Las reducidas dimensiones de Menorca (47 kilómetros de este a oeste y menos de 20 kilómetros de norte a sur) la convierten en una isla ideal para recorrerla circularmente y sin agobios. Conviene alquilar un vehículo para visitar los rincones más bellos y escondidos, mientras que para acceder a ciertas calas remotas es imprescindible hacerlo por mar. El recorrido parte de Maó, la capital de la isla, y se dirige por la costa norte hasta los arenales del sur, realizando una parada obligatoria en Ciutadella, cuyo puerto estratégico ha sido utilizado desde tiempos de los fenicios. Postrada en lo alto de un acantilado, Maó es el punto más oriental de la geografía española. Fenicios, cartagineses, romanos, musulmanes, catalanes, ingleses, franceses y españoles han dejado su impronta en esta isla y han legado un rico patrimonio arquitectónico. Sin embargo, la presencia de los ingleses en Menorca —durante todo el siglo XVIII— definió la particular idiosincrasia de los menorquines, tanto en lo referente a las tradiciones como en los frecuentes anglicismos en el habla menorquina. Al salir de Maó, y en dirección hacia Fornells, se encuentra la Albufera, un parque natural que ocupa unas dos mil hectáreas de terreno. Una vez en Fornells resulta imprescindible degustar una deliciosa caldereta de langosta en Es Cranc o unas pilotes de calamar en La Palma. En dirección a poniente aparece el mágico y majestuoso cabo de Cavalleria, que alberga yacimientos arqueológicos recientemente excavados junto al antiguo puerto romano de Sanitja. En este viaje tampoco se puede prescindir de una visita a Ciutadella, que se contrapone a Maó en diversos aspectos. El escritor Josep Pla decía que «si Maó es la capital política y administrativa, Ciutadella es la capital eclesiástica, con catedral, obispo y seminario».

Cómo llegar
Varias compañías regulares y de bajo coste ofrecen vuelos diarios a Menorca desde Madrid, Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca. Taxis y autobuses comunican el aeropuerto con Maó, a 4,5 km.
Por mar, se puede llegar a los puertos de Maó y Ciutadella con varias compañías navieras que salen desde Barcelona y Valencia. Es un medio idóneo si se quiere llevar vehículo particular o bicicleta.

Cómo moverse
La mejor opción para recorrer la isla es el coche, sea propio o de alquiler –en el aeropuerto hay varias agencias–. Las carreteras de la isla están en buen estado. También es recomendable realizar excursiones en bicicleta hasta algunas playas. La isla cuenta con una amplia red de caminos locales que discurren entre colinas y campos aparcelados con muros de piedra seca.

Dónde dormir
Menorca dispone de diversos tipos de alojamiento. Destacan las casas rurales en zonas del interior (www.agroturismo-balear.com). Los pueblos cuentan con pensiones y hostales, mientras que los enclaves turísticos, disponen de apartamentos y hoteles de diversas categorías (www.visitmenorca.com). Se recomienda reservar con antelación.

Principales Visitas
Maó. La capital de Menorca se levanta sobre un acantilado. Desde su casco antiguo se tienen espléndidas vistas del ajetreado puerto. Destaca el aire inglés de sus calles y edificios.
Cabo de Favàritx. En medio de un insólito paraje de aspecto lunar se alza el faro de Favàritx. En la ruta desde Maó se visita la reserva natural de la Albufera des Grau.
Fornells. Este pueblo marinero conserva su esencia de antaño a pesar de que hoy su principal actividad es el turismo. En los restaurantes del puerto se sirve la caldereta de langosta.
Cala Pregonda. Es una de las playas más bonitas y mejor preservadas del norte de Menorca. Cerca se hallan otras playas recomendables como la de Cavalleria, la de Binimel.là o la cala del Pilar.
Ciutadella. En la antigua capital de la isla, destaca el animado puerto, la Catedral, sus callejuelas y palacios señoriales y la Torre de San Nicolau. La fiesta de San Juan es muy popular.
Cala Macarella. Junto a cala en Turqueta, cala Mitjana, Son Saura y cala Macaralleta forman el conjunto de playas más idílicas, con arenas blancas y aguas turquesas.
Son Bou. Con 4 km de longitud es la playa más extensa de Menorca. En uno de sus extremos puede visitarse una basílica paleocristiana.
Cala en Porter. Este tramo de costa se caracteriza por las numerosas cuevas de sus acantilados. Destaca la d’en Xoroi, convertida en discoteca.

