Lisboa

Entre las muchas razones que ofrece Lisboa para una visita, el barrio de la Alfama es una de las más persuasivas. Se trata de la zona de la ciudad que ha conservado mejor el aspecto que tenía antes del terremoto de 1755, tras el que la capital portuguesa debió ser casi enteramente reconstruida. Alfama, como sugiere su mismo nombre, constituyó el núcleo urbano durante el período de dominio musulmán, concluido con la reconquista cristiana en 1195. De esa fase conserva el trazado laberíntico característico de las medinas árabes, con calles estrechas e irregulares, placetas y terrazas, en las que transcurre una vida animada y colorista. Son múltiples los lugares del barrio que merecen una visita: la iglesia de San Antonio de Padua y la catedral de Lisboa (la Sé), el Museo del Azulejo, el de Artes Decorativas (que contiene una exquisita muestra de muebles portugueses, franceses e ingleses desde el siglo XVI al XIX) o la iglesia de San Vicente de Fora, lindante con el barrio de Graça. No puede faltar tampoco el ascenso al castillo de San Jorge, desde el que se obtiene un soberbio panorama sobre toda la ciudad y en el que pueden disfrutarse sus agradables jardines. El recuerdo de la Al Usbuna musulmana se funde así con la Lisboa barroca para crear una impresión inolvidable en el viajero.

En el sudoeste de Portugal, a orillas del río Tajo, se encuentra Lisboa, la capital. El barrio de Alfama es su núcleo histórico, la antigua ciudad musulmana. El tranvía 28 asciende por sus calles hasta el castillo de San Jorge.

Cómo llegar
Para viajar a Portugal sólo se precisa el documento nacional de identidad. Desde España hay varias compañías que vuelan a Lisboa. TAP-Air Portugal, por ejemplo (www.flytap.com), ofrece vuelos desde Madrid y Barcelona. Se aterriza en el aeropuerto de Portela Sacavém, situado 7 km al noroeste de la ciudad. Para llegar a Lisboa se puede coger un taxi o el Aerobus 91. Esta línea de autobús funciona cada treinta minutos, entre las 7 h y las 21 h; tiene su origen y final en la estación de tren de Cais de Sodré, situada frente a la estación marítima de igual nombre, a orillas del río Tajo.

Moverse por la ciudad
La red de transporte público de Lisboa está compuesta por taxis, metro, autobuses, funiculares, elevadores y tranvías eléctricos. Son precisamente estos últimos, conocidos como carris de ferro, los más recomendables para moverse por las tortuosas calles de Alfama y subir al castillo.
La línea 28 es famosa por su recorrido. Sale de la céntrica plaza Martim Moniz y enseguida entra en Alfama, donde realiza paradas en los miradores de Das Portas do Sol y de Santa Luzia, en la iglesia de Santa Graça, en San Vicente de Fora, en el castillo de San Jorge y en la Sé o catedral. Los billetes se adquieren en el punto de venta de la plaza Figueira; existen abonos para varios días.

Tarjetas turísticas
En las oficinas de turismo de la capital portuguesa se vende la tarjeta Lisboa Card. Válida para uno, dos o tres días, permite acceder gratuitamente al transporte público y visitar hasta 26 museos, además de obtener descuentos en compras y otras visitas. Otro abono turístico es el Taxi Voucher, un talonario de prepago, para recorrer en taxi la ciudad y sus alrededores. Por último, la Lisboa Restaurant Card ofrece el 10% de descuento en los establecimientos que se han adherido a esta promoción.

