La Ruta Cátara atraviesa el sur de Francia

El catarismo fue uno de los movimientos religiosos más emblemáticos de la baja Edad Media europea. Tuvo un arraigo particular en la región del Languedoc, donde castillos y pueblos se alzaron como expresión de su original fervor religioso. Roma la consideró herética y por ello se dedicó a perseguirla hasta el final. Afortunadamente todavía se yerguen vestigios, muchos de ellos visitables. Entre Carbona y Toulouse se encuentra la ciudad fortificada de Carcasona, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Atravesando la muralla se divisa el castillo condal (siglo XIII) y la Basílica de San Nazario (siglos XI-XIV).
Dejando atrás la ciudad, a unos veinte kilómetros al norte, se halla la localidad de Conques-sur-Orbiel en plena Montaña Negra. Desde allí se accede al conjunto de Lastours – las tors en occitano- sobre el valle del río Orbiel. Cuatro castillos llamados Cabaret, Tour Regine, Surdespine y Quertinheux adornan la cresta de un valle muy rocoso.
Minervois es una de las comarcas más destacadas. Su aldea –Minerva- asegura un primer impacto visual del visitante, ya que se erige como un islote siendo rodeada por profundos cañones excavados por torrentes. Los escenarios más crudos de la resistencia cátara tuvieron lugar en esta pequeña población.
Siguiendo por la autopista rumbo al sur se llega a la región de Les Corbières, donde se aguardan otros tres castillos igualmente bellos y significativos: termes, Quéribus y Peyrepertuse. La ruta por el país cátaro francés no puede olvidar una visita a otros puntos fundamentales: las ciudades de Cordes-sur-Ciel –extremo más septentrional de la región- y por último Albi.

A tener en cuenta
Para viajar a Francia, país de zona monetaria euro, sólo se requiere el documento nacional de identidad. Los meses otoñales son aconsejables para visitar los castillos cátaros, ya que no hay tantos visitantes como en verano y el calor no es tan acusado. Se paga entrada para visitar la mayoría de los vestigios. Hay que tener en cuenta que la ascensión a algunas fortificaciones es de dificultad media, por lo que se requiere calzado y ropa adecuadas.

lLegar y desplazarse
En Carcasona se inicia nuestro viaje por el denominado País Cátaro. La ciudad se halla a 300 km de Barcelona y a 845 km de Madrid. Se llega desde la frontera española, siguiendo la autopista A61, eje principal de este recorrido, hasta encontrar la salida a Carcasona. En tren, desde España (www.renfe.es) hay que viajar hasta Narbona (en Portbou se detiene para realizar el cambio de vía), el principal nudo ferroviario del sur de Francia, desde donde salen los trenes hacia Carcasona (www.sncf.com). Ya en la ciudad, para visitar el resto de enclaves cátaros lo más recomendable es alquilar un vehículo.

Turismo fluvial
El Canal du Midi es un curso fluvial, navegable a lo largo de 240 km. Surca el sur de Francia y pasa por pueblos y ciudades, entre ellos Carcasona. En los principales enclaves de la ruta hay empresas de alquiler de embarcaciones. Para manejarlas se requiere el permiso de conducir y unas mínimas instrucciones que se ofrecen en el momento de la contratación (www.sunfrance.com). Si se opta por navegar por el Canal du Midi, se puede dormir en los barcos –los hay con capacidad hasta 12 personas– atracando en los muelles habilitados.

Alojamiento
La región tiene una oferta variada, que abarca desde cámpings hasta hoteles de diversa categoría. En Carcasona destacan los que ocupan edificios de la Ciudadela medieval (www.sunfrance.com). En ruta, serecomienda el alojamiento rural o gîtes (www.gites-de-france.fr) y el de tipo bed & breakfast (www.chambrehote.fr).

