Córcega, los Alpes mediterráneos

Napoleón aseguró que podía reconocer su patria sólo por el olor: Córcega está dotada de un perfume irrepetible en el que se funden el tomillo, el almendro, la higuera, el castaño, el pino, la artemisa, la lavanda y, por supuesto, el mar.
Partiendo desde el Norte, en Calvi, se ponen a prueba todos los sentidos; este puerto sirve como punto estratégico para acceder a la isla, ya sea en ferry o en avión. La morfología de la ciudad (calles empedradas, casas de veraneo de estilo rústico, etc.) se repite en otras ciudades de la costa, como por ejemplo Speloncato o San Antonio, ambas situadas sobre impresionantes atalayas rocosas. No lejos de Calvi se puede acceder a la Reserva Marítima y Terrestre de Scandola. La riqueza geológica de dicha reserva se remonta hasta 250 millones de años atrás: una erupción volcánica dejó tras de sí formaciones rocosas de ensueño durante los siglos venideros, y la vegetación y fauna se fueron posando en ellas. El reconocimiento oficial de su belleza llegó de la mano de la UNESCO, que en 1975 la declaró Patrimonio de la Humanidad. Siguiendo por la ribera oriental de la isla se llega al golfo de Porto. Tomando la carretera hacia Piana las panorámicas resultan de ensueño: sobre altos acantilados se puede contemplar la inmensidad del mar. Los despeñaderos, riachuelos y las calas terminan de dibujar este increíble paisaje. Sin embargo, el interior encierra tesoros magníficos: la sierra interior, protagonista del Parque Natural de Córcega, es uno de ellos. Antes de volver a la costa merece la pena visitar Corte, capital de la Córcega independiente en el siglo XVIII. Finalmente, Ajaccio, ciudad afrancesada, diferente de cuanto se haya visto hasta entonces en la isla. Napoleón, nativo de esta ciudad, se encargó de que fuera la nueva capital en 1811. Su recuerdo permanece en la actualidad: estatuas, calles y tiendas se encargan de agradecerle vivamente su gesto.

A tener en cuenta
Para este viaje sólo se precisa el documento nacional de identidad.
Como en Francia, la moneda oficial es el euro. Se aceptan habitualmente todas las tarjetas de crédito. Los idiomas oficiales son el francés y el corso. También se habla inglés en los establecimientos turísticos.

Cuándo ir
La isla tiene un clima mediterráneo, con veranos calurosos y secos e inviernos templados y lluviosos. Cualquier época del año es buen para visitar la isla, aunque la estival es la más concurrida y la más cara.

Cómo llegar
Desde varias ciudades españolas salen vuelos hasta Córcega, que siempre realizan una escala en París, Niza o Marsella. En verano, se programan vuelos chárter directos. Otra opción es llegar a Córcega por mar, en transbordadores que salen desde Marsella, Toulon o Niza y llegan a los puertos corsos de Bastia, Île Rousse, Porto Vecchio, Calvi, Ajaccio y Propriano. Los feries disponen de camarotes y bodega para coches. Para ir en barco consultar la web: www.sncm.fr.

Cómo moverse
Una de las mejores opciones es el alquiler de un coche; hay empresas en el aeropuerto y en las principales ciudades. Las carreteras suelen ser estrechas y con muchas curvas, en especial las que atraviesan el centro de la isla y las de la costa oeste. Córcega está comunicada por diversas líneas de autobús que enlazan las principales localidades. Fuera de la temporada alta, los horarios cambian y la frecuencia de paso se reduce. Desde Bastia parte el «trinighellu», el tren corso (www.train-corse.com) que, aunque es lento, ofrece panorámicas únicas de la costa y del interior.

Dónde dormir
La oferta de alojamiento es muy amplia, gracias a la abundancia de hoteles de diversas categorías y apartamentos de alquiler. El turismo rural está muy desarrollado en el centro de la isla. En las localidades de Porto Vecchio y Bonifacio, loshoteles son más exclusivos. Se puede consultar la oferta en la web: www.visit-corsica.com.

Gastronomía
Carne de ternera, pescado, verdura y fruta, vino, miel, aceite de oliva, embutido y el brocciu (un queso local) son los productos tradicionales de la gastronomía corsa. Entre los platos más típicos destacan el figatellu (una salchicha de hígado) y el lonzu (lomo de cerdo salado y secado). Los agricultores y artesanos de los valles corsos se han agrupado para ofrecer varias rutas que descubren el territorio a través de sus productos. Más información en: www.corsica-terroirs.com.

