Al sur de Italia y al norte de Libia, en el centro del Mediterráneo, se encuentra el paradisíaco archipiélago maltés. Formado por las pequeñas islas de Malta, Gozo y Comino –que no superan el medio millón de habitantes–, es un destino ideal para el viajero que busca unas vacaciones relajadas, disfrutando de playas y acantilados, leyendas de caballeros hospitalarios, vestigios prehistóricos, ciudades medievales y barrocas, pueblos marineros y deliciosos vinos autóctonos. Los fenicios fueron los primeros en colonizar el archipiélago en el siglo IX a.C., y desde entonces diversos pobladores han pisado sus tierras: cartagineses, romanos, árabes, varios reinos cristianos, caballeros hospitalarios, ejércitos napoleónicos y, más recientemente, británicos. A pesar de haber logrado la independencia en 1964, la influencia británica aún es tal que el inglés no sólo es la segunda lengua oficial, sino que el país se ha convertido en uno de los destinos más solicitados para aprender este idioma. Para iniciar un recorrido por estas islas, Valetta –capital de la isla de Malta y del Estado maltés– es el lugar más apropiado. Desde la ventanilla del avión ya se hacen visibles sus imponentes muros y fuertes, de hecho toda la ciudad es una fortificación desde que en 1565 el ejército turco sometieran a los caballeros Hospitalarios de San Juan a un constante asedio. Un paseo por La Valetta pone al descubierto palacios barrocos e iglesias monumentales que dan testimonio de la edad dorada que vivió la ciudad bajo el gobierno de los hospitalarios. La gastronomía del lugar conserva también vestigios de los diversos pobladores, es una mezcla de influencias mediterráneas, desde las recetas de pasta hasta las delicias árabes. El lempuka, por ejemplo, es un pez blanco servido en salsa picante, o los guisados de conejo, que es el plato nacional. Por supuesto que tampoco falta la británica hora del té.

A tener en cuenta
Se puede viajar a Malta con el documento nacional de identidad. La moneda es la lira maltesa; 1 euro equivale a 0,42 liras maltesas. El idioma es el maltés, aunque la mayoría de la población habla inglés, de hecho, Malta es un destino reconocido para aprender inglés.

Cuándo ir
La mejor época para visitar el archipiélago es el intervalo entre los meses de febrero y junio, cuando el sol luce casi a diario, pero no hay masificación turística y los precios de los alojamientos son más económicos que en la época estival.

Cómo llegar
El aeropuerto internacional de Malta se halla en Luqa, a 5 km de la capital, La Valetta. Desde Madrid y Barcelona, Air Malta dispone de varios vuelos semanales; en la web www.airmalta.com se pueden consultar ofertas y promociones. Frente a las terminales del aeropuerto hay estación de taxis.

Cómo moverse
Una forma recomendable de desplazarse por la isla de Malta es en autobuses de línea, que llegan a todos los rincones de la isla. Otros medios de transporte son el coche y la motocicleta –idónea en las islas de Gozo y Comino–. En el aeropuerto hay empresas que los alquilan. Desplazarse en taxi resulta caro. En Malta se circula por la izquierda.
Para ir de una isla a otra hay transbordadores regulares, que salen desde el puerto de La Valetta; se pueden cargar coches y motos (www.gozochannel.com).

Dónde dormir
La oferta de alojamiento incluye desde hoteles de cinco estrellas a modestos hostales y apartamentos. En las islas menores han proliferado las casas de turismo rural (www.holidays-malta.com/hotels.htm; www.choosemalta.com).

De compras
La artesanía es el mejor recuerdo. En los mercadillos de La Valetta venden objetos de alfarería, vidrio, cerámica, artículos de cobre, bronce, encajes y filigranas en oro y plata.

Gastronomía
Los ingredientes básicos de la cocina maltesa son los productos del mar y de temporada. Son especialidades la tarta lampuki –relleno de pescado con espinacas, coliflor, queso de cabra y avellanas– y el pastizzi, a base de queso riccota y huevos. Un plato típico es el guiso de conejo con vino y hierbas, cocinado en vasijas de barro sobre una piedra caliente llamada kenur.

