Moscú

Sin duda, uno de los mayores reclamos de la capital rusa es su colorida Plaza Roja. Sus torres bulbosas son testimonio de las cabezas sesgadas de los tártaros muertos en la conquista de Kazán en 1552. En este lugar se encuadran los episodios más importantes de la Rusia zarista y revolucionaria. Para aquellos que deseen ilustrarse en el pasado de la ciudad, a un lado pueden visitar el Museo Histórico Nacional; en el lado opuesto, la Catedral de San Basilio (consagrada el 1561). En medio de la plaza se encuentra el Mausoleo de Lenin, donde se halla el famoso cuerpo embalsamado del revolucionario. Cerca de la estación de metro de Ploschad Revolutsii, la Catedral de Kazán, hermosa tanto en su arquitectura como en su leyenda, ya que la invocación a su Virgen salvó al pueblo ruso de una invasión polonesa el 1612. La muralla del Kremlin tiene el gran atractivo de alzar la vista y admirar las 19 estrellas que coronan las torres que la rodean: la Spasskaya (Torre del Salvador) destaca por su belleza y por su imponente reloj; la de la Trinidad alberga las taquillas de la entrada al recinto del Kremlin. Dentro se encuentran los edificios del Arsenal, la Armería Estatal y la plaza de las Catedrales; allí se agrupan la Catedral de la Asunción, del Arcángel y de la Anunciación. Para una buena visión panorámica se recomienda el Gran Puente de Piedra, situado sobre el río Moscova. El visitante no debe dejar pasar la oportunidad de probar otros puntos de vista alternativos como, por ejemplo, entrar en los almacenes GUM o adentrarse en el metro, de los más hermosos de Europa y una de las relíquias más importantes de Moscú.

El centro de la capital de Rusia es la Plaza Roja y, junto a ella, el recinto del Kremlin. Con 695 m de longitud y 130 m de ancho, esta plaza ha sido el centro administrativo del país durante siglos. No es extraño, pues, que acoja los monumentos más destacados de la ciudad. El aspecto grandioso actual lo adquirió a finales del siglo XV, cuando el zar Iván III dispuso un gran espacio frente al Kremlin, derribando las construcciones medievales que tenía adosadas.

A tener en cuenta
Para viajar a Rusia se requiere un visado turístico,además del pasaporte en regla. Se puede gestionar en la embajada de Rusia en Madrid (Tel. 915 622 264). Si la estancia se contrata a través de una agencia de viaje, ésta se suele encargar de tramitar el visado.
La moneda rusa es el rublo; 1 € equivale a 34 rublos. Muchos comercios aceptan cobrar en dólares norteamericanos.
La diferencia horaria entre nuestro país y la capital rusa es de dos horas más. Aunque en el aeropuerto y en muchos hoteles disponen de información para visitar los museos y monumentos de la Plaza Roja y el Kremlin, conviene confirmar siempre los horarios.
Información sobre itinerarios por Moscú:
www.spain.mid.ru y www.iberrusia.com.

Cómo llegar
Los aeropuertos de Madrid y Barcelona cuentan con varios vuelos directos hasta Moscú. El aeropuerto internacional de Sheremetevo se halla a 40 km de la capital rusa, por lo que resulta recomendable encargar que nos recoja un coche con chófer del hotel donde tengamos previsto alojarnos.
Otra opción es coger el autobús 851, que lleva hasta el centro de la ciudad. La opción del taxi es más cómoda, pero bastante más cara.

Cuándo ir
Una buena época para visitar Moscú es el verano, cuando las temperaturas son más cálidas. Después del mes de agosto, las temperaturas comienzan a bajar rápidamente, anticipándose a los meses invernales. En caso de viajar a Moscú en invierno, conviene equiparse son ropa de abrigo y calzado que resista las temperaturas bajo cero.

