De régimen feudal y denominada Edo durante casi tres siglos (1600-1868), la ciudad de Tokio ha experimentado un deslumbrante proceso de desarrollo desde que se produjo la restauración del gobierno imperial o Meiji. La capital japonesa conjuga en la actualidad la tradición milenaria, la última tecnología y la moda occidental. Pero es en las calles donde Tokio se da a conocer al visitante: riadas humanas reocorren a diario la metrópolis, en la que habitan veinte millones de personas. La abigarrada Tokio se ofrece como ciudad expresiva, tanto o más que Nueva York o Los Ángeles. Es una villa teatral y los escenarios resultan incontables. Para trasladarse a los orígenes de la ciudad hay que dirigirse al Palacio Imperial, en el mismo centro de la ciudad. Donde hoy se extiende un cinturón de espléndidos jardines y senderos abiertos al público –el pulmón verde de Tokio–, tiempo atrás, en ese mismo lugar, el general Tokugawa Ieyasu (1542-1616) eligió un montículo para instalar su fortaleza. El Palacio acoge varios museos de interés como el de Arte Contemporáneo y el Museo Idemitsu, donde se exhiben caligrafías zen y cerámica japonesa y china. Los trenes –de metro o cercanías– permiten al viajero occidental aprender la idiosincrasia japonesa: no ocupar más espacio del preciso. En Tokio los domicilios son minúsculos, las calles estrechas y en el vagón no hay sitio para explayarse. Esa es la pericia de los tokiotas: el arte de moverse sin molestar. Por supuesto no hay que olvidarse de uno de los manjares más deliciosos de los japoneses: el pescado. En el frente marítimo, concretamente en el barrio Tsukiji, se encuentra el mercado de pescado más grande del mundo. A primerísimas horas de la mañana veremos trajinar con atunes inmensos, diseccionar langostas y vaciar de veneno los peces globo. Así es Tokio, un conglomerado de mundos que se adosan sin violencias y sin molestarse.

A tener en cuenta
Se precisa el pasaporte para viajar a Japón. La moneda es el yen; 1 euro equivale a 146,8 yenes. El huso horario es de ocho horas más en Tokio que en la Península Ibérica. Octubre y noviembre, así como abril y mayo, son los mejores meses para visitar Tokio, por la bonanza del clima, menos húmedo y lluvioso.

Cómo llegar
Los vuelos desde España a Tokio se realizan vía capital europea y duran unas 15 horas. El aeropuerto, a 60 km, tiene muchas conexiones de tren y autobús hasta el centro. La más rápida es el tren Narita Express; llega en una hora (www.narita-airport.jp). El trayecto en taxi es caro. Antes de viajar a Japón, es recomendable adquirir en una agencia de viajes o en internet el Japan Rail Pass, un abono que ofrece tarifas reducidas en el uso de las líneas férreas del país.

Dónde dormir
Tokio dispone de amplia oferta de hoteles convencionales, pero es más atractivo dormir en ryokan, el alojamiento tradicional japonés: con tatami, mesa baja, futón, y baño comunal (www.jnto.go.jp).

Moverse por la ciudad
El transporte público es seguro y rápido para los desplazamientos. La red de metro es extensa y cada línea se distingue por un color, cosa que facilita la orientación (www.tokyo-subway.net). Hay pases para viajes ilimitados durante un día. Un autobús turístico recorre los enclaves principales (www.jtbgmt.com/eng). Las paradas de taxi están frente a las estaciones de tren y en algunas calles. Tienen una tarifa común para los dos primeros kilómetros; luego el precio varía según la compañía.

Consejos para la visita
Las oficinas de turismo venden la Welcome Card, abono que ofrece descuentos en atracciones turísticas y museos. Es recomendable subir a miradores que coronan rascacielos como la Torre Mori (planta 54) y la Torre Tokio (tiene uno a 150 m de altura y otro a 250 m). Otra forma de ver la ciudad es en los cruceros que recorren la bahía.

Compras y mercados
En Tokio el domingo es el mejor día para ir de tiendas. Es tradicional que algunas calles se hagan peatonales durante el horario comercial (de 10 a 18 h). El barrio de Ginza, en el centro de la ciudad, reúne grandes almacenes, galerías de arte y lujosas tiendas como Mikimoto, donde venden las perlas que le han dado fama. Cerca del metro de Tsukiji está la mayor lonja de pescado del mundo. Vale la pena madrugar (abre a las cinco) para ver su subasta.

Gastronomía
El sushi (pescado crudo) es el gran embajador de la cocina nipona, pero hay otras muchas especialidades como la tempura (verduras rebozadas). Los restaurantes más sencillos, shokudoo, ofrecen platos tradicionales a precios económicos. Las infusiones de té forman parte del modo de vida japonés; se acostumbra a beber precedido de un ceremonial, el ha-no-yu, que intenta despertar los sentidos. Los cafés y restaurantes más de moda están en las calles Omotesando y Aoyama (ambas con estación de metro).

Teatro Kabuki
En la calle Harumi-dori (estación de metro Higashi-Ginza) destaca la visita al Teatro Kabukiza donde se representan todas las mañanas espectáculos de kabyki, teatro tradicional japonés.

Principales visitas
Puente del Arco Iris. Esta monumental pasarela sobre las aguas de la bahía de Tokio, enlaza la isla artificial de Odaiba con el frente marítimo de la ciudad. Cerca queda el barrio de Tsukiji, la mayor lonja de pescado del mundo.
Palacio imperial. El palacio actual se erige sobre la fortaleza construida entre 1590 y 1606. Residencia de los monarcas japoneses, sólo se pueden visitar los jardines orientales. Cerca se encuentran el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo Idemitsu, de cerámica y caligrafía tradicional.
Parque Ueno. Una extensa zona verde en el norte de Tokio. Fue un lugar de culto durante la época Edo (entre 1600 y 1868). Sus lugares más destacados son el Museo Nacional de Arte Occidental y la pagoda del antiguo templo Kanei-ji, origen del parque.
Asakusa. Considerado el corazón de la ciudad antigua, este distrito del nordeste de Tokio alberga rincones que conservan las tradiciones japonesas, como los comercios que sirven pastelillos de alubias. El templo Senjo-ji (año 628) es su núcleo espiritual. En la entrada cuelga una linterna gigante.
Ginza. Es el distrito del lujo, donde se concentran las tiendas de marcas de diseño más internacionales. La avenida principal es Chuo-dori, que los fines de semana se cierra al tráfico y se convierte en una avenida peatonal.
Shinjuku. Eje financiero y comercial de Tokio. Aquí se construyeron los primeros rascacielos de la ciudad. En la actualidad, destaca el edificio Tocho, del arquitecto Kenzo Tange, y el NS Building, con 30 pisos y un techo con 6.000 piezas de cristal.
Torre Mori. Un rascacielos de 54 pisos en el complejo de Roppongi Hills. Cuenta con restaurantes, centro comercial, salas de cine y un hotel de cinco estrellas.
Aoyama. Este distrito se reparte en dos barrios, Omotesando y Harajuku. El primero reúne elementos del Japón tradicional y elegante, mientras que el segundo es el núcleo de las últimas tendencias juveniles.
Torre Tokio. Reproducción de la torre Eiffel, tiene 333 metros de altura y su estructura está pintada de rojo. Cuenta con dos miradores.

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