Nepal

A los ojos de los occidentales Nepal se considera en muchos aspectos una tierra todavía por explorar. Accesible sólo después del 1955, se hizo verdaderamente popular durante los años sesenta y setenta en las distintas oleadas hippies en busca de un prometido paraíso espiritual, que durante tantos siglos ha sabido conservar.
La Valle del Katmandú es el lugar ideal para empezar; en Patan (también conocida bajo el nombre deLalitpur, “ciudad hermosa”) se conservan cinco relicarios budistas erigidos en conmemoración de la visita de su fundador, el rey Ashoka (274-232 aC). Desde sus cuatro templetes o estupas nacen las cuatro avenidas que desembocan en Durbar, una de sus principales plazas, que junto con las de Katmandú y Bhaktapur, fue considerada Patromonio de la Humanidad en el 1979. Los templos imprescindibles son el Krishna Mandir (s.XVII) –lugar en el que se tallaron en piedra poemas épicos indúes- y el Golden Temple, con sus conocidos pájaros de Garuda en los aleros del edificio (s.XIV). Alrededor de la plaza es importante percatarse de del bullicio que se sucede en el mercado o en las puntuales festividades locales.
En la ciudad de Katmandú se puede continuar observando la vida cotidiana nepalí a bordo de un ricshaw que permitirá el desplazamiento a través del barrio de Thamel, Freak Street, el templete de Thahity Chowk y la Dubar Square, donde reside la imagen de Shiva –en su manifestación más salvaje, Kala Bhhairab-.
Más allá se encuentran El Palacio Real, Jaganath Mandir o Kastha Mandap, conjuntos erigidos por los reyes Malla entre los siglos XII-XVIII. La visita puede terminar con la visita al templo de Basantapur, o ya a pie, en las distintas dewa, plataformas en las que se ubican los distintos templos del centro histórico de la ciudad.
En Bhaktapur (o Ciudad de las Bellezas) destaca su plaza. En ella se contruyó el Palacio de las Cincuenta y Cinco Ventanas, en el que sobresale una piscina custodiada por cobras de metal. Fuera espera el continuum de conversaciones de mercaderes, mujeres lavando ropa, etc.
No se puede dejar el Nepal sin admirar la espectacular ciudad de Bodnath y su hermosa estupa, que resale al s.XVII, y ya en el sur, el Parque Nacional de Chitwan, territorio que actualmente sólo obedece ante un solo rey: el tigre de Bengala.

El valle de Katmandú, a 1.336 m de altitud, es el principal punto de entrada en Nepal. La ciudad de Katmandú es la capital del país.

A tener en cuenta
El visado turístico se tramita en el consulado de Nepal en Madrid (www.consuladodenepal.com) o en el aeropuerto de Katmandú –con fotos de tamaño pasaporte–.
La moneda oficial es la rupia nepalí; 1 euro vale 96 rupias.
La mejor temporada para viajar al valle de Katmandú es durante la época seca, entre agosto y diciembre. Por respeto a la población, conviene vestir con discreción, descalzarse a la entrada de recintos religiosos y solicitar permiso para fotografiar los templos y las personas. En relación con la vestimenta también se recomienda llevar ropa ligera, alguna pieza de abrigo y calzado cómodo; si se tiene previsto realizar un trekking, la agencia nos indicará el material necesario.

Cómo llegar
Desde España, se vuela hasta Katmandú vía alguna ciudad europea o india. El aeropuerto tiene un servicio de taxis que lleva hasta el centro de la ciudad, a 6,5 km de distancia. Suele haber un precio fijo hasta el Thamel, la zona de los hoteles (www.kathmandu-hotels.com).

Cómo moverse
Desde la estación central de Gongabu, en Katmandú (Ring Road) parten autobuses hacia las principales destinaciones del valle. Merece la pena adquirir billete en los autobuses turísticos, porque los regulares van muy llenos. Otra opción es alquilar un coche con conductor. Para circular por la ciudad hay taxis, rickshaws y tempoes (rickshaws a motor); es mejor acordar antes el precio del viaje.

Visitas imprescindibles
Patan. Fue fundada en el año 299 a.C. por el rey Arideva. Es la antigua capital del valle y la ciudad más antigua del mismo. Destaca por la finura de su arquitectura de estilo newari. La plaza Durbar es el centro monumental de la ciudad.
Katmandú. La actual capital de Nepal conserva en buen estado su centro histórico, que se articula en torno a la plaza Durbar. En el popular barrio de Thamel, antigua meca hippy, están la mayoría de hoteles.
Bhaktapur. Con una plaza Durbar mayor que la de la propia capital, resulta menos concurrida y mejor preservada. La pagoda Nyatapola, con siete niveles, es uno los edificios más singulares de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Pashupatinah. A este lugar sagrado dedicado a Shiva, acuden devotos de todo el subcontinente indio. En los ghats (escalinatas) que bajan a la orilla del río Bagmati, afluente del Ganges, se realizan cremaciones de difuntos, como en la ciudad india de Varanassi (Benarés).
Bodnath. El mayor estupa del Nepal constituye el epicentro del exilio tibetano. En los numerosos comercios de la ciudad podemos encontrar abundantes artesanías propias del vecino país, hoy convertido en una provincia china. Es una visita muy habitual desde Katmandú, situada apenas seis kilómetros al oeste.
Parque Nacional de Chitwan. En esta reserva natural habitan diversos animales que se hallan en peligro de extinción, como el rinoceronte indio o el tigre de Bengala. Lo más habitual es contratar una excursión por el parque a lomos de elefante. Se localiza al sudoeste de la ciudad de Katmandú, siguiendo la autopista Tribhuvan.

Visitar Katmandú
La visita a la capital nepalí empieza en el barrio de Thamel donde se concentran hoteles y comercios de estética hippy. La plaza Durbar es la otra visita indispensable; allí se halla el Palacio Real, al que se accede previo pago de una entrada.
Swayambhunath es el templo más antiguo del valle. A 2 km de Katmandú, se puede llegar en bus turístico, taxi, bicicleta y a pie. Una parte del templo está abierta a las visitas pagadas. La panorámica del valle desde la colina es increíble al atardecer.
Patshupatinath está 5 km al este de la capital. Se puede ir en taxi, autobús o tempoes, en unos 40 minutos. Lo mejor es llegar a primera hora de la mañana o al atardecer. Al templo, dedicado a Shiva, sólo pueden entrar los hindúes, pero hay vistas del conjunto desde el río Bagmati. Bodnath (6 km al este) es un centro del exilio tibetano. Aquí está la mayor estupa budista y, en la zona, hay 45 monasterios.

Patán
De Katmandú a Patán, la ciudad más antigua del valle y anterior capital del país, se llega en coche en unos 20 minutos. También hay autobuses desde Gongabu (Katmandú). En su plaza principal o Durbar Square se erige el Palacio Real.

Bhaktapur
Esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, se halla 14 km al este de Katmandú y es accesible en autobús. Su Durbar Square tiene numerosos templos y edificios visitables previo pago.

Parque Nacional de Chitwan
Desde la capital nepalí salen autobuses regulares y turísticos –siete horas de trayecto– hacia este parque, situado al sur en la región de Tadi. Los últimos 6 km es aconsejable recorrerlos en un vehículo todoterreno. También hay vuelos desde Katmandú a Bharatpur o Meghauli, desde donde hay enlaces en vehículo. Las rutas en elefante dentro de la reserva sólo están permitidas a animales contratados en los puestos oficiales del parque.

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