A bordo del Maid of the Mist, el transbordador que se adentra en la garganta de las cataratas del Niágara, cinco millones de litros de agua caen cada segundo muy cerca de la cubierta de estribor. Las cataratas del Niágara no son las más altas del planeta pero sí una de las más espectaculares, bellas y de mejor acceso desde Toronto o desde Nueva York. Se dividen en dos saltos, uno en la vertiente estadounidense y el otro en la canadiense. Se puede realizar la visita con el paseo en teleférico sobre los rápidos, el Spanish Aero Car o desde las torres Skylon o Minolta. También hay que adentrarse en los túneles panorámicos, otra experiencia muy atractiva, aunque deje empapado al visitante. Y no olvidar la posibilidad de sobrevolar las cataratas en helicóptero. La provincia de Notario está situada entre las grandes praderas y la cuenca atlántica, y la bañan cuatro de los cinco Grandes Lagos, que constituyen el mayor depósito de agua dulce del mundo. Si Niágara es la estampa más bella de la provincia, Toronto es su esencia. Ciudad de cuatro millones de habitantes, en ella conviven más de ochenta colectivos de nacionalidades diferentes y en sus calles se hablan más de cien idiomas. El paseo por la orilla del lago Ontario, el centro financiero y los barrios chino, italiano y caribeño son el recorrido indispensable para entender Toronto. Desde la orilla del lago, el centro financiero se observa apiñado, como un bosque de acero y cristal. Las aguas de Toronto son frías incluso en las estaciones veraniegas y sus habitantes, para gozar de aguas más cálidas deben conducir unos 150 kilómetros hacia el norte, hasta llegar a Georgian Bay, una amplia ensenada del lago Hurón. El arenal de Wasaga Beach tiene más de diez kilómetros de longitud. Es una zona de horizontes ilimitados y naturaleza salvaje, refugio de ciervos, alces y castores. Pero la sensación de inmensidad y vastedad del Canadá ilimitado se percibe a orillas del lago Superior, el más grande del mundo. Canadá desborda naturaleza.
La provincia de Ontario, situada en el sudeste de Canadá, es el escenario de este reportaje que combina la visita de Toronto –la moderna capital provincial en la que viven cuatro millones de personas– con emblemáticos destinos naturales del país como las cataratas Niágara y algunos de los Grandes Lagos (Ontario, Eire, Hurón, Michigan y Superior).
A tener en cuenta
Para viajar a Canadá se precisa llevar el pasaporte en regla. La moneda local es el dólar canadiense (1 euro equivale a 1,4 dólares canadienses) y las lenguas oficiales inglés y francés. Si se visitan los lagos hay que llevar ropa y calzado cómodos para las excursiones. Los meses de verano, de junio a septiembre, son los mejores para realizar este recorrido, aunque entonces la humedad de las zonas lacustres atrae a insectos, lo que hace fundamental llevar repelente.
Dónde dormir
La provincia de Ontario cuenta con una moderna infraestructura hotelera, que abarca todo tipo de precios. Toronto ofrece desde moteles a hoteles de cadenas internacionales y bed&breakfast (www.torontobedandbreakfast.com), opción ésta muy extendida en el país. Fuera de las urbes también hay cámpings. Es útil consultar la web www.resorts-ontario.com, que funciona como central de reservas. En Niágara es mejor reservar con antelación.
Llegar y desplazarse
Desde Madrid y Barcelona salen vuelos diarios hacia el aeropuerto de Toronto. Se llega al centro urbano con el autobús Airport Express; sale cada 20 minutos.
La provincia de Ontario está bien comunicada por carretera, líneas de autocares (www.greyho und.ca) y de tren (www.viarail.ca). En el aeropuerto hay compañías que alquilen coches y caravanas para los que viajen por cuenta propia (www.canadream.com).
Desde el aeropuerto de Toronto se puede viajar directamente a Niágara, 130 km al norte, con la compañía de autobús Niagara Airbus (www.niagaraairbus.com).
Principales visitas
Cataratas del Niágara. Existen distintas formas de conocer la vertiente canadiense: el barco Maid of the Mist llega hasta la cortina de agua, el Spanish Aero Car cruza los rápidos de Whirpool, y la torre Skylon ofrece una panorámica aérea.
