Rajastán, provincia del norte de India, es una tierra romántica, plagada de leyendas y de fastuosidad: es el Estado de la India que alberga mayor número de palacios. Los rajastaníes son herederos de los rajput, la raza de señores feudales que conquistaron estas tierras. El desierto del Thar llega hasta la misma Jodhpur, ciudad famosa por el color añil de sus fachadas. Está dominada por un impresionante palacio fortificado todavía propiedad del maharajá, que lo ha transformado en un gran museo, que incluye pasillos interminables y patios secretos. En la lejanía aparece el hotel Umaid Bhawan, un inmenso y extravagante palacio construido en 1929 y mezcla de estilos jainista, rajput y art déco. El jainismo es una religión que cuenta en la India con unos siete millones de fieles. En la cima del Monte Abu, no muy lejos de Jodhpur, se encuentran bellísimos santuarios jainistas, como los cinco templos que componen el conjunto de Delwara, construidos en mármol blanco —el mismo que se utilizó en la construcción del Taj Mahal— y cuya decoración escultórica de paredes, columnas y techos es extraordinaria. Los rajput eran aristócratas y guerreros de los siglos VIII y IX, que dejaron una huella de tal magnitud que este territorio tomó su nombre. Udaipur, 116 kilómetros al oeste del monumental fuerte de Chittorgarh, es una de las ciudades más fascinantes y románticas de la India. Aquí se encuentran los palacios más impresionantes de todos los reinos rajput, como el City Palace, que con una extensión de dos hectáreas es el mayor del Estado de Rajastán. Como en otras partes de la India, aquí el maharana Arvind Singh Mewar lucha por convertir la suntuosidad de sus antepasados en un negocio moderno y rentable, conservando todo el sabor de antaño. Rajastán está plagada de palacios, pero quizás lo más valioso de esta provincia sea su gente, que parece haber heredado la dignidad y la generosidad de sus antepasados rajputs.

El desierto del Thar y la cordillera Arawalli –cuya cumbre es el Monte Abu, de 1.770 metros de altitud–, han marcado la historia de esta región del noroeste de India, con 60 millones de habitantes. Jaipur, una de sus ciudades palaciegas y fortificadas, es la capital regional.

A tener en cuenta
Para visitar India se precisa el pasaporte y un visado que gestiona la embajada de India en Madrid. La moneda nacional es la rupia: 1 euro equivale a 55 rupias. Las targetas de crédito se usan sólo en establecimientos turísticos y hoteles.
El indi y el rajastaní son los idiomas oficiales de la región,aunque el inglés se habla en los enclaves turísticos. No se exige ninguna vacuna para visitar el país, pero en zonas aisladas se recomienda beber sólo agua embotellada.
La diferencia horaria con la Península Ibérica es de 4 horas más.
La mejor época para este viaje es de octubre a marzo, la estación seca, con temperaturas más suaves (de 15 a 25 grados C) y humedad baja.

Cómo llegar
No hay vuelo directo hasta Jaipur. Desde Madrid se viaja vía una ciudad europea hasta Nueva Delhi, desde donde se conecta con Jaipur, en vuelos que tardan 30 minutos. Otra opción es alquilar en Nueva Delhi un coche –mejor con un guía-conductor–. Desde el aeropuerto se accede a Jaipur (a 20 km) en taxi y en autobuses locales.

Moverse por la región
Una alternativa al automóvil de alquiler son los trenes y autobuses que comunican Jaipur con las principales ciudades de Rajastán. El lujoso tren Palace of Wheels (www. palacewheels.com) realiza un recorrido de 9 km, con etapas en Jaipur y Jaisalmer, entre otras ciudades. Una opción asequible y original para recorrer las ciudades es alquilar un rickshaw, un carrito o bicicleta a pedales con conductor.

Dónde dormir
Las cadenas internacionales están presentes en las ciudades del Rajastán, generalmente con lujosos establecimientos. También existeuna oferta de hoteles más modestos, gestionados por el gobierno. Otra opción es dormir en palacios restaurados o en havelis, antiguas casa coloniales, en ocasiones conviviendo con familias. Más información: www.hotelsofrajasthan.com.

Jaipur y alrededores
La capital del Estado de Rajastán es famosa por sus edificios de tonos rosados, sus monumentos –destacan el Palacio de los Vientos, el City Palace y el Observatorio Jantar Mantar– y por sus bulliciosos bazares y tiendas de joyería. La ciudad es punto de partida para explorar la región. Hacia el norte se visita el Fuerte Amber, que puede descubrirse a lomos de elefante. Hacia el sur está el Parque Nacional de Ranthambore, hábitat natural de cocodrilos y gacelas (www.jaipur.org).

Pushkar y Jodhpur
En el centro de Rajastán, rodeada por templos sagrados que son meca de peregrinos, se emplaza Pushkar, un antiguo paso de las caravanas que cruzaban el desierto. En noviembre recibe muchos visitantes por su famosa feria de ganado. Hacia el oeste se llega a la amurallada Jodhpur, famosa por el color añil de sus edificios, por sus mercados y por el fuerte Mehragarth, desde el que se obtienen vistas magníficas (www.jodhpurindia.net).

Chittorgarh y Udaipur
En el sur de Rajastán se ubica Chittorgarh. Su recinto fortificado constituye un ejemplo de la arquitectura rajput del siglo xvii.
El punto más meridional de la región es Udaipur, considerado uno de los enclaves más fascinantes de India, gracias a sus refinados palacios de mármol. Desde la ciudad suelen partir excursiones hacia el Monte Abu, la cima más alta del Rajastán, coronada por cinco templos profusamente decorados.

El desierto del Thar
Jaisalmer, la ciudad más occidental de Rajastán, conserva en su centro antiguo un fuerte del siglo xii y calles estrechas, flanquedadas por casas con fachadas esculpidas. Desde esta ciudad es habitual iniciarexpediciones en todoterreno o a lomos de elefantes, por las áridas mesetas del desierto del Thar. Las excursiones suelen durar varios
días e incluyen el alojamiento, que puede ser en sencillos hoteles de aldeas como en campamentos de tiendas en pleno desierto.

Platos especiados
La cocina del Rajastán es picante y especiada. El arroz y el curry son ingredientes básicos, junto con la carne de cordero y pollo. El plato típico rajput es el sula, brocheta de carne escabechada en salsa picante. El té es la bebida más popular. En hoteles y tandooris (hornos) se cocina al estilo occidental, menos picante.

Artesanía
Las sedas y telas de algodón son muy apreciadas, especialmente en Jaipur. Se venden a peso o por metros en muchos bazares. Los saris, vestidos típicos de mujer, son uno de los recuerdos más atractivos. También destacan las joyas de plata vieja, como brazaletes y otros ornamentos. En Jaisalmer hay talleres de bordados. Udaipur es famosa por sus miniaturas, marionetas, inciensos y especias. En los puestos y mercadillos es usual el regateo.

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