Irlanda

La isla de Irlanda, de 85.021 km2 de extensión, se sitúa al este de Gran Bretaña, rodeada por aguas del Atlántico. Su población es de 3,5 millones de personas, que se reparten en sus cuatro provincias: Connacht, Leinster, Munster y Ulster. La capital es Dublín.

Cómo llegar
La compañía Aer Lingus (Tel. 902 502 737) vuela a Dublín
desde varias capitales de España, como Madrid, Barcelona
–desde éstas con vuelos directos–, Valencia, Bilbao o
Sevilla. Iberia (Tel. 602 400 500) y la línea de bajo coste
Ryannair (www.ryannair.com) también ofrecen este
servicio.

A tener en cuenta
Para viajar a Irlanda sólo se necesita llevar el DNI. En la
República de Irlanda la moneda es el euro, pero si se viaja a
Irlanda del Norte la moneda oficial es la libra esterlina.

Irlanda en coche
En Irlanda se conduce por la izquierda. Tanto en el
aeropuerto de llegada de Dublín, como en las principales
ciudades, hay muchas empresas de alquiler de vehículos.
Turismo de Irlanda propone diversas rutas con las etapas
más interesantes en función de los días de viaje. Un
ejemplo es la ruta «Irlanda en 10 días» con la que se
pueden visitar Dublín, Tramore, Cork o Galway, con
paradas, entre otras, a la propiedad de Powercourt –con la
cascada más alta de Irlanda–, o a Youghal, que fue plató de
la película Moby Dick. Otra visita paisajística es a los
acantilados de Moher que, en algunos puntos, llegan a
alcanzar 200 m de alto, con fabulosas vistas al Atlántico. En
las agencias de viaje informan del sistema Fly &
Drive que ofrece, por un precio más ajustado, los
vuelos en avión y un coche de alquiler en destino, que
permite moverse con mayor libertad.

Propuestas ecuestres
En Irlanda existe gran afición a los caballos. En muchas
oficinas de turismo locales ofrecen gran variedad de
propuestas de ocio, vinculadas con estos animales: desde
rutas a caballo a visitas a alguno de los 27 hipódromos
diseminados por la isla; destacan los de Leopardstown, en
Galway, y Punchestown y Curragh, en el condado de
Kildare. Otra opción es visitar la granja National Stud Farm,
también a las afueras de Kildare; se trata de un centro de
cría de purasangres donde se pueden realizar visitas
guiadas. Esta pasión irlandesa por los caballos se plasma,
sobre todo, durante el verano, cuando en muchas ciudades
y pueblos organizan fiestas y ferias, que suelen incluir
carreras y torneos.

Dublín
En la capital irlandesa, situada en el este de la isla, hay que
visitar el castillo, las catedrales de St. Patrick y de
Christchurch, el Trinity College –la Universidad más antigua
del país– y algunos de sus museos como la National Gallery
of Ireland –con más de 2.600 obras de arte–. Una visita
curiosa se realiza a la Guinness Storehouse, una antigua
fábrica donde se muestra una exposición sobre el mundo
de la cerveza. Dublín tiene bellos parques por los que
resulta un placer pasear; el más emblemático es el St.
Stephen’s Green. Por la noche, la actividad se centra en
barrios como Temple Bar, lleno de pubs y restaurantes. El
Dublin Pass, de venta en oficinas de turismo, ofrece
descuentos en transporte público y visitas. Más información
en www.visitdublin.com

Cork y el sur
En la ciudad de Cork –Capital Cultural Europea 2005– se
puede visitar el Blarney Castle, donde se guarda la piedra
Blarney; según la tradición, otorga el don de la elocuencia a
quien la besa. Para amantes del whiskey irlandés, el
Jameson Heritage Centre es parada obligatoria. Desde
Cork, merece la pena desplazarse a la costa oeste y admirar
los paisajes pintorescos de Killarney, de la península de
Dingle y del célebre anillo de Kerry. Más información en
www.corkkerry.ie

La costa oeste
Galway, la ciudad principal del oeste irlandés, no ha
perdido su encanto medieval, a pesar de su rápido
crecimiento. Prueba de ello son el castillo de Lynch’s –del
siglo XV– y su mítico Mercado Viejo, que se instala los
sábados desde la Edad Media. Su litoral ofrece salvajes y
grandiosasvistas,como las de Connemara –con bellos
senderos naturales–, las islas Aran o los acantilados de
Moher. Más información en www.irelandwest.ie

Irlanda del norte
Los condados de Antrim, Armagh, Down, Fermanagh,
Londonderry y Tyrone forman el pequeño pero muy diverso
país del Ulster. Este territorio que pertenece al Reino Unido
está empezando a ver los frutos del proceso de paz y
ofrece al visitante un sinfín de atractivos naturales y
culturales. La increíble Calzada de los Gigantes, la región
de los lagos de Fermanagh, las zonas montañosas de
Sperrin, Tyrone y Londonderry, también la ciudad
eclesiástica de Armagh o las murallas de la ciudad de Derry
y, cómo no, su capital Belfast, son algunos de sus
numerosos alicientes. Belfast, testimonio evidente de la
historia reciente del Ulster, muestra hoy, renovada, su
espledoroso y tradicional pasado. Belfast, rodeada de
campiñas. Su corazón se halla en el barrio de Queen’s, con
la bonita catedral de Santa Ana. Las mejores vistas se
tienen desde el castillo y sus jardines. En esta ciudad,
donde se botó el mítico Titanic, vale la pena visitar un
museo que el barco tiene dedicado. Más información en
www.gotobelfast.com y
www.discovernorthernireland.com

La huella celta
Tal vez el más visitado de los vestigios celtas de Irlanda sea
el dolmen de Legannany, cerca de Newcastle. También, el
de Poulnabrone, en el condado de Clare. O el círculo de
piedras de Drombeg, al que suelen acudir los amantes de
misterios cada 21 de diciembre, cuando en el solsticio de
invierno los rayos de sol –si los hay– iluminan el conjunto
de manera sorprendente. Los viajeros pueden seguir
también la estela que guardan las cruces celtas. Se hallan
en cualquier cementerio, iglesia o castillo, y entre las más
artísticas están la de Ahenney, las tres cruces de
Clonmacnois y la que se halla cerca de la iglesia de
Disert O’Dea.

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