Visita a Maó
La capital de la isla es una ciudad moderna que conserva un atractivo casco antiguo, con edificios blancos y contraventanas pintadas de verde o marrón, además de algunas muestras modernistas, cuyo ejemplo más destacado es la casa Mir. El mercado de pescado, alzado sobre un baluarte del siglo XVIII, merece un paseo. Desde el acantilado sobre el que se erige la ciudad vieja, se avistan los restaurantes y muelles del puerto, base de las excursiones en barca que resiguen la fachada marítima de Maó (www.ajmao.org).

El talatí y la albufera
Los vestigios megalíticos del Talatí de Dalt se sitúan cuatro kilómetros al oeste de Maó. Hacia el norte, por la carretera que va a Fornells, se llega al Parque Natural de s’Albufera des Grau, declarado Reserva de la Biosfera. Incluye el Cap de Favàritx, la Illa d’en Colom y un humedal que destaca por su abundancia de aves acuáticas.

La señorial Ciutadella
Ciutadella está 46 km al oeste de Maó, en el otro extremo de Menorca. La carretera que las une atraviesa el centro de la isla, donde se alza el Monte Toro (316 m). En el centro de Ciutadella destacan la comercial calle Ses Voltes, la Catedral y el palacio Episcopal, el convento de las Clarisas y el mercado modernista. Por las noches el puerto se anima con un mercadillo y las terrazas de los restaurantes. Un buen momento para visitar Ciutadella es por Sant Joan (24 de junio): jinetes de familia noble realizan cabriolas por las calles de la ciudad y entran en los patios. Estas exhibiciones también pueden verse en las fiestas de Maó, a principios de septiembre, y en otras poblaciones de la isla.
A sólo cinco kilómetros de Ciutadella se halla uno de los restos megalíticos más espectaculares de la isla, la Naveta des Tudons. Más información: www.ajciutadella.org.

Playas imprescindibles
El acceso a algunas playas de Menorca es de pago, debido a que a veces se utilizan caminos privados.
En el norte de la isla se localiza la bahía de Fornells, un pueblo marinero famoso por la caldereta de langosta que preparan en sus restaurantes. Al oeste está el Cap de Cavalleria, una zona de pequeñas calas de piedra, muy apreciadas por los propios menorquines. Una carretera local lleva hasta las playas de Binimel•là y cala Pregonda, más extensas pero igual de intactas.
En la costa sur, las calas Macarella y Macarelleta, rodeadas de pinos y unidas por un camino de ronda que enlaza con otras playas muy bonitas, como las rocosas Turqueta, Son Saura y Mitjana. Otros bellos enclaves son el arenal de Son Bou, que con 4 km es el más extenso de Menorca; tiene en un extremo restos de una basílica paleocristiana. A partir de este punto hacia el este, la costa se vuelve acantilada y horadada por cuevas de los siglos IX y VIII a.C., como las de Cala en Porter.

Productos gastronómicos
La cocina menorquina es un festival de sabores mediterráneos. Entre sus productos típicos están la carne, el pescado y el marisco como la langosta, base de la caldereta. También destacan el queso de Maó y los embutidos, especialmente la sobrasada. Destaca la calidad de las mermeladas y la miel elaboradas artesanalmente. La limonada y el gin,la ginebra menorquina, son los ingredientes de la pomada, la bebida más popular de Menorca. En el puerto de Maó, la centenaria destilería Xoriguer organiza visitas para mostrar cómo se elabora el gin (www.xoriguer.es). Otros productos típicos de Menorca son los artículos de piel y el calzado, cuyo producto más popular es la abarca, una sandalia sencilla. Por toda la isla existen diversas fábricas y almacenes de venta.

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