Una visita a San Sebastián se convierte en un viaje a través de los sentidos. En un determinado punto del Paseo Nuevo la panorámica de la ciudad se muestra en su totalidad: los montes, los elegantes edificios que bordean la playa de la Concha, el puerto y la hermosa bahía con su isla. En el mismo puerto el paseante puede degustar un cucurucho de quisquillas o de karrakelas, que son unos caracolillos de mar; O en el corazón de la Parte Vieja donostiarra escoger entre un amplio surtido de pintxos, cada bar cuenta con su especialidad. Evidentemente, con tanta riqueza de tapas también entra en juego el olfato. Por otro lado, si la marea está baja y el clima es benigno conviene caminar por la arena de la playa, bañando ligeramente los pies en aguas del Cantábrico. Y donde por fin entran en contacto los cinco sentidos es en el Peine de los Vientos, una escultura diseñada en 1977 por el escultor Eduardo Chillida y el arquitecto Luis Peña Ganchegui. Para contemplar San Sebastián desde las alturas y comprobar cómo la ciudad crece, el viajero debe encaminarse hacia la estación del funicular del Monte Igeldo, donde un trenecillo de cremallera —inaugurado en 1912 por la reina María Cristina— le conducirá a la cima en poco más de tres minutos. Aquí se encuentra el parque del Igeldo, uno de los parques de atracciones más antiguos del país. El laberinto, las barcas, el tablero de la fortuna o la montaña suiza nada tienen que ver con los sofisticados mecanismos de los parques modernos. De hecho llevan en funcionamiento casi un siglo y, aunque obsoletas, las atracciones poseen un encanto y un romanticismo únicos. Decenas de familias con niños, adolescentes y parejas han hallado grandes momentos de diversión en este recinto, mientras que los turistas aprovechan para retratar con sus cámaras la mejor panorámica de la ciudad. En este elenco de atractivos de San Sebastián no podía faltar otro de sus símbolos modernos: el Auditorio y Palacio de Congresos del Kursaal, diseñado por el arquitecto navarro Rafael Moneo e inaugurado en 1999. Conocido popularmente como Los Cubos, el Kursaal acoge los acontecimientos culturales más importantes de San Sebastián, especialmente los célebres festivales de Jazz y de Cine, que tienen lugar en julio y septiembre respectivamente.

Cómo llegar
San Sebastián está conectada con el resto de la Península a través de una amplia red de autopistas: con Pamplona (82 km) por la A-15; con Bilbao (99 km) por la A-8; y con Madrid (464 km) por la A-1. El aeropuerto de San Sebastián recibe diariamente vuelos regulares de Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla. Se sitúa a 22 km del centro, y está conectado por autobús, tren y taxi. Otra opción para llegar a San Sebastián es el tren (www.renfe.es) que conecta la ciudad con el resto de la Península. También hay líneas regulares de autocares, que incluso ofrecen trayectos nocturnos desde Madrid y Barcelona.

Cómo moverse
El centro histórico de la ciudad, conocido como la Parte Vieja, es idóneo para recorrerlo a pie, ya que tiene muchas calles peatonales. Junto al mar hay un paseo-mirador de un kilómetro de largo, que se extiende entre los montes Urgull e Igeldo. Los distintos barrios de San Sebastián están conectados por autobuses que funcionan diariamente hasta la medianoche. Los fines de semana se suman servicios nocturnos. Existen diferentes abonos de transporte con descuento (www.dbus.es). La bicicleta es otra posibilidad para recorrer esta ciudad, que cuenta con 25 km de carriles señalizados. También se puede subir en funicular al monte Igeldo o navegar en velero por la bahía. Alquilar un coche sólo se recomienda para excursiones por los alrededores. Sobre rutas: www.sansebastian.org.

Alojamiento
En la Parte Vieja es posible alojarse en pequeños hoteles con encanto, pensiones y hostales. Los establecimientos más señoriales y lujosos se localizan cerca de la bahía de la Concha. En verano y durante la celebración de fiestas y festivales es necesario reservar con antelación. Una opción económica es alojarse en casas rurales de pueblos cercanos.

El corazón de la ciudad
La Parte Vieja se localiza junto al puerto pesquero y en torno a la plaza de la Constitución. Es una zona de gran animación por sus tabernas y tasca de pintxos. Entre sus monumentos destacan el Ayuntamiento y la basílica de Santa María del Coro. También aquí se puede visitar el Aquarium, renovado recientemente, con casi 5.000 peces (www.aquariumss.com).

Paseo de la Concha
Es la avenida marítima más famosa del País Vasco. Resigue la bahía de la Concha –formada por las playas de Ondarreta y La Concha–, desde el puerto hasta el monte Igeldo. A mitad de recorrido se pasa junto a la Perla del Océano, los antiguos Baños Reales.

