Nueva York la ciudad de los rascacielos

Los barrios neoyorquinos de Midtown y Chelsea reúnen lo más clásico y vanguardista de la ciudad. Midtown, con su carácter inmutable, cuenta con algunos de los iconos más emblemáticos de Manhattan. Chelsea, otrora un barrio poco aconsejable, se ha convertido en el epicentro del arte y la moda. El punto de partida de este paseo es el Meat Packing District, el todavía antiguo gremio de los carniceros que ahora se codea con las tiendas de ropa, bares, restaurantes y discotecas de moda más chic de la ciudad. Entre sus variopintos locales llama la atención el bar Hogs & Heifers, de cuyas paredes cuelgan miles de sujetadores; no en vano, la tradición indica que las clientas se suban a bailar a la barra y se quiten el sostén. En un barrio en el que están instaladas grandes firmas como Massimo Bizzochi, Stella McCartney, La Perla o Alexander McQueen, el alquiler de un apartamento asciende a 8.000 dólares al mes. El Chelsea Market ilustra como ninguno la fusión de conceptos de la que hace gala este lugar. A través de las paredes de cristal de este inclasificable mercado se puede contemplar el proceso de elaboración de productos. Pero aquí no se viene sólo a comprar; reposar, pasear o visitar exposiciones de arte son otros complementos para recrearse. Y es que en la apretada retícula de calles de Chelsea se da la mayor concentración de galerías de arte del mundo. Midtown es, en cambio, la jungla de asfalto. Sus dos emblemáticos rascacielos, el Empire State y el Chrysler, recortan el cielo de la ciudad. Al Empire hay que subir a la caída de la tarde, cuando los neones de la ciudad empiezan a chispear. Otros dos enclaves copan también nuestro interés: Grand Central Station y la Biblioteca Pública. Son dos edificios con inmensos espacios interiores y majestuosas escalinatas y suelos de mármol. En el caso de la Biblioteca Pública de Nueva York se trata del mayor edificio de mármol del mundo.

A tener en cuenta
Para visitar Estados Unidos se precisa el pasaporte electrónico, que gestionan las comisarías de nuestro país. La moneda es el dólar estadounidense; 1 euro equivale a 1,2 dólares. Los empleados de servicios (taxistas, camareros...) esperan una propina del 15% del total. Museos, como el Metropolitan, tienen un precio de entrada sólo orientativo, de forma que los de visitantes pagan la voluntad.

Cuándo ir
Al margen de la climatología, la inmensa oferta cultural de Nueva York hace que se tengan motivos de visita todo el año. De todas formas, las épocas de temperaturas más templadas son septiembre y octubre (de 20 a 25ºC de media) o abril y mayo (de 10 a 15ºC de media).

Cómo llegar
Desde Madrid y Barcelona salen varios vuelos al día hacia Nueva York; el trayecto dura ocho horas. La ciudad cuenta con varios aeropuertos: el de La Guardia está a 13 kilómetros (www.laguardiaairport.com); el JFK,a 24 kilómetros (www.jfkair port.com); y el Newark, a 26 (www.newarkairport.com). Todos están conectados con el centro de Manhattan, además de en taxi, por autobús, metro y tren.

Cómo moverse
El transporte público es el mejor medio para recorrer los barrios de Manhattan. La red de metro es muy extensa y muchas líneas funcionan las 24 horas. Es útil y económico comprar un bono para los días del viaje (www.mta.info). Las oficinas de información turística también venden estos abonos, así como el Citypass, que facilita el acceso a varios museos y visitas de interés. Los taxis oficiales son de color amarillo, aunque existen otras compañías; es mejor consultar sus precios antes del trayecto www.ny.com/transportation.

Dónde dormir
La gama de alojamiento en Nueva York es extensa y diversa. Abarca desde acogedores bed&breakfast (www.bedandbreakfast.com) a hoteles de diseño y algunos muy lujosos. Entre semana, muchos establecimientos están ocupados por viajes de trabajo, pero vale la pena beneficiarse de ofertas de fin de semana (www.nyc.com).

