabañas de madera, rústicas e integradas en el paisaje. Las hay de diversa categoría, desde las más sencillas a las que incluyen varias habitaciones y cocina; todas disponen de sauna. La página www.visitafinlandia.com funciona como central de reservas del país.

Rovaniemi
La capital de la Laponia finlandesa está a 837 km de Helsinki, conectada con ésta por autobús, tren y avión. Fue bombardeada en la segunda guerra mundial y reconstruida bajo la dirección del arquitecto finlandés Alvar Aalto (1898-1976). Entre los edificios que diseñó destacan la Biblioteca y el Ayuntamiento. (www.rovaniemi.fi). El icono cultural de Rovaniemi es el Centro Cultural Artikum. Ocupa un edificio con una galería acristalada de 170 m de largo, medio soterrada. El museo describe cómo es la vida en Laponia y la interacción entre el hombre y la naturaleza en el Círculo Polar Ártico (www.arktikum.fi).

Santa Park
Cerca de Rovaniemi, en el Círculo Polar Ártico, se halla el Santa Claus Village, una aldea dedicada a este personaje navideño, que se puede visitar todo el año (cierra los lunes). Cuenta con una oficina de correos para enviar cartas a Papá Noel. (www.santaclausoffice.fi). A 800 metros está el Santa Park, otro parque temático navideño, construido en una cueva con 200 metros de túneles (www.santapark.com).

La región de Inari
En el norte de Laponia se sitúa el distrito lacustre de Inari, el más extenso del país y el que registra la menor densidad de población (la mayoría sami): sólo 0,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Ivalo es su principal municipio, accesible en avión desde Helsinki. Entre noviembre y abril, las agencias de viaje locales organizan actividades en la nieve y en el lago Inari, el más profundo de los 187.999 que tiene Finlandia. Destaca el esquí en los alrededores de Saariselkä, paseos en motos de nieve o en trineos tirados por perros. Otra opción son las visitas a poblados sami, como Sevettijärvi y Nellimn (www.inarilapland.org). El Museo Siida de Inari explica la cultura sami (www.siida.fi).

Kemi y el Golfo de Botnia
La ciudad de Kemi está instalada a orillas del mar Báltico, en el golfo de Botnia. Se puede llegar en avión –su aeropuerto está a 5 km del centro– y también dispone de terminal de autobuses y estación de tren (www.kemi.fi). Desde Kemi parten travesías de cuatro horas a bordo del rompehielos Sampo, que se realizan entre los meses de diciembre y abril; la navegación finaliza con un baño vestidos con traje de neopreno. Además, desde 1996, la ciudad cuenta con el Castillo de Nieve, cuyas salas están decoradas con esculturas de hielo; tiene un hotel, el Mammut (www.lumilinna.net).

Otras visitas
Ivalo. Es la otra gran ciudad de Laponia (Avvil en lapón). Dispone de aeropuerto y de una amplia oferta de alojamiento y agencias.
Sodankylä. A 129 km de Rovaniemi, esta ciudad es el mejor lugar para ver auroras boreales. Cuenta con un observatorio especializado y el centro de interpretación la Casa de las Luces.
Parque Nacional Urho Kekkonen. Se accede desde el centro turísitico de Saariselkä, a unos 20 km de Ivalo, por la carretera E75. La oficina de información está en la localidad de Tankavaara, donde hay un museo del oro, que rememora la época de los buscadores del preciado metal.

Aurora boreal
Una de las experiencias únicas que ofrece Laponia es contemplar el fenómeno luminoso de la aurora boreal. Sucede entre septiembre y octubre, y de febrero a marzo. Su visión es impredecible, pero se produce de noche, cuando las partículas eléctricas impactan con la atmósfera terrestre. En la ciudad de Sodankylä, 100 km al norte de Rovaniemi, está el centro de interpretación de este fenómeno natural. Los hoteles de la localidad avisan cuando tiene lugar.

Gastronomía
La carne de reno, el pescado fresco y ahumado como el salmón o el arenque, y las bayas silvestres constituyen los pilares de la cocina de Laponia. Un guiso muy tradicional y contundente es el estofado de reno, patatas y arándanos rojos, que se sirve muy caliente.

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