Ciudadela de Carcasona
La visita obligada en esta ciudad es la Ciudadela medieval que la preside. Fue completamente restaurada en el siglo XIX y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1997. Lo mejor es recorrerla a pie, si bien también se alquilan vehículos eléctricos en las oficinas de turismo. Además, éstas organizan visitas guiadas que recorren las calles estrechas y adoquinadas del interior de la Ciudadela y el paseo amurallado que la rodea. En el interior, entre las casas de piedra, sobresalen la catedral de San Nazario (siglo XI) y el Museo del Castillo, donde se describe con detalle la cuidada reconstrucción. Más información: www.carcassonne-tourisme.com.

Principales visitas
Carcasona. Conserva el castillo y la iglesia de San Nazario, y dispone de hoteles, tiendas y restaurantes.
Lastours. Conjunto de cuatro castillos en el corazón de la sierra de la Montaña Negra.
Canal du Midi. Curso artificial, es navegable hasta el Mediterráneo a bordo de barcas con camarotes.
Minerve. Pueblo instalado en un islote encerrado de forma natural por dos cursos de agua.
Termes. Situado en la sierra de Les Corbières, sobre la localidad del mismo nombre. Hay visitas guiadas en castellano.
Montségur. Los restos del castillo más emblemático del catarismo, cerca de la ciudad de Foix.
Peyrepertuse. Castillo situado sobre el pueblo de Duilhac, se llega por las bonitas Gorges de Galamus.
Cordes-sur-Ciel. Una auténtica ciudad medieval al nordeste de Toulouse. El museo Charles Portal guarda manuscritos del siglo XIII.
Albi. Destaca por su catedral y el palacio de la Berbie, que acoge el museo Toulouse-Lautrec.

Los principales castillos
Antes de iniciar la visita a algunos castillos cátaros, es recomendable acudir al Museo Hurepel, situado en el pueblo medieval de Minerva, a 48 km de Carcasona, y dedicado al catarismo (www.le-minervois.com).
Las agencias de viaje de Carcasona organizan visitas a los vestigios de los cuatro castillos cátaros de Lastours, 20 km al norte. De entrada libre, se llega tras una caminata de media hora que sale desde el aparcamiento del mirador de Montfermier (www.audetourisme.com).
En el municipio de Termes, 73 km al sudeste de Carcasona, se conservan restos del que fue uno de los castillos más inexpungables. Se visita desde el pueblo, siguiendo un largo sendero de dificultad media (www.payscathare.org).
La mejor muestra de arquitectura militar medieval del Languedoc es el castillo de Peyrepertusa. Desde Termes, a 34 km, salen autobúses hasta el aparcamiento situado a los pies de los vestigios, donde se cobra la entrada. Hay que estar en forma para subir la montaña de 796 m de altitud, donde se asentaba la fortaleza. Las vistas son magníficas (www.chateaupeyrepertuse.com).
A 8 km de Peyrepertusa se alza el castillo de Queribús, coronando una cresta rocosa, aunque de fácil acceso (www.castland.com). Hay que pagar entrada para visitarlo.
El castillo cátaro más emblemático es el de Montsegur, 85 km al sudoeste de Carcasona, construido a 1.207 m de altitud. En él finalizó en el año 1244 el asedio al catarismo.

La fortificada Albi
Nuestra ruta finaliza en la ciudad de Albi, 167 km al norte de Carcasona. Está presidida por la catedral de Santa Cecilia, de estilo gótico y aspecto fortificado, y el palacio de la Berbie. Merece la pena dirigirse al Pont Vieux que cruza las aguas del Tarn, para contemplar el conjunto, en especial por la noche, cuando se ilumina la ciudad. La oficina de turismo organiza visitas guiadas por el casco antiguo y también venden el abono turístico Albi Pass, que permite participar gratuitamenteen estos paseos, así como entrar con descuento a monumentos y museos. Uno de los principales está dedicado al artista albigés Henri Toulouse-Lautrec (1864-1901), ubicado en el palacio de Berbie (www.albitourisme.fr). Una excursión habitual desde Albi es al pueblo medieval de Cordes-sur-Ciel, 24 km al norte, repleto de casas góticas que hacen del paseo un viaje a la época medieval (www.cordes-sur-ciel.org).

0 Comments:

Post a Comment