Patagonia

Chile es el país más largo del mundo, con una longitud de 4.329 kilómetros y un promedio de sólo 177 kilómetros de ancho. En el sur, entre Puerto Montt y Tierra del Fuego, se sitúa la Patagonia, una tierra de hielos, fiordos, glaciares y canales que forman un paisaje espectacular. Entre sus maravillas resaltan los cuernos de granito de las Torres del Paine, un macizo compuesto por tres conjuntos de picos: los Cuernos del Paine, las Torres del Paine y el que forman Paine Grande y Cerro Fortaleza. En total ocupan 250.000 hectáreas de gran valor natural, protegidas en un parque nacional que, desde 1978, es también Reserva de la Biosfera.

Cuándo ir
El clima en la Patagonia chilena suele ser frío y lluvioso, por lo que hay que aprovechar los espacios de tiempo en los que las temperaturas son más benignas. Así sucede en el verano austral –de octubre a abril– del que los meses de enero y febrero son los más calurosos.

Cómo llegar
Las compañías Lan Chile (Tel. 915 597 295) e Iberia (Tel. 902 400 500) ofrecen varios vuelos semanales entre Madrid y la capital del país, Santiago de Chile. Desde esta ciudad, la aerolínea de bandera chilena ofrece vuelos internos hasta Puerto Montt –en el norte de la Patagonia– y Punta Arenas –en el sur–. Lan Chile dispone de un abono –el Air Pass– que se adquiere en agencias de viaje locales y que ofrece tres vuelos internos a precios ventajosos.

A tener en cuenta
Para viajar a Chile se requiere llevar el pasaporte, para viajes con una duración máxima de tres meses. Si se tiene pensado permanecer más tiempo, mejor consultar por la documentación necesaria en la Embajada de Chile en España (Tel. 914 319 160). La divisa es el peso chileno; 1 euro equivale a 735.805 pesos. En el verano austral, la diferencia horaria entre Chile y España es de cuatro horas menos; los días en esta estación son muy largos, disfrutando de luz solar hasta la medianoche. En el invierno austral –verano en España–, la diferencia es de tres horas.

Moverse por la zona
La Carretera Austral atraviesa de norte a sur toda la Patagonia chilena. En total son más de mil kilómetros que pueden recorrerse en coche o en los autocares de línea regular que enlazan los principales núcleos patagones. Sea uno u otro el medio de transporte escogido, durante este trayecto se disfruta siempre de vistas increíbles. Otra opción rápida y económica es el servicio de ferry que une Puerto Montt y Puerto Natales. Punta Arenas es la población más importante del sur chileno. Desde esta ciudad zarpan cruceros que recorren el canal de Beagle, el estrecho de Magallanes y la Tierra del Fuego. También hay conexiones con Puerto Williams, desde cuatro días de navegación.

Recorrer el P. N. Torres del Paine
Algunos de los trekkings con más fama en el mundo discurren por los inigualables paisajes chilenos del Parque Nacional Torres del Paine. Lo habitual es preparar estas caminatas desde Puerto Natales, donde hay agencias especializadas que las organizan y tiendas en las que abastecerse de combustible y comida, ya sea para viajar por cuenta propia como en una expedición contratada. Una vez en la entrada del parque, hay que dirigirse al centro de visitantes y pagar la cuota de acceso –unos 10 euro–. Los trekkings pueden ser de ida y vuelta en una sola jornada o durar hasta cinco días, lo que implicará tener que pernoctar dentro del parque; en este caso, es obligatorio registrarse a la entrada. En las oficinas del parque ofrecen información sobre las infraestructuras: guarderías, un hotel, refugios y cuatro cámpings, así como otras actividades que pueden realizarse, como rutas a caballo, escalada en hielo por los glaciares, paseos por los 250 kilómetros de senderos bien trazados, descensos por aguas bravas y navegación en botes por el lago Grey o por el río Serrano, entre saltos de agua como el Daniel, de dos metros. Sobre el parque, vale la pena consultar la web: www.torresdelpaine.com

Otras visitas interesantes
Puerto Natales. La capital de Última Esperanza es un buen punto para detenerse en el camino a Torres del Paine. Aún conserva su ambiente de asentamiento de pioneros.
Punta Arenas. Es la ciudad más importante del extremo sur de América. Conserva algunas mansiones levantadas hace más de un siglo por los colonos y el impresionante Museo Salesiano.
Isla Magdalena. Es una importante pingüinera a la que se accede por el mítico estrecho de Magallanes desde Punta Arenas. Es uno de los mejores lugares para ver una colonia de pingüinos. Una pasarela permite recorrer la isla y sentir la extraña sensación de estar rodeado por miles de aves que caminan con sus pasos torpes ajenos al visitante. El recorrido termina en un faro desde el que se domina la isla. La mejor época para verlos es de octubre a marzo.
Tierra del Fuego. Porvenir es el punto de desembarco en la Tierra del Fuego chilena. Desde la aldea Cameron se llega al hermoso lago Blanco.
P.N. Alberto de Agostini. Ocupa la parte occidental de Tierra del Fuego y algunas islas adyacentes. Protege un paisaje estupendo de montañas, glaciares y fiordos. Este parque de más de catorce mil hectáreas ubicado en Tierra del Fuego fue creado en 1965. En él destacan los glaciares Agostini y Marinelli, que nacen en la cordillera Darwin y descienden hasta fundirse en fiordos, senos y canales –en la foto, el fiordo de Agostini–. Esta espectacular combinación de montaña, hielo y mar puede contemplarse en una excursión marítima organizada desde Punta Arenas.
Canal de Beagle. Separa la Tierra del Fuego de las islas Hoste y Navarino. Para conocer sus espectaculares paisajes y sentir la sensación de aventura puede contratarse un crucero en Punta Arenas.
Puerto Williams. Es el puerto más austral del mundo. El Museo Martín Gusinde recuerda la historia de los indígenas que poblaban la zona desde hace siglos.

Parada cultural
En Puerto Natales vale la pena visitar el modesto Museo Histórico Municipal, que exhibe objetos arqueológicos de los indígenas onas y tehuelches, documentos y fotografías de época. Por su parte, en Punta Arenas resultan interesantes las visitas al Museo Salesiano, con colecciones antropológicas e históricas, y al Instituto de la Patagonia. Estas visitas permiten entender mejor el pasado de la Patagonia y cómo son las duras condiciones de vida por estas latitudes.

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