El Mediterráneo es la cuna de Europa y sus azuladas aguas han moldeado durante milenios uno de los litorales más bellos y sobrecogedores: el norte de la isla de Cerdeña -la segunda más extensa del Mediterráneo después de Sicilia-, desde Alguer hasta la costa Esmeralda. Sardos, fenicios, cartagineses, romanos, pisanos, genoveses, catalano-aragoneses y sarracenos han pisado el pueblo de Alguer, como consecuencia de su privilegiada posición estratégica. Desde 1353 –en tiempos de Pedro el Ceremonioso- los catalanes se han asentado en este enclave, y todavía hoy, en las terrazas y tiendas de Alguer se habla el alguerés, antiguo dialecto del catalán. Después de visitar la catedral, las iglesias o la antigua muralla conviene dirigirse hacia el oeste, donde se encuentra cabo Caccia, con sus agrestes y tranquilas playas de agua verde azulada. En el mismo cabo Caccia el viajero contendrá el aliento al caminar a lo largo de un trazado por la pared rocosa y en el que el precipicio se abrirá a sus pies. Sassari es capital de la provincia homónima y segunda ciudad de Cerdeña. Desde esta localidad se puede visitar la monumental iglesia de la Santísima Trinidad de Saccargia, unos 15 kilómetros hacia el interior. Desde las localidades de Porto Torres hasta Castelsardo se extiende el golfo de Asinara, una cenefa de roca y arena bordada de ensenadas agrestes y perfume de maquia, un matorral silvestre mediterráneo. La franja de costa que va desde Castelsardo a Olbia atrae cada verano a centenares de visitantes adinerados. Un viaje emocionante consiste también en recorrer las islas del archipiélago de La Maddalena, donde se encuentra la tumba de Giuseppe Garibaldi, héroe de la unificación italiana.

Cómo llegar
Para visitar la Costa Esmeralda de Cerdeña se puede volar desde Madrid y Barcelona a los aeropuertos de Alguer (noroeste de la isla) y Olbi (nordeste). También hay vuelos a la capital, Cagliari, 260 km al sur. Otra opción es llegar por mar, con servicios regulares de ferry desde muchos puertos del oeste de Italia.

Moverse por la isla
Las carreteras de la Costa Esmeralda son buenas por lo que alquilar un coche es una opción recomendable para recorrer libremente la zona. Entre Alguer y Olbia discurre la carretera más atractiva de la isla, que sigue la línea de la costa. También hay líneas de tren (www.ferroviedellostato.it) y autobús (www.orariautobus.it). Un tren turístico, el Trenino Verde (www.treninoverde.com), une Sassari con Palau, a 143 km.

Alojamiento
La oferta en la Costa Esmeralda es amplia y abarca desde apartamentos y hoteles sencillos y económicos a los resorts y villas más lujosas de la isla. En Cerdeña también hay cámpings, bed & breakfast (alojamiento y desayuno) y casas de agroturismo, sobre todo en el centro de la isla. Información y reservas en: www.sardegnaturismo.it.

Alguer y el Cabo Caccia
Esta ciudad del noroeste de Cerdeña conserva un centro histórico amurallado en muy buen estado. En el interior se pueden dar paseos a pie por calles adoquinadas. Entre sus monumentos destacan varias iglesias góticas (www.alguer.info). Hacia el oeste, a 13 km de Alguer, está el cabo Caccia. Allí se sitúa Porto Conte, donde están los sitios arqueológicos de Palmavera y Sant’ Imbenia, que muestran vestigios de la civilización nurágica (1.700 a.C.-siglo II d.C.), originaria de esta isla. También destaca la cueva de Neptuno –Cerdeña tiene 1.500 grutas–, a 25 km de Alguer. Su visita se realiza en una hora por una escalinata de 600 peldaños labrados en la roca. Sobre la visita: www.sardegnadascoprire.it.Sassari y alrededores
La segunda ciudad más destacada de Cerdeña es Sassari, situada a 40 km de Alguer. Lo más interesante de su visita es el centro antiguo, que gira entorno a la Piazza Italia. Hay varios monumentos de obligada visita como el palacio Ducal y el Museo Arqueológico. Sassari también cuenta con atractivos cercanos. A 11 km, se puede visitar una de las iglesias más antiguas de Italia, el templo prehistórico de Monte d'Accoddi (4.500 años). También destaca la iglesia de la Santísima Trinidad de Saccargia, a 15 km, joya del estilo románicopisano (www.comune.sassari.it).

Castelsardo medieval
A 33 km de Sassari, presidiendo el golfo natural de Asinara, se levanta el pueblo medieval y fortificado de Castelsardo, coronando un promontorio de roca volcánica. Sus calles empinadas ascienden por el cerro hasta el castillo que preside la población, desde el que se tienen vistas magníficas.

La costa esmeralda
En el nordeste de la isla de Cerdeña se extiende esta franja costera, apodada «esmeralda» por el color de sus aguas. La ciudad de Olbia es la principal base para recorrerla. Esta población moderna y llena de actividad se emplaza frente a un golfo natural. La iglesia de San Simplicio, de origen púnico, es uno de sus monumentos más destacados. Las poblaciones más animadas y emblemáticas de la Costa Esmeralda son Porto Cervo y Porto Rotondo, enclaves de fama internacional, nacidos por el turismo de lujo durante los años 1960. En Porto Cervo hay barrios de carácter mediterráneo y rústico, que conviven con otros elegantes y selectos. En la principal avenida se suceden las tiendas de ropa de los diseñadores de moda internacional. También hay tiendas exclusivas en Porto Rotondo, sobre todo en la plaza de San Marco.

Islas de La Maddalena
Frente a la punta septentrional de Cerdeña se contempla el archipiélago de la Maddalena, declarado Zona Protegida desde1996. Se accede en barco desde los muelles del puerto de Palau. En la isla Caprera se halla la tumba de Giuseppe Garibaldi (1807-1882), político y militar italiano.

Las mejores playas
Cerdeña disfruta de 2.000 km de litoral y playas muy diversas. Las de la Costa Esmeralda se caracterizan por sus rocas erosionadas, la arena fina y aguas con una gran visibilidad. Desde Alguer hacia el norte se alternan calas rocosas y playas extensas. Las más espectaculares son La Bombarde, entre Alguer y Fertilia; La Pelosa, en Stintino, y Cala d’Arena, una formación granítica en la punta noroccidental. En el este de la isla, alrededor de Olbia, las playas son aun más espectaculares, fundiéndose los azules del mar con el verde de las pinedas que las limitan. Las más famosas son La Spiaggia Rosa, que debe su nombre al color rosado de la arena, la Capriccioli, rodeada de rocas de granito, y Cala de Coticcio, envuelta por esculturales rocas rosáceas.

Gastronomía
La cocina sarda se basa en productos tradicionales de la dieta mediterránea. En una buena mesa nunca falta la carne, especialmente de cordero y cabrito, y el pescado –la botarga es un guiso muy típico, de huevas de pescado secas, con apio y aceite de oliva–. Las comidas se acompañan de un pan típico (el carasau) y algún vino con denominación de origen, y finaliza con dulces de miel y el mirto, un licor digestivo.

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