Los monarcas que gobernaron Francia entre los siglos XVII y XVIII —en especial Luis XIV, el Rey Sol— hicieron ostentación de un poder absoluto, perfectamente reflejado en el palacio de Versalles, situado en las afueras de París. Luis XIV (1638-1715) deseaba construir un escenario que diferenciara su reinado de los anteriores. El arquitecto Louis Le Vau recibió el encargo de transformar un pabellón de caza en el mayor palacio barroco de Europa, todo un ejemplo de fastuosidad. El recinto se estructura en un edificio principal y varios pabellones diseminados en un parque de cien hectáreas de superficie, repleto de estanques y bosquecillos. Los apartamentos reales se localizan en la primera planta del edificio principal, y están profusamente decorados con obras de arte, maderas preciosas y dorados. Las estancias del monarca reciben el nombre de deidades mitológicas por su decoración: Venus, Marte, Mercurio, Apolo y Hércules. Sin embargo, el espacio más célebre e ilustre es la Galería de los Espejos, una sala de 70 metros de largo que debe su nombre a los 357 espejos murales que multiplican la luz filtrada por los enormes ventanales. Además, en 1687, el mismo Rey Sol mandó construir el Grand Trianon en un extremo del parque, un palacete de mármol rosa que utilizaba para su retiro. Un siglo después, se erigió el Petit Trianon, donde María Antonieta creó su reino privado.

El mayor palacio de Europa y símbolo del Estado absolutista se localiza 27 km al oeste de París. Fue ordenado construir por Luis XIV en 1668, y la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979. Su visita incluye el interior del palacio y los jardines.

A tener en cuenta

Para visitar Francia, los ciudadanos de la Unión Europea sólo precisan llevar el documento nacional de identidad en regla. Cualquier época del año es buena para viajar al palacio de Versalles, aunque es preferible elegir un día soleado de primavera para disfrutar de los magníficos jardines y de un paseo por su estanque. Conviene empezar la visita temprano.
La oferta de alojamiento en la localidad de Versalles y las poblaciones de los alrededores abarca desde hoteles asequibles y cadenas internacionales hasta otros instalados en palacios como el Trianon Palace. También existen varios cámpings en la zona. Reservas en: www.francehotelreservation.com.

Llegar y desplazarse
Versalles se sitúa a 27 km de París. Desde España, hay una gran oferta de vuelos a la capital de Francia con compañías nacionales, internacionales y de bajo coste. La duración del vuelo Madrid-París es de dos horas. El viaje en tren, en especial desde Barcelona (a 1.038 km), es cómodo, sobre todo en horario nocturno (www.renfe.es). En coche, se necesitan diez horas para cubrir el trayecto Madrid-París (1.262 km). Desde París, lo más fácil para ir a Versalles es la línea C5 del tren RER (www.ratp.fr), dirección Versailles-Rive Gauche; se llega en 30 minutos. El palacio está a cinco minutos a pie de la estación. En coche desde París, se toma la autopista A-13 hasta la salida Versailles-Château.

Consejos para la visita
El palacio de Versalles abre todos los días, excepto los lunes. Los precios de entrada varían según el recorrido que se elija –por libre, con audioguía o en visita guiada– y los lugares que se visiten: el palacio, eldominio de María Antonieta, el Gran y Pequeño Trianón y los jardines; estos últimos son de acceso libre, salvo cuando hay espectáculos. Hay abonos como el «Passeport à la journée» que evita las colas para
entrar a las exposiciones. El recinto puede recorrerse a pie, pero hay un pequeño tren que une el palacio con el Gran y el Pequeño Trianón (www.chateauversailles.fr).
Vale la pena consultar la agenda de exposiciones, de los conciertos de música barroca y de los espectáculos de luz y sonido que tienen lugar en las fuentes de los jardines.
festivales de primavera
El más espectacular son los Grandes Juegos de Agua del jardín, que fueron instaurados por Luis XIV; los surtidores de las fuentes expulsan agua al ritmo de compositores barrocos. La Capilla Real acoge cada jueves conciertos de música clásica (chateauversailles-spectacles.fr)

Grandes Apartamentos
La Galería de los Espejos y los contiguos salones de la Guerra y de la Paz componen los Grands Appartements de Versalles. La primera se construyó en 1678, cuando Versalles pasó a ser la residencia de la corte. Es la sala más impresionante del palacio, con 73 m de largo, 10,5 m de ancho, 12,3 m de alto y 17 grandes espejos que se corresponden con 17 ventanales que dan al jardín. Aquí se firmó el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
También destacan las estancias dedicadas a los planetas y sus divinidades, como Venus o Diana, adornadas con mármoles, bronces, maderas nobles y pinturas. Otras salas remarcables son la Cámara del Rey y la Cámara de la Reina, que se conserva como la dejó María Antonieta en 1789.

La Capilla Real y la Ópera
En el ala Norte del palacio están la Capilla Real y el Teatro de la Ópera. La primera, de dos pisos, se inició en 1689 y es una de las mejores obras barrocas de Francia. Su construcción fue dedicada a san Luis, el rey Luis IX, último monarca europeo que luchó en las Cruzadas. El Teatro de la Ópera fue construido en 1770 por Luis XV para la boda de su hijo, el futuro Luis XVI, con María Antonieta. Tiene capacidad para más de 700 personas y una rica decoración revestida de madera.

Pequeño y Gran Trianón
Además del palacio principal, Versalles incluye otras construcciones. El palacete del Pequeño Trianón fue edificado en 1762, en tiempos de Luis XV, y regalado por Luis XVI a su mujer, la reina María Antonieta, quien amplió sus dependencias y lo convirtió en su refugio. Dorados, rosas y líneas sobrias caracterizan su estilo. Por su lado, el Gran Trianón lo mandó construir Luis XIV en 1678 para alejarse de la vida en la corte. El mármol rosa es el elemento predominante de su decoración.

Jardines y fuentes
Las zonas verdes de Versalles fueron diseñadas entre 1661 y 1687 por el paisajista André Le Nôtre, jardinero de Luis XIV. Su geometría responde a los cánones del jardín francés del barroco. Contiene hasta 372 estatuas y 55 fuentes y estanques. Entre las primeras destacan el Bosquet de la Colonnade o el Bosquet de Dauphin, y entre los segundos el Gran Canal, de estilo veneciano, y la fuente de Apolo, en el estanque del extremo occidental, donde el dios del Sol surge de las aguas en un carro tirado por cuatro caballos.

Recorrido por la ciudad
Versalles, capital del departamento de Yvelines, fue escenario de fastos reales y también de los primeros compases de la Revolución Francesa de 1789. Hoy es una ciudad de amplias avenidas que conserva joyas como el barrio de Saint Louis, con calles y palacios del siglo xviii, y la magnífica Catedral de Sant Louis. No hay que perderse la Gran Caballeriza, edificio del siglo xvi que alberga una colección de carrozas, y el Museo Lambinet (www.musee-lambinet.fr), una mansión del xviii (www2.mairie-versailles.fr).

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