Viena

Viena y Mozart se han convertido en un binomio imposible de separar. Sus calles, edificios y todos los vestigios de los siglos XVIII y XIX recuerdan a la época en la que vivió una de las figuras más relevantes de la historia de la música clásica: Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Además, este año es el momento idóneo para visitar la capital del imperio austrohúngaro, ya que se cumple el 250 aniversario del nacimiento del compositor. El palacio de Schönbrunn fue escenario de sus primeros conciertos que, a la edad de seis años –y junto con su hermana Nannerl–, amenizaba el tiempo libre de la corte. Este palacio barroco, así como el más antiguo Hofburg, fueron escenario de la vida de la popular emperatriz Elisabeth de Austria (1837-1898), conocida popularmente como Sissí. Más relevante para Mozart fue el reinado de María Teresa I (1717-1780), la cual le requirió en más de una ocasión para servirle en sus encargos en el palacio de Hofburg. Paseando a través de sus múltiples estancias –entre las que destaca la Capilla Imperial– o sus dependencias y anexos –la Biblioteca Imperial y la Escuela Española de Equitación– el visitante podrá hacerse una idea de la fastuosidad y vida intelectual en la que vivía la corte y la alta aristocracia. Para que la visita sea del todo completa es imprescindible asistir a uno de los conciertos, como los que ofrece el coro infantil de Viena, cuyo repertorio incluye muchas piezas de Mozart. El genio vienés murió en la más extrema pobreza y fue inhumado en una fosa común del cementerio de Sant Marx. También vale la pena visitar el cementerio Central, donde yacen otros insignes compositores como Beethoven, Schubert, Brahms o Mahler. Pero aunque la impronta que éstos dejaron fue profunda, el gran reclamo continúa siendo hoy en día el sublime Wolfgang Amadeus Mozart y su maravilloso legado.

Situada en el este del país, la capital de Austria «es el mejor lugar del mundo para un músico», tal y como solía repetir Mozart. Con motivo del 250 aniversario del nacimiento del compositor, la ciudad ha preparado conciertos, exposiciones y rutas turísticas que rememoran la época que conoció Mozart, cuando Viena fue la capital del imperio Austrohúngaro. Este año la música de Mozart llenará los numerosos teatros, salas de conciertos e incluso las iglesias.

A tener en cuenta
Los ciudadanos españoles sólo precisan el documento nacional de identidad o el pasaporte en regla para viajar a Austria. La moneda oficial es el euro. Teniendo en cuenta la efeméride mozartina, merece la pena reservar el hotel con antelación: www.wien.info/wtv/book-e.html.

Cómo llegar
El aeropuerto de Viena recibe vuelos desde España a diario. El City Airport Train (www.cityair porttrain.com) sale cada media hora y conecta con el centro en
15 minutos. Las líneas de metro U3/U4 también tienen paradas en el aeropuerto. Más datos sobre desplazamientos: www.oebb.at.

Moverse por la ciudad
Lo más recomendable para desplazarse por la ciudad es utilizar el transporte público: metro, autobús y tranvía. La tarjeta Vienna Card ofrece la posibilidad de viajar de forma ilimitada y gratuita. El mismo abono facilita descuentos en museos y lugares de interés turístico. Hay versiones de esta tarjeta para 3, 4 y 7 días. Se vende en las oficinas de turismo locales, en los estancos y en las taquillas de transporte urbano.