Toronto. La capital de Ontario destaca por su centro histórico y financiero, y por su barrio marítimo, junto al lago Ontario. No hay que perderse la CN Tower, el rascacielos Eaton Center, el edificio Flatiron y, en las afueras, la casa Loma.
Bahía Georgian. Unos 150 km al norte de Toronto, en el lago Hurón. Allí se encuentran la playa de Wasaga, con 10 km de longitud, y la península Bruce. Se accede siguiendo la autopista Transcanadiense.
Parque Killarney. En esta reserva natural de la bahía Georgian hay itinerarios señalizados para canoas. También existen rutas senderistas entre bosques de pino y abedul. Destacan los riscos de cuarzo blanco de los montes La Cloche.
Ruta de las mil islas. La desembocadura del río San Lorenzo en el lago Ontario está plagada de islas. Una travesía en barco permite conocer este enclave lacustre y mansiones tan curiosas como el Boldt’s Castle.
Sleeping Giant. Parque natural situado a unos 1.300 km de Toronto. Se halla cerca de la ciudad de Thunder Bay, en la orilla norte del lago Superior, el mayor lago de agua dulce del mundo. Lo atraviesan varios transbordadores.
La visita de Toronto
Antes de visitar la ciudad es recomendable acudir a alguna de las oficinas de turismo para conocer los posibles itinerarios; además venden la Citypass, abono turístico que permite viajar gratis en transporte público (metro, tranvía y autobús) y descuentos en visitas; www.citypass.com.
Una ruta recomendable lleva al barrio antiguo de Mirvish, donde se ven mansiones como la casa Loma (www.casaloma.org), cuya visita sirve para conocer cómo era una vivienda del siglo XIX.Este edificio contrasta con los rascacielos del centro financiero, que se suceden en calles como Yonge –considerada la más larga del mundo, de casi 2 km–, Bay y Front West. Destaca la torre CN (www.cntower.ca), de 553 m, con un mirador sobre el lago Ontario; abre de 9 h a 22 h. Otra parada en la zona es al Museo de Arte Moderno, que abre de martes a viernes; www.ago.net.
Sin embargo, es el Waterfront o frente marítimo la zona más emblemática de Toronto, con sus restaurantes y muelles en los que se alquilan barcas para navegar por el lago Ontario; www.torontotourism.com.
Visitar las cataratas Niágara
En Toronto hay autocares hacia Niágara, así como agencias que organizan esta excursión, que puede ser de una sola jornada. Se paga entrada para acceder. Es mejor llevar ropa resistente al agua, aunque hay puestos donde facilitan chubasqueros. Ya en el interior se puede elegir entre recorrerlas en el barco Maid of the Mist (www.maidofthemist.com), que pasa bajo el manto de agua. Otra opción es el Spanish Aero Car, un teleférico que cruza los rápidos y ofrece vistas aéreas. Más tranquilo es disfrutar de las cataratas desde el mirador y el restaurante giratorio de la torre Skylon (www.skylon.com). En verano, hay fuegos artificiales (22 h); www.infoniagara.com.
La visita a Bahía Georgian
Esta reserva natural se halla a orillas del lago Hurón, a 150 km de Toronto. Desde esta ciudad salen autobuses (www.ontc.on.ca), aunque lo mejor es contratar una excursión. En la oficina de acceso a la reserva se paga una entrada, cuyo precio varía según los días de estancia –hay alojamiento–. En la oficina informan de posibles itinerarios y actividades, como senderismo junto a la bahía y paseos en canoa por el lago.
Los principales atractivos de esta reserva son la playa Wasaga, de 10 km de largo, y la península Bruce, refugio para la fauna local; (www.georgianbayairways.com).
Mención aparte merece la zona de Killarney, en el norte de Bahía Georgian. Se accede desde el pueblo de Sudbury, a 397 km de Toronto, desde donde se llega en autocar o en tren. El principal sendero de este parque discurre entre abedules hasta los riscos de cuarzo blanco de La Cloche; www.ontarioparks.com.
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