Gerona

En el siglo VII los romanos la fundaron con el nombre de Gerunda. A pesar de las innumerables vicisitudes por las que ha pasado, Gerona –Girona en catalán– aún conserva testimonios de su pasado romano, medieval y renacentista. Prueba de ello son los restos de la muralla situados cerca de la plaza de Sant Domènec, el callo judío donde vivió dicha comunidad –desde el siglo XI hasta el XIV– o la catedral de Santa Maria –del siglo XIV al XVIII–. Después de subir una larga escalinata barroca, el viajero deberá reservar el suficiente aliento para disfrutar cada uno de los detalles de este templo. El claustro trapezoidal (siglo XVII) es, junto con el Tapiz de la Creación –del mismo siglo y que se conserva en el museo adyacente–, una de las reliquias medievales más bellas de la ciudad. Gerona siempre se sintió orgullosa de su catedral: la única nave gótica que la constituye fue en su día la más alta jamás erigida en Europa. Pero lejos de quedarse aferrada a sus joyas del pasado, el impulso que ha ejercido la ciudad por embellecer sus edificios más representativos ha sido muy notable. Esta reforma iniciada en los años ochenta ha hecho de ella un atractivo para el turismo nacional e internacional: ya sean franceses, ingleses o alemanes, los visitantes quedan prendados por la magnífica estampa que ofrece el río Onyar, flanqueado por las coloridas fachadas de los edificios. Y es que el río es la verdadera arteria de la ciudad y ha sido testimonio omnipresente de todos los cambios. Ya sea por la gastronomía, la historia o el arte, Gerona es una fuente inagotable de sensaciones.

Capital de la provincia que lleva su nombre, Gerona (Girona) se sitúa en el noreste de Cataluña, entre los Pirineos y la Costa Brava. Nacida a orillas del río Onyar, la ciudad destaca por su casco antiguo, donde comparten espacio los callejones del Call (la antigua judería) y monumentos como la Catedral. Gerona tiene una población de 82.000 habitantes.

Llegar y desplazarse
Gerona se halla a 103 km de Barcelona y a 703 km de Madrid. En coche se puede llegar por la autopista AP-7, cuyo trazado va paralelo al litoral mediterráneo. Hay que dejar la autopista por la salida número 7. Resulta una vía rápida y cómoda. Desde la ciudad de Lérida, 259 km al este, el acceso más directo es siguiendo la carretera C-25. El tren (www.renfe.es) es un medio de transporte muy útil para visitar Gerona. Desde las estaciones barcelonesas de Sants y Passeig de Gràcia las salidas hacia Gerona son frecuentes. Por su parte, Madrid cuenta con el tren Costa Brava, que sale cada día a las 22 h y llega a las 9.23 h del día siguiente. Junto a la Estación de Tren está la Terminal de Autobuses, que conecta con las poblaciones del interior de la provincia y de la costa.
Otra forma de viajar a Gerona es en avión. Una línea regular de autobús comunica la ciudad con el aeropuerto, a 12 km. Esta ciudad catalana es idónea para recorrerla a pie, ya que la mayoría de monumentos se hallan agrupados en la orilla oriental del río Onyar.

Cuándo ir
Aunque Gerona tiene encanto todo el año, un buen momento para visitarla es en el mes de mayo, cuando se celebra la fiesta «Girona, temps de flors», este año, del 13 al 21. Esos días, las casas, palacios, museos y plazas del núcleo antiguo y del Call se adornan con flores. También es una ocasión para entrar en edificios que normalmente permanecen cerrados al público.

Consejos útiles
Existe una promoción turística que ofrece ventajas en la entrada a monumentos y museos de Gerona.Consiste en pagar el 100% de la entrada de la primera visita y luego presentar ese billete en las siguientes para obtener una rebaja del 50%. La catedral y los baños árabes no participan en esta promoción.
A partir de marzo y durante el verano, hay un tren turístico que recorre los principales enclaves de la ciudad. En invierno, sólo circula los fines de semana. En la época que dura el certamen floral de Gerona, el tren hace un recorrido más extenso, incluyendo lugares situados en las afueras.
En la oficina de turismo local informan de las rutas temáticas que organiza la Asociación de Guías de Gerona, como la que visita el casco antiguo narrando leyendas y la que recorre el Call.