Rutas de Mozart
Las oficinas de turismo vienesas informan de las tres rutas sobre Mozart en Viena, siguiendo los pasos del músico en la capital austriaca. Las visitas se realizan con guías oficiales los lunes, viernes y domingos. Los grupos salen a distintos horarios desde la oficina de turismo de la plaza Albertina; no es preciso reservar plaza, sólo presentarse diez minutos antes de la salida. Hay información sobre estos itinerarios y sobre el programa de eventos que celebran el 250 aniversario de Mozart en el sitio oficial: www.mozart2006.net.
Las principales etapas de las rutas de Mozart son:
Casa de Mozart: El compositor vivió en la calle Domgasse número 5, en el centro de Viena, entre los años 1784 y 1787. Allí compuso una de sus óperas más aclamadas, Las bodas de Fígaro, que ha dado nombre a la vivienda: la Casa de Fígaro (www.mozarthausvienna.at). El público puede visitar la primera planta, que refleja la época más próspera del músico. Al entrar se puede pedir un billete combinado para visitar este espacio y también la Casa de la Música (http://www.hdm.at), un museo interactivo que dedica una sala a la obra de Mozart.
Palacio Schönbrunn: La residencia de verano de los emperadores austriacos se ubica a las afueras de Viena, aunque se llega fácilmente en la línea U4 de metro (estación Schönbrunn). El conjunto es un claro reflejo del lujo en que vivía la corte. En sus estancias, además de mobiliario y obras de arte, se conservan recuerdos de personajes ilustres como la emperatriz María Teresa y la famosa Elisabeth de Baviera, conocida como Sissí. Cerca del palacio destaca el Museo de los Carruajes y el Teatro de las Marionetas. El palacio está rodeado por un parque, que abre cada día desde las siete de la mañana hasta la puesta del sol. En él hay una glorieta con un café desde el que se disfruta de vistas sobre Viena. También hay un jardín-laberinto, invernaderos y el zoológico más antiguo del mundo. www.schoenbrunn.at.
Palacio de Hofburg: La residencia imperial se halla en pleno centro de Viena. Alberga la Biblioteca Nacional, la Escuela de Equitación Española y los jardines Burggarten, donde hay una escultura de Mozart. Abre a diario de 9 a 17 h; se paga entrada.
Otro palacio muy relacionado con Mozart es el de Auersperg (www.auersperg.com). Este año acogerá varios conciertos de la orquesta Wiener Residenz interpretando al genial músico.
Catedral de Viena: La catedral gótica de San Esteban es una de las joyas de la Viena imperial y otro de los escenarios que recuerdan a Mozart. Se halla en el mismo centro de la ciudad. Desde sus torres, en especial la Steffl, con 137 m de altura, se admira una completa vista de la ciudad. Se realizan visitas guiadas por el interior de la catedral, donde destaca el Museo Diocesano. Web de la catedral:
www.stephanskirche.at.
Musikverein: Este teatro de conciertos data del año 1870. Su Sala Dorada se ha hecho mundialmente famosa desde que, cada 1 de enero, la Orquesta Filarmónica de Viena interpreta el Concierto de Año Nuevo. El resto del año también hay una programación musical de alta calidad, que en 2006 incluye sesiones dedicadas a Mozart. Se accede cómodamente en metro, tranvía o autobús. Más información: www.musikverein.at.
Cementerio de St. Marx: Mozart fue enterrado en una fosa común de este cementerio vienés en el año 1791. Aún se desconoce el lugar exacto donde reposa su cuerpo. Situado en las afueras de la capital, el lugar abre cada día desde las siete de la mañana hasta el ocaso. El autobús 74 A deja en la entrada.
La ciudad de Viena tiene otros enclaves relacionados con la vida y obra de Mozart. Es el caso del tradicional Café Mozart, en la céntrica plaza Albertina. Abrió como Café Katzmayer en 1794, tres años después de la muerte del compositor. En el año 1929 cambió su nombre por el de Café Mozart. El establecimiento conserva un aire antiguo y ofrece los dulces típicos vieneses. La estrella de su carta es el café Mozart, con nata, almendras y chocolate, y la tarta Mozart, elaborada con pistachos y cubierta de chocolate. La plaza que el músico tiene dedicada en Viena, la Mozartplatz, está presidida por una fuente coronada por una escultura que representa al músico. Realizada en el año 1905, está considerada una obra maestra del estilo Jugendstil, de inicios del siglo XX.

Otras visitas en Viena:
Jardines Burggarten. Este recinto ajardinado, abierto al público, es uno de los lugares más agradables para descansar de un paseo por el centro.
Avenida Graben. La arteria comercial de Viena ya era famosa y concurrida en época de Mozart. Enlaza con la calle Kohlmarkt, que lleva al palacio Hofburg.
Konzerthaus. Una de las salas de conciertos más interesantes, por su programación y también el estilo Jugendstil de su arquitectura y decoración.
Ring. La avenida circular que se levantó sobre la antigua muralla de la ciudad. Un paseo completo por el Ring permite descubrir edificios de porte señorial. Cada tramo tiene un nombre distinto.

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