Galicia

Lugo y Orense esconden los paisajes menos conocidos de Galicia. Aldeas típicas y una sabrosa gastronomía son alicientes añadidos a sus bosques y sierras tan bien preservados.

Cómo llegar
Aunque Orense y Lugo no tienen aeropuerto, se puede llegar en avión hasta La Coruña o Santiago de Compostela, para luego continuar en tren o en autobús. Lugo está a 95 km de La Coruña y a 114 km de Santiago de Compostela, y Orense a 169 km de La Coruña y a 101 km de la capital compostelana. La mejor opción para desplazarse por el interior de Galicia es el coche.

Principales visitas
Lugo. La ciudad más antigua de Galicia conserva importantes vestigios romanos, como las termas, y un acueducto. Además, su imponente muralla es Patrimonio de la Humanidad.
Sierra de Os Ancares. Durante siglos fue la puerta de entrada para los peregrinos que iban a Compostela. En estos montes se conservan las pallozas, construcciones prerrománicas circulares cubiertas con tejados de paja.
Sierra de O Courel. Reserva biológica en la que sobresale la devesa de Rogueira, una reliquia botánica de castaños, acebos, tejos y hayas.
Santo Estevo de Ribas de Sil. Desde el siglo X, Santo Estevo ha sido el centro de la Ribeira Sacra. La iglesia mantiene trazos del románico original, aunque domina el barroco de su restauración, en el siglo XVII.
Santa Cristina. En una ladera y rodeado por frondosos bosques de castaños, este monasterio de origen románico crea un conjunto espectacular, en armonía con la naturaleza del entorno.
Monasterio de Oseira. Fue el primero que la orden del Císter fundó en Galicia (siglo XII). Conserva la iglesia de estilo románico y la sala capitular del siglo XV.
Orense. Destacan las famosas Burgas, manantiales de agua que brotan a más de 67 ºC; y la catedral, obra cumbre del románico de transición.
Ribadavia. Capital de la comarca vinícola de O Ribeiro, cuenta con afamadas bodegas y un barrio judío declarado Monumento Nacional.
Allariz. Plazas recoletas, iglesias restauradas y las cuidadas orillas del río Arnoia convierten este pueblo en uno de los más bellos del interior gallego.
P. N. de la Sierra del Xurés. Varios riachuelos serpentean por las montañas de esta sierra orensana, surcada por sendas que siguen un antiguo trazado romano.

Lo mejor de Orense
Orense conserva su conjunto histórico localizado alrededor de la plaza Maior, donde se reúnen el Ayuntamiento, la catedral, la iglesia de Santa María y el Museo Arqueológico. Ésta es también la zona del tapeo, conocida como Los Vinos. La Oficina de Turismo (Tel. 988 366 064) organiza visitas guiadas por la ciudad que parten de la plaza Maior. También merecen una visita las Burgas o fuentes termales y el puente Viejo, romano, sobre el Miño.

Lugo histórico
La gran atracción de Lugo es la muralla romana, declarada Patrimonio de la Humanidad. Mide 2.157 m de largo, con muros de cuatro a siete metros de ancho y una altura de ocho a doce metros. Conserva 82 torres y cinco puertas. La muralla se puede recorrer íntegramente, accediendo por cualquiera de sus puertas. El paseo permite admirar el centro histórico intramuros, donde son visitas obligadas la catedral y el Museo Provincial. Oficina de Turismo de Lugo, Tel. 982 231 361 y www.muralla delugo.info

Pueblos en ruta
Ribadavia, capital de la comarca vinícola del Ribeiro, conserva una judería medieval en perfecto estado, declarada Monumento Nacional. También vale la pena visitar la iglesia de Nosa Señora do Portal, el convento de Santo Domingo, la fortaleza de los condes de Ribadavia, así como el Museo Etnológico del Ribeiro (Turismo, Tel. 988 471 275). Más al sur está la villa de Celanova, que atesora en su plaza Maior una joya de la arquitectura religiosa: el monasterio de San Salvador, con dos claustros y el oratorio mozárabe de San Miguel (Turismo, Tel. 988 432 201). Allariz, etapa de la Vía de la Plata, está declarada conjunto histórico artístico. En el pueblo destaca el monasterio de Santa Clara, con el mayor claustro de España, y las riberas del Arnoia, con su puente medieval (Turismo, Tel. 988 442 008). En la comarca de O Carballiño merece la pena parar en aldeas como Cea, con el monasterio románico de Santa María de Oseira, o en Salamonde, con ocho hórreos completos (Turismo, Tel. 988 530 252).

Ribeira Sacra y el Sil
La localidad de Os Peares es la entrada a la Ribeira Sacra, una vía limitada por los cañones del río Sil, en la que se pueden visitar diversos monasterios. Sus hitos son Santo Estevo de Ribas de Sil, cenobio del siglo vi y el mayor de la Ribeira –hoy Parador Nacional–, y el monasterio románico de Santa Cristina. Cerca de éste se halla el mirador Balcones de Madrid, con vistas sobre el cañón; hay otros miradores en Alberguería, Cerreda y Vilouxe. La Ribeira Sacra puede recorrerse en coche o navegando en catamarán por el río, desde el embarcadero de Santo Estevo do Sil; reservas, Tel. 988 215 100; www.ribeirasacra.org

Os Ancares y O Courel
El mejor acceso por Galicia a la Reserva Natural de Os Ancares es Pedrafita do Cebreiro, en Lugo. Desde el pueblo se inician rutas hacia la sierra y hasta la cima de Cuiña, de 1.987 metros. Desde O Cebreiro, en Orense, se entra en la sierra de O Courel, coronada por el pico Formigueiros (1.650 m), cerca de Folgoso do Courel. En Moreda-Taboada se encuentra el Aula de Naturaleza de esta sierra, de la que nacen rutas para visitar la aldea de Seoane, Samos y su abadía, y la dehesa de A Rogueira, la más importante de Galicia.

Tradición termal
Los romanos fueron los primeros en aprovechar las virtudes de los manantiales de Galicia. Las Burgas o fuentes medicinales de Orense, como la de Chavasqueira (www.termaschavasqueira.com) y el balneario de Lugo (www. balneariodelugo.com), ubicado en unas termas romanas, son los que más visitantes reciben. Otros centros son el balneario de Baños de Molgas; Caldas de Partovia y Gran Balneario, en O Carballiño; el de Prexigueiro, en Ribadavia, o los spa de Laiascaldaria, en Laias, y Arnoiacaldaria, en Arnoia; www. balneatermal.com

Gastronomía
O Carballiño tiene fama de servir el mejor pulpo gallego de toda Galicia; una ración de pulpo á feira acompañada del pan de Cea y un vino de Ribeiro, y para acabar un orujo casero de Valdo Miño hará más atractivo esta ruta por el interior gallego.

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