La histórica región francesa de Normandía se halla situada en el noroeste del país, frente al canal de la Mancha. Está dividida en las regiones administrativas de Haute Normandie –cuya capital es Ruán– y Basse Normandie –con capital en Caen–, e integrada por los departamentos de Eure, Calvados, Orney, Seine-Maritime y Manche. La región destaca por el gran patrimonio monumental que atesora, fruto de su pasado, y por la variedad de sus paisajes, sobre todo los costeros, con abruptos acantilados y extensas playas; el interior está cubierto por bosques, praderas y los elegantes meandros del Sena.
Cómo llegar
En avión, se puede llegar hasta Normandía con los vuelos de Air France (Tel. 901 112 266); desde Madrid se puede volar a Caen, vía Lyon; otra opción es volar hasta París, a 200 kilómetros de Normandía, y seguir con vuelos hasta los aeropuertos regionales de Ruán, Le Havre, Deauville y Cherbourg. Desde París también se puede continuar en tren, con el TGV o con servicios regulares del SNCF, los ferrocarriles de Francia; en su web www.sncf.com se pueden consultar precios, horarios y trayectos. Una vez en Normandía, el mejor medio de transporte para visitar la región es el coche; se pueden alquilar en las ciudades y aeropuertos.
Los pueblos más bellos
Algunos pueblos normandos destacan por su conservación y belleza. Les Andelys, por ejemplo, combina tipismo y una ubicación excepcional, presidiendo un meandro sobre el río Sena. Por su lado, Honfleur, en el estuario de este mismo río, es una ciudad artística con un bonito puerto pesquero. Lyons-la-Foret es otro rústico enclave, situado en el corazón de los bosques de Lyons. Por su lado, Beavron-en-Auge conserva todo el tipismo de sus casitas con vigas de madera. Y Barfleur tiene el encanto de un tradicional pueblo marinero.
Principales visitas
Mont-Saint-Michel. Uno de los lugares más espectaculares de Francia. Tiene un gran valor paisajístico y artístico.
Ruán. Destacan sus impresionantes edificios góticos y un barrio antiguo de auténtico sabor medieval.
Les Andelys. Pintoresco pueblo junto al Sena dominado por las imponentes ruinas del Chateaux Gaillard.
Giverny. Refugio de Claude Monet y sus seguidores. Un lugar de peregrinaje para los amantes del impresionismo.
Abadía de Jumièges. Estas ruinas del siglo VII son testigo de un pasado esplendoroso.
Côte d’Albâtre. Los riscos más altos de la región y una de las mejores vistas sobre el canal de La Mancha.
Honfleur. En elestuario del Sena, fue refugio de piratas y pescadores, primero, y de pintores y bohemios, después.
Bayeux. Para pasar la tarde embobados con ese inmenso cómic medieval que es el tapiz de Guillermo el Conquistador.
Côte Fleurie. Cabourg, Deauville, Trouville y Houlgate fueron destino vacacional de la nobleza europea y de la alta burguesía parisina.
Caen. Residencia de Guillermo el Conquistador, hoy aún guarda un bello patrimonio a pesar de los bombardeos que sufrió en la segunda guerra mundial.
El Pays d'Auge. Vegetación abundante y granjas dispersas que ofrecen al viajero sus deliciosos quesos y bebidas tradicionales.
La costa normanda
Al norte de Le Havre se extiende la costa d’Albâtre, que destaca por sus altos acantilados que regalan vistas vertiginosas sobre el mar. La Côte Fleurie, que riega Caen y Bayeux, acoge algunos enclaves vacacionales de más tradición en el norte francés, como Trouville, Deauville y Dieppe, decana de las estaciones balnearias de Francia. Entre Nácar y Bessin están las playas que fueron el escenario del histórico desembarco de Normandía; el pasado año se conmemoró su 60 aniversario.
Actividades al aire libre
Normandía, rica por su historia, arte y placeres culinarios, posee una topografía y clima adecuados para practicar actividades al aire libre. Los parques de la región (Boucles de la Seine-Normandie, Cotentin et du Bessin, Normandie Maine y Perche) están preparados para proponer excursiones y actividades a sus visitantes. Por ejemplo, en el P.N. Normandie-Maine se puede hacer senderismo por su extensa masa boscosa, rutas ecuestres o en bicicleta, paseos en kayak por los ríos Sarthe o Varenne y escalada. Por su lado, en el Centro de Visitantes del Parque Natural de Boucles de la Seine Normande informan de otras actividades, éstas vinculadas al mar, como vela, submarinismo y kayak.
Rutas artísticas
A menudo, la historia deesta región se confunde con la de sus abadías. En su época de esplendor llegaron a sumar 120, aunque en la actualidad sólo se conservan 60; de éstas, 36 jalonan la «Ruta de las Abadías». Sobresale la de Mont-Saint-Michel, la más espectacular de Francia por su valor artístico y por el entorno natural en el que se encuentra, a orillas del Atlántico; cuando la marea sube se convierte en una isla. El suelo normando también es rico en castillos, que se hallan aislados o presidiendo típicos pueblos. Para visitar algunos de ellos se puede seguir la «Ruta de los castillos normandos», con ejemplos de fortalezas desde el siglo XI –como el primitivo torreón de Belloual– al XVIII, como el de Mesnières-en-Bray, obra maestra del renacimiento francés. En Ruán se puede realizar una ruta por su barrio medieval, donde se alzan monumentos de interés.
Reclamo de pintores
Durante más de medio siglo, las costas y los pueblecitos de Caen, Ruán y Trouville fueron la fuente de inspiración para pintores normandos como Boudi, Millet o Dufy. Sin embargo, fue Claude Monet –que vivió en la región a finales del siglo XIX– quien catapultó estos paisajes en sus lienzos impresionistas. Su estancia –y el reflejo de ésta en sus cuadros– puede seguirse con una ruta con etapas en Le Havre, Honfleur, Varengeville, Giverny, Vernon y Ruán.
Gastronomía
Para los normandos la cocina es un arte. La diversidad de paisajes hace que su cocina se nutra de gran variedad de productos, entre los que sobresalen los lácteos –de ellos se producen afamados quesos como el camembert y el neufchâtel– y las manzanas, que se utilizan en guarnición, postres y licores como la sidra, el poiré, el calvados y el pommeau. En la región se puede seguir la «Ruta de la Sidra», que visita tabernas típicas, como las del pueblo de Beavron-en-Auge, y fábricas como la Sidrería-Museo Maison du Pays d’Auge et des Calvados, en funcionamiento desde1820.
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