Pirineo aragonés

En el norte de la provincia de Huesca se asienta la franja del Pirineo con mayores alturas y algunos de los paisajes más soberbios de esta cordillera. De este a oeste, esta línea pirenaica ocupa unos 200 kilómetros sobre los que sobresalen las cimas del Aneto –la más alta con sus 3.404 metros– o la del Monte Perdido –3.355 metros–, estrella del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Muchos de los pueblos que motean estas montañas aún conservan sus tradiciones, la arquitectura rural o un rico patrimonio monumental que rememora la historia de estos montes, considerados la cuna del reino de Aragón.

Introducción
En el norte de la provincia de Huesca se asienta la franja del Pirineo con mayores alturas y algunos de los paisajes más soberbios de esta cordillera. De este a oeste, esta línea pirenaica ocupa unos 200 kilómetros sobre los que sobresalen las cimas del Aneto –la más alta con sus 3.404 metros– o la del Monte Perdido –3.355 metros–, estrella del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Muchos de los pueblos que motean estas montañas aún conservan sus tradiciones, la arquitectura rural o un rico patrimonio monumental que rememora la historia de estos montes, considerados la cuna del reino de Aragón.

Cuándo ir
El Pirineo de Huesca ofrece un paisaje distinto según la estación del año. Por eso, la selección de la mejor época depende de la actividad que deseemos realizar. En invierno, la nieve es la protagonista de estas montañas; para disfrutar de ella están las estaciones de esquí de Formigal, Astún, Cerler, Candanchú y Panticosa, además de diez zonas preparadas para la práctica del esquí de fondo. Cuando llegan meses templados y calurosos, el Pirineo aragonés se prepara para recibir a cientos de senderistas y amantes de otros deportes al aire libre.

Cómo llegar
La mejor forma para recorrer el norte de Huesca es en vehículo propio. La N-330 comunica Zaragoza y Huesca con el Pirineo. En tren, Renfe (Tel. 902 240 202) dispone de servicios entre Huesca y Jaca, puerta al Pirineo, y también a Sabiñánigo, a 34 kilómetros de Ordesa; desde esta estación salen autobuses al Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido.

Principales visitas
Valle de Echo. Sus grandes atractivos son la selva de Oza, un increíble bosque atlántico de especies autóctonas, y la iglesia románica de Siresa.
San Juan de la Peña. Refugio de eremitas que huían de la invasión musulmana, en esta cueva de la sierra de la Peña se fundó una iglesia mozárabe el año 920 –la llamada hoyiglesia Baja–. Construido al anrigo de una roca, el monasterio actual data de 1071. San Juan de la Peña fue el primer panteón de los reyes aragoneses y está considerado una obra cumbre del románico español. La joya del monasterio es el claustro –siglo XII–, de bellísimos capiteles.
Valle de Tena. Cuenta con algunos de los ibones –lagos de alta montaña– más bellos del Pirineo. El balneario de Panticosa y la estación de esquí de Formigal son otras de sus atracciones.
Broto. Ejemplo de arquitectura tradicional, en el pueblo destacan la Casa del Valle y la iglesia gótica de San Pedro.
P.N. de Ordesa y Monte Perdido. Joya de la naturaleza pirenaica, Ordesa es el único parque español con un ecosistema producto de la erosión glaciar. El macizo de Monte Perdido domina los magníficos valles del parque: Ordesa, Pineta, Añisclo y Escuaín. En el centro de la cordillera pirenaica, el parque ofrece una variedad de paisajes sorprendentes: vertiginosos precipicios creados por los últimos glaciares de los Pirineos, bravos torrentes, frondosos bosques y verdes valles. El Monte Perdido, con 3.355 metros, es la cima más alta. Entre los cuatro valles del parque nacional, el de Ordesa es el más conocido y frecuentado, pero el cañón de Añisclo, las gargantas de Escuaín y el circo de Pineta compiten en belleza e interés. Muchos de los recorridos más atractivos que pueden realizarse en el Pirineo aragonés se hallan dentro de los límites del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El acceso al parque está limitado a 1.800 personas al día. Sólo se puede recorrer a pie y la acampada está autorizada en zonas específicas y sólo durante la noche. El entorno de Ordesa fue declarado parque natural el año 1918; más tarde, en 1967, amplió su extensión y catalogación, convirtiéndose en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido; por último, por su importancia etnográfica y natural, la Unesco le otorgó en 1997 el título de Patrimonio de la Humanidad. El parque tiene una extensión de 15.709 hectáreas, que se dividen en cuatro sectores: Torla, Escalona, Bielsa y Escuaín. Cada uno tiene un acceso propio y un Centro de Visitantes, donde informan de las excursiones que pueden seguirse en el parque, diversas actividades y tipos de alojamiento; de estos centros, Escalona (Tel. 974 505 131) y Torla (Tel. 974 486 472) ofrecen información por teléfono.
Parque de Posets-Maladeta. Varios lagos de alta montaña y abundante vegetación alpina hacen de esta zona una de las más destacadas del Pirineo.
Aínsa. La ciudad medieval mejor conservada del Pirineo aragonés vigila desde un cerro la unión de los ríos Cinca y Ara.

Gastronomía
Los platos típicos del Pirineo de Aragón reflejan el carácter sobrio de estas tierras de acceso y clima duros. La carne de cordero es la estrella de su gastronomía, así como el pollo y las truchas. Muchos platos se preparan con boliches, unas judías muy utilizadas en la zona. De los valles de Echo y Ansó son muy populares los platos de migas «a la pastora» y las sopas de ajo.

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