Visitas principales
Central Park. Limita nuestra visita por el norte y es el lugar ideal para hacer un receso rodeados de naturaleza.
Meat Packing District. Antigua sede del gremio de carniceros, es hoy uno de los centros de la moda en Chelsea. Abarca el rectángulo limitado por la Novena avenida y las calles Gansevoort, Washington y la 14.
Chelsea market. Ubicado en la calle 15, entre las avenidas Novena y Décima, ocupa una antigua fábrica de galletas. Este laberinto de tiendas de todas las especialidades es uno de los núcleos más vivos de la vanguardia neoyorquina.
Flatiron. Uno de los iconos de Nueva York, se construyó en el año 1902. Su vértice más estrecho sólo mide 1,80 metros.
Empire State Building. Edificio construido en 1931. Unos cien millones de personas suben cada año al mirador del piso 102, a 381 metros de altura. Se aconseja visitarlo al anochecer para ver cómo se encienden las luces de la ciudad.
Morgan library. Es la antigua residencia del magnate de los negocios Pierpont Morgan, en la calle 36 con Madison Avenue. Tomar un café en su Garden Court es un placer asegurado.
Chrysler Building. El vestíbulo de este emblemático edificio del barrio de Midtown, con sus ascensores art déco y sus suelos de mármol negro, es uno de los enclaves imprescindibles del itinerario.
Grand Central Station. La gran terminal de trenes de la calle 42 ha servido como modelo a cientos de estaciones. Es famosa por el gran reloj de su fachada y su estilo neoclásico.
Rockefeller Center. Agrupa diecinueve rascacielos en el Midtown. Desde el piso superior del número 30 de Rockefeller Plaza se tiene una de las mejores panorámicas.
Times Square. Plaza ubicada en el encuentro de la calle Broadway con la Séptima avenida.Vale la pena hacer una visita nocturna a este auténtico vértigo de avisos, carteles luminosos y rótulos giratorios.

Lo mejor de Chelsea
Un entorno de excepción para conocer el ritmo vital de este barrio es el Chelsea Market, situado en la calle 15. Ocupa una antigua fábrica de galletas y se puede visitar con un paseo (www.chelseamarket.com). En la planta baja hay vaquerías, floristerías o panaderías, y arriba están instaladas oficinas y talleres de artistas –el barrio es famoso por sus galerías de arte–. Frente a él se sitúa el Maritime Hotel, al que se puede entrar para tomar algo en su terraza y disfrutar de las vistas.
Cerca del Chelsea Market destaca el Meat Packing District, entre la Novena Avenida y las calles Gansevoort, Washington y 14. Se trata del mercado al por mayor de los carniceros, donde se han instalado algunos de los restaurantes, discotecas y tiendas más de moda en el barrio (www.meatpacking-district.com).
En el otro extremo del barrio, en el anguloso cruce de la Quinta Avenida y Broadway, se alza el estrecho edificio del Flatiron, uno de los iconos de Nueva York, construido en 1902.

Recorrer Midtown
La terraza del piso 102 del Empire State Building es uno de los grandes miradores de la ciudad y un excelente punto para hacerse idea del conjunto de Manhattan. Merece la pena ir tanto de día como al atardecer, para ver cómo se ilumina la ciudad. Se paga entrada, que se puede adquirir con antelación por internet (www.esbnyc.com).
Otro hito arquitectónico del Midtown es el Chrysler Building. Sólo se accede al vestíbulo, pero compensa su visita los suelos de mármol, los ascensores art déco y la cúpula iluminada.
A pocos metros por la calle 42, se llega a la estación de trenes Grand Central Station. Su interior resulta familiar por aparecer en muchas películas. La estación incluye lujosos restaurantes y una escalinata inspirada en la Ópera de París; www.grandcentralterminal.com.
Partiendo de la Grand Central Station se puede caminar hasta la Morgan Library, en la calle 36 con Madison Avenue. Reúnen valiosos volúmenes como una de las once únicas copias que quedan de la Biblia de Gutenberg. Tiene un jardín interior con una agradable café. La biblioteca es de libre acceso, pero se paga para ver las exposiciones temporales y las estancias donde vivía el coleccionista y magnate Pierpont Morgan. (www.morganlibrary.org)

Times Square
Camino ya de Central Park –pulmón verde de Manhattan, con sus 340 hectáreas–, se llega a Times Square, cruce de caminos repleto de anuncios luminosos. Aquí vale la pena detenerse en la Biblioteca Pública de Nueva York, una construcción de mármol blanco, con una impresionante sala de lectura, iluminada con luz natural; se puede visitar de forma gratuita (www.nypl.org). Times Square también tiene un punto de información turística y de venta de entradas a precios reducidos (para funciones del día) en los teatros de Broadway (www.timessquarebid.org).

1 Comment:

  1. Jorge Ramiro said...
    Una de las cosas que mas me gusta de esa ciudad es la variedad de alojamiento en manhattan que uno puede encontrar. Es algo para destacar para romper el mito de que NYC es una ciudad cara. Es accesible a un publico bastante amplio no solo para dormir sino tambien para comer y para moverse por la ciudad con el subte. Saludos

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