La Valetta
El centro histórico de la capital maltesa se explora fácilmente a pie. Se trata de una villa amurallada del siglo XVI, excelentemente conservada y declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1980. Entre casas típicas y palacios sobresale la catedral de San Juan, el edificio religioso más destacado de la isla y máximo exponente de la Orden de los Caballeros de San Juan de Malta. La web www.visitmalta.com ofrece información e ideas para esta visita y un mapa interactivo donde aparecen los principales atractivos: museos, jardines, mercadillos, eventos...

Mdina y Rabat
La antigua capital maltesa, Mdina, se sitúa en el centro de la isla, unos 10 km al oeste de la capital. Es un ejemplo de ciudad fortificada medieval. En el recorrido por su recinto amurallado se visitan iglesias, monasterios y palacios. Destacan el Museo de Historia Natural y el de Antigüedades Romanas. La ciudad tiene gran ambiente nocturno, con numerosos restaurantes que ofrecen especialidades maltesas en un ambiente tranquilo. Cerca se sitúa Rabat, otra de las ciudades monumentales de Malta. Conserva iglesias barrocas, las catacumbas de San Pablo y Santa Ágata y una villa romana.

Otras visitas
Vittoriossa. Esta ciudad, junto a Senglea y Cospicua –cada una en el extremo de un fiordo–, fue añadida al núcleo de la Valetta en 1670. Conserva el barrio medieval y ofrece bellas vistas sobre el Gran Puerto y los muelles de Senglea.
Msida. Esta aldea al norte deLa Valetta, en el extremo de uno de los fiordos, merece una visita por su iglesia de San José, situada frente al puerto.
Marsaxlokk. Esta bahía del sur de Malta es uno de los enclaves más apreciados de la isla por su colorido puerto, cuajado de luzzos, las barcas de pesca tradicionales. Los domingos celebra un mercado muy animado.
Victoria. La capital de Gozo es una ciudad amurallada que se erige sobre un peñón. Tiene una catedral barroca del siglo XVII. Los habitantes de la ciudad siguen usando el nombre original, Rabat; el actual fue impuesto por los ingleses en 1897. La catedral, la plaza de la Independencia y la ciudadela son sus principales puntos de interés.
Gharb. Aldea emplazada en el oeste de la isla de Gozo. A la entrada de la población hay un centro de artesanía de vidrio. El Museo de Folclore ocupa un edificio del siglo XVIII.
Ventana Azul. Hasta este boquete en la roca, a ras de mar, se llega en barco desde Dwejra, en la costa oeste de Gozo. Es un buen lugar para el buceo.
Comino. Localizada entre Malta y Gozo, es la menor de las islas maltesas. En sus 2,5 km2 tiene un par de hoteles y una torre vigía hospitalaria. Destaca la playa de la Laguna Azul.

Paraíso del buceo
Con aguas templadas, impresionantes fondos marinos y una visibilidad de hasta 30 m de profundidad, estas islas son idóneas para el submarinismo. Sobresalen las aguas del nordeste de Gozo, cerca de Marsalforn, un bonito pueblo de pescadores, donde hay uno de los mejores lugares para practicar las inmersiones. En los pueblos de la costa de Malta y de Gozo funcionan empresas que alquilan material y varias escuelas que dan clases de submarinismo (www.pdsa.org.mt; www.subwayscuba.com). Además del buceo, en las islas se puede practicar el senderismo, sobre todo por los acantilados de Dingli, en la costa occidental de Malta. La isla de Gozo es idónea para rutas en bicicleta.

Ambiente nocturnoLos mejores enclaves para salir de noche se encuentran pocos kilómetros al norte de la capital maltesa, en las localidades de Sliema y Saint Julian's. La primera cuenta con un paseo litoral de casi 3 km, bordeado por numerosos restaurantes. Por su parte, Saint Julian's dispone de diversos cines, restaurantes, bares, discotecas y locales de música en vivo.

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