Visitas ineludibles
Calvi. Esta antigua ciudadela es uno de los centros turísticos más importantes de la isla. El activo puerto y el aeropuerto de llegada para muchos visitantes no han alterado su fisonomía y su calma ancestral.
Speloncato. A 35 km de Calvi, debe su nombre a las numerosas grutas (speluncas) que lo rodean.
San Antonino. Su situación, a 450 metros sobre el nivel del mar, garantiza unas vistas inmejorables.
Reserva Natural de Scandola. Este espacio se recorre en excursiones en barco que ofrecen la posibilidad de bucear en las aguas cristalinas repletas de fauna. Llama la atención el color rojizo de las rocas.
Corte. La ciudad, capital de la isla en el siglo XVIII, sigue siendo el centro cultural de referencia. Está rodeada de altas montañas y pueblos tradicionales. En toda la zona se degusta una cocina excelente.
Parque Natural de Córcega. Casi todo el interior y parte del litoral están preservados por este parque que ofrece las mejores rutas para recorrer y conocer Córcega.
GR20. Su longitud y la variedad de sus paisajes hacen que este sendero sea uno de los más famosos de Europa.
Ajaccio. Capital administrativa de la isla, rodeada de un litoral escarpado pero accesible que dibuja calas, penínsulas y ensenadas solitarias.
Islas Sanguinarias. Situadas frente a la costa de Ajaccio, es una de las visitas marítimas más recomendables, por sus fondos marinos y su peculiar relieve.
Bonifacio. Sus murallas, levantadas sobre un acantilado que se precipita al mar, lo convierten en uno de los pueblos más atractivos de la isla. Desde el mirador se divisa Cerdeña.

Los principales pueblos
En las oficinas de turismo organizan varios recorridos para visitar los principales núcleos monumentales de la isla, así como sus parajes naturales (www.visit-corsica.com). La ruta Norte se dirige a la zona de Balagne, donde están Île Rousse y Calvi, y la capital corsa, Ajaccio –cuna de Napoleón–, desde la que se continúa en ferry a las islas Sanguinaires y a localidades pintorescas como Olmeto, Filitosa y Propriano. El recorrido por el sur de Córcega debe incluir la visita a Bonifacio y Porto Vecchio, enclaves turísticos que mantienen el encanto de sus barrios antiguos. Por último, en la costa oriental destaca Bastia, con su Ciudadela. En el centro está la ciudad de Corte, rodeada de altas montañas; el Museo de Córcega de Corte relata la historia de la isla: www.musee-corse.com.

Ruta por el litoral
Cap de Corse, en el norte de la isla, preside una península que acoge encantadores pueblos de pescadores. En el camino de acceso desde Île Rousse hasta Saint Florent, primer enclave del cabo, se ubica el desierto de Agriates y su espectacular playa de la Saleccia. Información sobre rutas por esta zona: www.objectif-nature-corse.com. Al norte del golfo de Girolata se sitúa la Reserva Natural de Scandola, que destaca por la preservación de sus paisajes. Sólo se puede accede por mar, en barcos que salen desde Calvi y Porto, donde muchas agencias proponen esta excursión. Está prohibido bucear, pescar y pernoctar en la reserva.
Alrededor de Bonifacio (www.bonifacio.fr), en el sur de la isla, se extiende una espectacular costa acantilada de 70 kilómetros de longitud. Frente a ella se sitúan las islas Lavezzi y Cervicales, famosas por sus fondos marinos, en los que se pueden practicar el buceo.

Parque Natural de Córcega
Dos tercios del centro de la isla se sitúan en los límites del Parque Natural Regional de Córcega, donde se proponen muchas actividades (www.parc-naturel-corse.com).La isla tiene una altitud media de 568 metros. Su cumbre más elevada es el monte Cinto, de 2.710 metros de altitud, meta de muchos escaladores. Otra cima emblemática es el Capu Tafunatu, apodada «la montaña perforada», desde la que se consiguen panorámicas sobre los golfos de Portu y Girulata. La capital montañosa de Córcega es Corte, punto de partida de muchas excursiones, como la que atraviesa las gargantas de Restonica.

Actividades al aire libre
En el Parque Natural Regional de Córcega se ofrece una red de más de 1.500 km de senderos, desde el GR-20 –para expertos y sólo entre los meses de junio a octubre– a otros de menor dificultad que se recorren todo el año. Desde noviembre hasta abril, es buena época para visitar Córcega y descubrir sus propuestas de invierno. En función de la nieve, se organizan paseos con raquetas de nieve y esquís de fondo. Una ruta muy tradicional es la Alta Strada, que atraviesa el centro de la isla. Las principales pistas de esquí de la isla son Ghisoni, Vergio y Val d'Ese. Con la llegada de la primavera, en las montañas se realizan circuitos ecuestres y escalada; en verano, descensos de cañones y rafting. Por su parte, las poblaciones costeras ofrecen actividades marítimas como paseos en barca o en velero y submarinismo. Más información: www.objectif-nature-corse.com y www.destination-corse.com.

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