Monte Urgull
Delimita la bahía de la Concha por el norte. El Paseo Nuevo resigue su vertiente marítima y un camino sube hasta el castillo de su cumbre desde la Parte Vieja. La fortaleza data del siglo XII y hasta 1921 fue propiedad militar; hoy es un parque público.

Construcción Vacía
La obra del escultor Jorge Oteiza se encuentra en el Paseo Nuevo, justo en la curva que lleva al puerto. Premiada en la Bienal de Sao Paulo en 1957, fue instalada en el Paseo de Donostia en 2002.

Palacio Miramar
La antigua residencia de los reyes forma parte del patrimonio de la ciudad desde 1971. Las salas acogen exposiciones y recepciones oficiales y no están abiertas al público. Los jardines, en cambio, son de acceso libre. Se sitúa en la colina Pico del Loro, que divide las playas de la Concha y Ondarreta.

Peine del Viento
Aferrada a las rocas de la punta Torrepea, a los pies del monte Igeldo, la escultura de acero realizada por el artista vasco Eduardo Chillida, cierra el paseo por la bahía de la Concha.

Monte Igeldo
Es la colina que delimita Donostia por el sur. En su cúspide se encuentra un parque de atracciones con casi un siglo de historia. El funicular que sube hasta él parte del barrio de Ondarreta y tarda algo más de tres minutos en recorrer 312metros de trayecto.

Parte Vieja
El casco antiguo es una zona de gran animación diurna y nocturna, gracias a los suculentos pintxos que sirven sus numerosas tabernas. El centro de la Parte Vieja es la amplia plaza de la Constitución, en cuyos balcones aún se ven los números de cuando acogía corridas de toros. Cerca están la basílica barroca de Santa María del Coro y la iglesia gótica de San Vicente.

Kursaal
El Auditorio y Palacio de Congresos del Kursaal es la sede de los acontecimientos culturales más famosos de San Sebastián, como el Festival de Jazz–en julio– y el de Cine –en septiembre–. El edificio, conocido como Los Cubos, es obra de Rafael Moneo y se inauguró en 1999. Puede visitarse.

Río Urumea
Desemboca a la altura del Kursaal. El paseo que lo resigue pasa frente edificios racionalistas y modernistas, y cruza cuatro puentes.

Bahía de la Concha
Frente al Cantábrico se ubica el barrio más residencial de la ciudad. Es recomendable dar una caminata por el paseo que lo preside, con el mar de un lado y del otro las fachadas de palacetes del XIX. Está delimitada en el oeste por el monte Igeldo, donde se hallan el Parque de Atracciones y la escultura de Eduardo Chillida el Peine del Viento. En el este se alza el monte Urgull, rodeado por el Paseo Nuevo; lo preside la obra Construcción Vacía, de Jorge Oteiza. Ambos montes tienen miradores sobre la ciudad.

Barrio del Kursaal
Conocido como del Puente del Kursaal, el barrio del Gros se sitúa junto a la desembocadura del río Urumea. Destaca por su actividad comercial y acoge el edificio más emblemático de la ciudad moderna, el Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal, obra del arquitecto Rafael Moneo (www.kursaal.org).

Playas de Donostia
La de la Concha es la playa urbana mejor valorada de la Península. Hacia el oeste se encuentra la de Ondarreta, más pequeña, pero igual de tranquila. Los aficionados al windsurf frecuentan la playa de Zurriola, al otro lado del río Urumea, famosa por sus olas. A la isla de Santa Clara, en el centro de la bahía, sólo se accede en verano a bordo de una barca motora.

Ciudad de Festivales
El Festival de Jazz de San Sebastián se celebra desde 1965 cada mes de julio. Es una de las principales citas mundiales para los artistas de este género (www.jazzaldia.com). La Semana Grande coincide con el 15 de agosto. La ciudad se llena de conciertos y eventos como el concurso de Fuegos Artificiales. El Festival Internacional de Cine de San Sebastián, creado en 1953, se celebra en septiembre y atrae a la ciudad a celebridades que se alojan en el clásico Hotel Maria Cristina (www.sansebastianfestival.com).

Gastronomía
Los restaurantes de Donostia cuentan con el mayor número de estrellas Michelin por metro cuadrado en la Península. Todos los grandes cocineros de la Nueva Cocina Vasca tienen su restaurante aquí, como Juan María Arzak o Martín Berasategui. Junto a esta afamada cocina de autor, San Sebastián tiene restaurantes especializados en pescados junto al puerto y tascas de pintxos en la Parte Vieja (www.todopintxos.com).

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