Si se viaja hasta Granada para visitar la Alhambra se corre el riesgo de salir de la ciudad sin siquiera haber entrado. La forma más emocionante de entrar en Granada es perdiéndose por las callejuelas, pasadizos y rincones del Albaicín, el antiguo barrio árabe, que aún conserva su característico trazado laberíntico. La capital andalusí se sitúa al oeste de Sierra Nevada, asentada sobre un montón de colinas que ofrecen unos magníficos miradores. El antiguo barrio árabe del Albaicín ocupa una de estas colinas, frente a la Alhambra. Conviene ascender a ella a través de la Carrera del Darro, una calle flanqueada por fachadas históricas que alcanza su clímax con la tenue iluminación del atardecer. Una vez en el Paseo de los Tristes que debe su nombre a las antiguas procesiones que se dirigían al cementerio—, el viajero puede reponer fuerzas en alguno de los bares con terrazas que pueblan esta avenida ajardinada. El paseo por el Albaicín culmina aquí con la vista a la Alhambra; por las noches los focos la iluminan, creando una impresión fantasmagórica. Granada es una ciudad que pide ser paseada, y hay dos itinerarios que resultan muy interesantes: un pasillo urbano que va desde el principio del Paseo del Salón hasta el final del recuperado bulevar de la Avenida de la Constitución; un segundo itinerario, más importante históricamente, recorre el lateral de la Catedral —una de las más altas del país—, pasa junto al vanguardista Centro de Arte José Guerrero y acaba en la Alcaicería, el antiguo barrio comercial de la Granada nazarí. Una vez recorrida la ciudad a pie hay que emprender la peregrinación a la Alhambra y gozar tanto del recinto monumental como de sus múltiples panorámicas de la ciudad.

Capital de la provincia andaluza homónima, Granada se sitúa a los pies de Sierra Nevada. Su centro histórico, que incluye la Alhambra, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Tiene 240.000 habitantes.

Cómo llegar
Varias compañías aéreas, alguna de bajo coste, ofrecen vuelos diarios con Granada desde Madrid y Barcelona. El aeropuerto está situado a 15 km del centro y se puede acceder en taxi y en autobús.
La ciudad también está conectada con otras capitales andaluzas y de España por tren (www.renfe.es) y autocar; desde Madrid, a 434 km, el trayecto ferroviario dura cinco horas.

Cómo moverse
Es agradable recorrer el centro de Granada a pie. De todas formas, la ciudad dispone de una buena red de transporte urbano, con microbuses que suben por las cuestas que llevan a la Alhambra y los callejones de los barrios de Albaicín y Sacromonte. Funciona un BusTurístico que pasa por los enclaves principales. Existe un abono turístico que ofrece descuentos en transportes, monumentos, museos y en algunos alojamientos y restaurantes; se vende en oficinas de turismo, en las taquillas de la Alhambra y por internet en la web www.turgranada.es.

Alojamiento
La ciudad dispone de una variada oferta, que abarca desde hoteles de cinco estrellas hasta hostales sencillos y casas rurales en los alrededores (www.granadarural.com). En los últimos años han proliferado los hoteles pequeños en Albaicín; ocupan antiguos palacios y ofrecen habitaciones con vistas a la Alhambra. Otra opción, original y más asequible, es dormir en cuevas acondicionadas del Sacromonte. Consultar la oferta en: www.granadatur.com.

La Alhambra
El número de visitantes diarios en la Alhambra está restringido por lo que conviene comprar la entrada con antelación a través de www.alhambradegranada.org; además, así se evitan colas. Aunque desde el centro de la ciudad salen autobuses que dejan frente a las taquillas, vale la pena subir a pie por la Cuesta de Gomérez. La Alhambra tiene zonas ajardinadas de libre acceso y horario, y otras en las que se exige el pago de una entrada: los palacios de los sultanes nazaríes, el pabellón de recreo y los jardines del Generalife, y el Palacio de Carlos V, que alberga el Museo de la Alhambra y el de Bellas Artes.

El barrio del Albaicín
Las vistas más hermosas de la Alhambra se obtienen desde el antiguo barrio árabe granadino –destaca la panorámica que ofrece el mirador de San Nicolás–. El Albaicín reúne varias iglesias como la de Santa Ana, de estilo mudéjar, casas típicas o cármenes, con huerta y jardín, y palacios moriscos como el de de Dar Al Horra. Mención aparte merece El Bañuelo, vestigio de unos baños árabes del siglo xi, que ha inspirado la apertura de varios establecimientos de ese tipo en la zona; (www.albaicin-granada.com).

Barrio del sacromonte
Famoso por sus cuestas y cuevas, es el barrio más gitano de Granada, además de cuna del flamenco. Diversos tablaos organizan zambras o fiestas de baile y cante flamenco. El paseo por el barrio, que ofrece perspectivas sobre la Alhambra, incluye la visita a la abadía del Sacromonte (www.sacromontegranada.com).

Catedral y alrededores
El centro histórico de Granada se sitúa alrededor de la Catedral. El templo tiene adosada la Capilla Real, donde reposan los restos de los Reyes Católicos y de su hija Juana. Detrás de la Catedral se sitúa el Palacio de la Madraza, antigua universidad árabe que hoy alberga dependencias municipales. Al otro lado de la calle de los Reyes Católicos se halla el Corral del Carbón, reliquia de la época morisca, que aún se usa como teatro o corral de comedias.

Compras y artesanía
La principal zona comercial se sitúa cerca de la Catedral, alrededor de las calles Gran Vía, Reyes Católicos, Mesones, Oficios y Zacatín. El callejón de la Alcacería es un lugar idóneo para adquirir recuerdos de la ciudad. También prevalecen los talleres de artesanos que trabajan bordados y mantillas, repujados de cuero, objetos de forja o barro y la fabricación de guitarras.

Zona de teterías
Cerca de la Plaza Nueva, en las calles Calderería Vieja y Calderería Nueva, han proliferado los locales de ambiente morisco especializados en té y dulcería oriental. A su alrededor hay tiendas de perfumes y artesanía magrebí.

Tapas y copas
El tapeo es casi un arte en Granada. Hay locales históricos como Chikito, Casa Enrique, Antigua Bodega Castañeda o La Esquinita que ofrecen una extensa variedad. Son platos típicos de la gastronomía granadina la tortilla de Sacromonte –elaborada con sesos, criadillas y huevos–, las habas con jamón de Trevélez o el remojón de bacalao y naranja. Por su lado, la principal zona de copas se halla en la Carrera del Darro, que tiene su continuación en la calle conocida como Paseo de los Tristes.

Sierra Nevada
La estación de esquí es una escapada atractiva si se visita Granada durante los meses invernales. Se sitúa a media hora en coche desde Granada y cuenta con 80 km de pistas, aptas para todos los niveles y disciplinas, desde alpino a snowboard. Existe la posibilidad de practicar esquí nocturno. La tarjeta Sierra Nevada Club permite obtener descuentos en forfaits y alquiler de material (www.sierranevada.es).

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