En 1890, el presidente Abraham Lincoln convirtió Yosemite en el primer parque nacional de Norteamérica, para proteger las inmensas secuoyas de la explotación maderera. El parque está situado en el este de California, en la vertiente occidental de Sierra Nevada, una derivación de las Montañas Rocosas. Junto con las vecinas reservas de Sequoya y el Cañón de los Reyes, forma un impresionante santuario natural de casi 4.000 km2, al que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad en 1984. Un recorrido de norte a sur permite conocer bien este parque de colosales moles graníticas, enormes secuoyas y animada fauna salvaje. Se llega al corazón del parque a través de la carretera que penetra en el valle de Yosemite, atravesado en horizontal por el río Merced. Allí se concentran buena parte de sus maravillas: miradores con las mejores vistas de Sierra Nevada, algunas de las cataratas más altas del planeta —Ribbon Falls, Sentinel y Upper Yosemite— y montañas emblemáticas como El Capitán, uno de los principales retos alpinísticos del mundo, y Half Dome, una montaña mágica antaño para los nativos y hoy para los escaladores. Para observar la fauna del parque conviene salirse de las sendas marcadas. Es fácil toparse con mapaches, ardillas y marmotas. En paseos más largos es posible observar con paciencia otros animales como el coyote, el zorro rojo, el ciervo y el oso negro. Durante el día, sobrevuelan el cielo el halcón peregrino y el cóndor americano. Más inquietante resulta por la noche el rugido del puma, tan difícil de sorprender como el lince.

El primer parque nacional declarado en Estados Unidos (1890), se sitúa en el estado de California, en la Sierra Nevada, uno de los ramales de las Rocosas. La Unesco lo incluyó en su lista de Patrimonio de la Humanidad en 1984.

A tener en cuenta
Para viajar a Estados Unidos se necesita llevar el pasaporte de lectura electrónica (www.embusa.es). El idioma oficial es el inglés y la moneda, el dólar americano: 1 euro equivale a 1,20 dólares. La diferencia horaria entre California y España es de 9 horas menos.
Las mejores épocas para visitar Yosemite son al final de la primavera, cuando empieza el deshielo y crece el caudal de las cascadas, y en otoño, cuando el colorido de los bosques transforma los paisajes. En invierno hay puntos cerrados al público a causa de la nieve.

Cómo llegar
No existen vuelos directos desde España y la mejor opción es volar desde Madrid o Barcelona hasta el aeropuerto de San Francisco. El trayecto en avión dura unas 20 horas e incluye una escala intermedia en Nueva York o en Atlanta.
San Francisco se sitúa a 235 km de Yosemite. La mejor opción para desplazarse es alquilar un vehículo todoterreno en el mismo aeropuerto. También existen líneas de autocar que llevan a ciudades cercanas al parque (www.yarts.com).

Centros de información
El parque de Yosemite cuenta con varios accesos: en el oeste, Arch Rock y Big Oak Flat; en el este, Tioga Pass; y la Entrada Sur. Cada uno cuenta con un Centro de Visitantes donde se cobra la entrada: las tarifas varían según el tipo de vehículo y el número de ocupantes. En estas oficinas informan sobre los senderos y alojamientos abiertos, y contratan rutas con guía y actividades como escalada y paseos en barca. La Entrada Sur es la más rápida para llegar al valle de Yosemite, emblema del parque y área donde se reúnen muchos de sus atractivos naturales. El valle cuenta con una oficina propia en Yosemite Village. Más información en las páginas: www.yosemitepark.com, www.nps.gov/yose y www.nationalparkreservations.com.

Cómo moverse
La mejor forma de desplazarse por Yosemite es en coche o en los autobuses que recorren la reserva –hay 320 km de carreteras–. Si se elige el vehículo particular, conviene proveerse de gasolina, ya que dentro del parque el combustible es más caro y escasean las gasolineras. Lo más recomendable para adentrarse en Yosemite es seguir rutas senderistas, que abarcan desde excursiones de menos de una hora hasta trekkings de largo recorrido. Uno de los más emblemáticos es el John Muir Trail, dedicado al naturalista de finales del siglo xix que potenció la protección de Yosemite. Empieza en Yosemite Village y acaba en el Tioga Pass, el acceso este.
El parque nacional cuenta con una gran variedad de alojamiento, desde lujosos lodges hasta campamentos con tiendas de lona. Si se piensa acampar por libre, es obligatorio solicitar un permiso con antelación.

Valle de Yosemite
Apodado «la catedral de la naturaleza», ocupa el 1% de la superficie de la reserva y concentra los máximos exponentes naturales de ésta: moles graníticas, desfiladeros por los que caen cascadas, bosques de secuoyas, lagos y una fauna abundante que incluye ciervos y osos negros. Desde el acceso Sur, la primera visita es la reserva de secuoyas gigantes de Mariposa Grove, con ejemplares que tienen más de mil años.
Entre las cumbres más emblemáticas del Valle sobresale El Capitán, una mole de granito –considerada la mayor del mundo– que se ha convertido en atractivo reto para los escaladores. La otra montaña emblemática de Yosemite es el pico Half Dome (1.450 m). Glacier Point (1.000 m), de fácil acceso en coche, es un excelente mirador. Desde Yosemite Village se inician algunas de las excursiones más populares del Valle de Yosemite, como las caminatas cortas que conducen en menos de una hora a las cascadas Lower y Upper Yosemite –esta última es la más alta de Norteamérica, con 739 m de caída–, y a los saltos de agua de Bridalveil (189 m), Nevada (180 m) y la más discreta Vernal (90 m).

Cathedral Peak
Yosemite cuenta con 3.200 lagos. Los más representativos se incluyen en rutas de senderismo como la del lago Tenaya –accesible por carretera–, que enlaza con los
lagos Cathedral, situados al abrigo de Cathedral Peak, punto de referencia de las excursiones por el nordeste de la reserva. La natación está permitida en lagos y ríos, aunque no en las zonas con saltos de agua. Uno de los ríos más populares para las actividades acuáticas es el curso del Merced, donde es posible pasear en barca.

Tuolimne Meadows
Desde el Valle de Yosemite se inician excursiones panorámicas hacia el Tioga Pass, a través del territorio conocido como las Tierras Altas, con cumbres que alcanzan los 4.000 m de altitud. El itinerario más popular es la Ruta Tioga, abierta al paso de vehículos desde mayo hasta otoño, antes de que lleguen las nevadas. Aquí destacan las praderas subalpinas de Tuolumne Meadows, ubicadas junto a lagos de origen glaciar. La zona dispone de áreas de acampada y multitud de senderos. Dada la altitud, hay que tener en cuenta que las temperaturas son más frías y el cansancio se acusa más.

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