Principales visitas:
Mirador de Santa Luzia. Desde sus bancos con azulejos y protegidos por pérgolas, la panorámica alcanza hasta el río Tajo.
Santa Engracia. Iglesia barroca situada en el límite este del barrio.
Castillo de San Jorge. Desde el amplio jardín que lo rodea, se disfruta de las mejores vistas sobre la capital. El interior está abierto al público.
Casa dos Bicos. Palacio del siglo XVI, en la rua dos Bacalhoeiros. Hoy es un centro de exposiciones.
Sé o catedral. Del siglo XIII y con aspecto de fortaleza medieval, ha sido remodelada varias veces. El tranvía 28 pasa por delante mismo.
San Vicente de Fora. Iglesia y panteón Real, obra del italiano Filippo Terzi en el siglo XVI.
Feira da Ladra. El curioso y popular mercadillo ocupa el Campo de Santa Clara y la explanada de San Vicente de Fora todos los martes y sábados.

Los mejores miradores
La colina sobre la que se asienta el barrio de Alfama ha favorecido la construcción de numerosos miradores. Estas terrazas ofrecen amplias panorámicas sobre el barrio y el estuario del Tajo. De entre todos, destaca el mirador de Santa Luzia, en la plaza de igual nombre. Es un rincón refrescado por la sombra de pérgolas, y con bancos decorados con azulejos. Otras balconadas son el mirador de San Pedro Alcántara, con vistas al castillo de San Jorge, la Praça dos Restauradores y las iglesias de Graça y de San Esteban. Para disfrutar de una imagen distinta de Alfama, conviene cruzar el río Tajo y subir al mirador Boca do Vento. Los transbordadores parten de la estación fluvial Terreiro do Pazo, casi enfrente de la plaza del Comercio.

La catedral
Construida en el año 1195 sobre la mezquita de la ciudad musulmana, la Sé es el templo más antiguo de Lisboa. Su fachada, con aire de fortaleza, da paso a una nave central de origen románico, que finaliza en un coro barroco. En la Sacristía se expone el tesoro catedralicio. El recinto está abierto al público de martes a sábado, de 9 h a 17 h; los domingos sólo abre por la mañana. Su acceso es gratuito.

Iglesias de Alfama
Junto a la catedral se puede visitar la iglesia barroca de San Antonio de Padua y, justo al lado, un museo dedicado a ese santo. Hacia el oeste, en el Largo de San Vicente, se levanta la iglesia de San Vicente de Fora, uno de los edificios barrocos más valiosos de la ciudad. De acceso gratuito, en el interior resaltan el altar mayor, el mosaico de mármol de la capilla de la Enfermería, el retablo dorado de la capilla del Pilar, el artesonado del coro, hecho con madera de Brasil, y los azulejos del claustro.
Las iglesias de San Esteban (rua de Santo Estevão) y San Miguel (Largo de San Miguel) merecen una visita, aunque sólo sea por pasear por las calles que las rodean. El paseo puede ser una buena excusa para acercarse hasta las iglesias barrocas de Santa Engracia y de Graça.

Castillo de San Jorge
En lo alto de la Costa do Castelo se alzan las murallas y las once torres de esta fortaleza desde la que se domina Lisboa. Se puede subir hasta el castillo con el ya mencionado tranvía 28 y también con el número 12. La historia del castillo se remonta al siglo I a.C., cuando fue sucesivamente ocupado por romanos, visigodos y árabes hasta la conquista cristiana en el siglo XII. Rodeado por un extenso parque arbolado, el acceso principal al recinto se realiza por la torre de Ulises. Dentro del perímetro se puede pasear entre los vestigios de la alcazaba árabe y visitar las dependencias del palacio. Merece la pena realizar una visita nocturna para admirar la ciudad iluminada desde la muralla. El castillo abre de 9 h a 21 h entre marzo y octubre; el resto del año, el recinto está abierto hasta las 18 h.Museos recomendados
Muy cerca del mirador de Santa Luzia, en el Largo das Portas do Sol 2, se puede visitar el Museo de Artes Decorativas, donde se exponen mobiliario del siglo XVII, azulejos de palacios de la periferia de Lisboa y pinturas de artistas nacionales; abre de martes a domingo, de 10 h a 17 h. Para completar la visita de Alfama, vale la pena desplazarse hasta la calle Madre de Deus 1, en el límite nordeste, y visitar el Museo del Azulejo, que reúne colecciones de los siglos XV a XX.

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