Principales visitas
El río Onyar y las casas pintadas con vivos colores que lo presiden es la estampa más conocida de la ciudad. Una recomendación para observar esta panorámica es desde alguno de los puentes que salvan este afluente del Ter. Los más emblemáticos son el de Pedra, hoy peatonal, el Pont de Ferro, el Pont de las Peixeteries Velles y el Pont de Sant Agustí.
El Call es la visita emblemática de Gerona. Se localiza cerca del río Onyar, alrededor de la calle de la Força. En el número 8 se encuentra el Centre Bonastruc ça Porta (Tel. 972 216 761), un museo que narra la historia de la comunidad judía en la ciudad.
Cerca del Call está la catedral de Gerona (www.catedraldegirona.org), donde se reúne parte del patrimonio más importante de la ciudad. Destaca la sala del Tesoro donde, entre otras piezas, se puede admirar el tapiz de La Creación, bordado en el siglo XI.
Fuera del casco antiguo, en la ciudad baja, se halla la Rambla, el paseo más popular de Gerona, repleto de pastelerías, tiendas, restaurantes y bares. Una curiosidad arquitectónica de esta vía peatonal es el tramo del paseo de los Porxos donde, los fines de semana, instalan sus paradas los coleccionistas.
Otra de las zonas de paseo es el parque de la Devesa, pulmón verdede Gerona. Entre junio y septiembre, se convierte también en zona de ocio, ya que muchas carpas se sitúan en este lugar.

Otras visitas:
Río Onyar. Eje principal de la ciudad, en la zona antigua está cruzado por cuatro puentes. El de Pedra, el de Sant Agustí y el de Les Peixeteries Velles conducen directamente al casco viejo de Gerona.
Rambla de la Llibertat. Con sus frondosos tilos y sus tiendas y cafés, es la mejor zona de recreo de la ciudad, sobre todo al caer la tarde.
Sant Martí Sacosta. Situada en la Pujada de San Domènec, junto a la Plaça de l’Oli, destaca su fachada barroca con una escultura del santo.
Call. En catalán, la judería se conoce con el nombre de «call». Tuvo una gran importancia en Gerona, donde los judíos permanecieron durante seis siglos, hasta su expulsión en el año 1492.
Centro Bonastruc ça Porta. Creado en 1992, es la sede del Museo de Historia de los Judíos y del Centro de Estudios Mahmánides.
Paseo de la Muralla. Transcurre a los largo de diversos jardines –como el dels Alemanys– y permite recorrer todo el perímetro de la ciudad medieval.
Catedral. De origen románico –de esa época conserva el claustro y el campanario–, se accede al templo a través de una escalera empinada. Tiene fachada barroca, del siglo XVIII. En el Museo de la Catedral se conserva el valioso Tapiz de la Creación, que mide unos 12 m² y data del siglo XII.
Baños árabes. Se hallan en uno de los lugares más bellos de Gerona. Se accede a los baños desde la plaza de la Catedral. Datan del siglo XII y están formados por tres salas, inspiradas en las antiguas termas romanas.
Sant Pere de Galligants. Desde este monasterio románico se obtienen unas magníficas vistas de los jardines y de la catedral.
Sant Feliu. Esta iglesia se levantó entre los siglos XIII y XVI. En las paredes laterales del presbiterio se hallan encastrados varios sepulcros paleocristianos. Destaca también su característica torre truncada, que es visible desde toda la ciudad.

Museos de historia
En la calle que atraviesa el casco antiguo y el Call, se encuentra el Museo de Historia (c/. de la Força, 27; www. ajuntament.gi), en el convento de Sant Antoni. A través de sus diversas plantas, realiza un recorrido por la historia local, desde los primeros vestigios de la fundación de la ciudad.
El Museo de Arqueología de Girona ocupa el monasterio de Sant Pere de Galligants (plaza de Santa Llúcia; www. mac.es), de estilo románico. En sus salas se exponen objetos hallados en la ciudad y en toda la provincia.

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