Moverse por la ciudad
En metro de Moscú es un medio de transporte urbano rápido y cómodo. Además, el metro es imprescindible para conocer un patrimonio artístico único, pues algunas de sus estaciones son auténticas obras de arte, como las de Kievskaya, Mayakovskaya y Arbatskaya. Los billetes se venden en las taquillas de las estaciones. Para una estancia de varios días, conviene adquirir un abono multiviaje. Las estaciones de metro más cercanas a la Plaza Roja son las de Ohotnyj rjad y Ploschad Revolutsii.
El taxi es muy útil de noche, cuando el metro no funciona, aunque es mejor pactar el precio antes de iniciar el trayecto.
Para acercarse en autobús a la Plaza Roja, hay que bajar en la parada de Teatral’naja o en la de Ploscad’ Naneznaja. Los billetes se compran a bordo.

Visitas en la Plaza Roja
Los 75.000 metros cuadrados de la Plaza Roja han sido escenario de celebraciones religiosas y laicas, las más recordadas de la cuales son los desfiles militares. La plaza tiene la circulación restringida los días de la semana que abre el Mausoleo de Lenin. El edificio piramidal que contiene el cuerpo embalsamado del líder de la Revolución Rusa está abierto al público tres días a la semana, sólo por la mañana. Los extranjeros deben mostrar el pasaporte y acceder por una cola especial. Está prohibido hacer fotografías o filmaciones; las bolsas deben dejarse en la consigna de la entrada.
El costado sur de la plaza está presidido por la catedral de San Basilio, famosa por sus cúpulas bulbosas. Fue construida entre 1555 y 1561 por el zar Iván el Terrible para celebrar la victoria sobre los tártaros. Se visita cada día, excepto los martes.
En uno de los costados de la Plaza Roja se encuentran los almacenes GUM. El edificio fue construido entre 1888 y 1893 en el lugar que ocupó el antiguo mercado de Moscú. Los trespisos están cubiertos por una bóveda acristalada. El interior es un gran centro comercial con tiendas que venden ropa de marcas internacionales.
La pequeña catedral de Kazán, en el mismo lado de la Plaza Roja que los almacenes GUM, data del siglo XVII, pero Stalin la mandó derruir en 1936. Su reconstrucción acabó en 1993.
El Museo de Historia es un edificio de ladrillo rojo levantado frente a la catedral de San Basilio, al otro extremo de la Plaza Roja.

Visita al Kremlin
El Kremlin abre cada día, excepto los jueves. La entrada se realiza por los jardines Aleksandrovsky, a través de la Torre de la Trinidad, la más alta de las 19 torres de la muralla del Kremlin y donde están las taquillas. Existe un billete para pasear por el recinto amurallado únicamente y otro que incluye la visita a las iglesias; también se puede pagar en cada una de las iglesias antes de entrar. La visita a la armería se paga aparte.
El edificio de la Armería es una construcción del siglo XIX. Se visita en grupos por turnos que se especifican en el billete de entrada. Acoge un museo de arte religioso, joyas y diamantes, el Fondo de Diamantes del Estado.
El Arsenal fue construido entre 1722 y 1736 para lucir los trofeos militares. Aunque el interior no se visita, vale la pena acercarse para ver los 875 cañones de la guerra napoleónica(1816-1828).
El Kremlin reúne en su recinto tres catedrales. La de la Asunción (siglo XV) fue escenario de las coronaciones de los zares. Cinco cúpulas rematan el edificio, que contiene valiosas tallas rusas de madera, como la del trono de Iván el Terrible. La catedral de la Anunciación fue la capilla privada de los zares desde 1489; alberga las obras murales de artistas rusos. Por último, San Miguel Arcángel (siglo XVI) introdujo en el Kremlin el Renacimiento italiano. También se encuentra allí el Campanario de Iván el Grande.
Otro de los monumentos que pueden visitarse es la pequeña iglesia de la Deposicióndel Manto, del siglo XV. El templo conserva un iconostasio de 1627 y tallas, iconos y crucifijos del siglo XV. Por último, el Campanario de Iván el Grande es una muestra de arte renacentista ruso. La planta baja aloja un museo de iconos.

Barrio de Kitai Gorod
Antigua ciudadela y centro comercial de Moscú. Resulta recomendable iniciar el recorrido por la calle Varvarka, a la que se accede por la parada de metro Revolutsii. Hoy es un barrio vital, con galerías de arte y casas elegantes de vivos colores.

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