El Zugspitze, la montaña más elevada de Alemania, alcanza los 2.964 metros de altura y su silueta dentada es visible desde toda la región de la Alta Baviera. Una cruz dorada corona la cima y desde ahí las vistas son sobrecogedoras: la sucesión interminable de cumbres nevadas de los Alpes y las pistas de esquí que descienden suavemente hasta el valle, todo un paraíso para los esquiadores. Garmisch-Partenkirchen, un pequeño enclave fundado por los romanos, es el perfecto punto de partida para conocer esta región. En la estación de esta ciudad se celebra cada Año Nuevo la famosa competición mundial de salto de trampolín. Pero la localidad no ha perdido su carácter rural y alpino, y en las fachadas de las casas se pueden apreciar los célebres trampantojos del sur de Baviera, que crean una especie de museo de pintura al aire libre. A través de un laberinto de túneles y galerías excavadas en la roca podemos recorrer la ruta del cañón del río Partnach, que lleva hasta las cascadas heladas. Las dos joyas arquitectónicas de la región son el monasterio de Ettal y el Palacio de Linderhof, construido por el rey Luis II de Baviera y cuya decoración deja entrever el mundo fantástico en el que habitaba el monarca. Otro placer que nos brinda la naturaleza durante la estación más fría consiste en patinar sobre hielo en lagos naturales, como el Schmalensee –lago estrecho– o el Geroldsee. Una actividad que es todo un ritual: el silencio sólo se rompe con el suave sonido de la cuchilla sobre el hielo.

A tener en cuenta
Para viajar a Alemania sólo se precisa el documento nacional de identidad. La moneda es el euro. Entre noviembre y mayo hay nieve asegurada en las pistas de esquí de la región de Garmisch-Partenkirchen, un destino turístico invernal de primer orden. El resto del año, las oficinas de turismo de las principales localidades organizan excursiones a pie o en bicicleta por estas montañas. Para realizar las actividades es básico llevar una indumentaria y calzado adecuados.

Llegar y desplazarse
Garmisch-Partenkirchen es el eje central de esta región alpina. No tiene aeropuerto, pero se puede llegar en avión al de Munich, la capital bávara, situada 85 km al norte; otra opción es llegar desde Austria, volando al aeropuerto de Innsbruck, a 60 km. Ambos cuentan con servicio de alquiler de coches para continuar el viaje por carretera; también hay enlaces con autobús y tren con Garmisch-Partenkirchen. Desde Munich, por ejemplo, hay una conexión con un tren de alta velocidad.

Dónde dormir
La localidad de Garmisch-Partenkirchen reúne la mayor oferta hotelera en la zona, compuesta por hoteles, hostales, casas de huéspedes, balnearios y rústicas cabañas.

Gastronomía alpina
Los platos tradicionales en los Alpes bávaros se distinguen por ser abundantes y consistentes, para combatir el rigor del clima de alta montaña. Como entrante se suele servir el brotzeitteler, un plato para compartir, con embutidos, ahumados y quesos salpicados de salsa de pepinillos y mostaza. Entre los guisos están el ganso al horno y la pierna asada de cerdo, y como postre la apfelstrüdel, una tarta de manzana. Las comidas siempre se acompañan con cerveza alemana.

Principales visitas
Garmish-Partenkirchen. Es la estación de esquí más famosa del país y una de las más veteranas. Cuenta con 200 km de pistas y con nieve de noviembre a mayo.Está situada junto al pueblo homónimo, de arquitectura tradicional bávara.
Zugspitze. Con sus 2.964 m es el pico más alto de Alemania. Coronada por una cruz, desde la cumbre se divisa todo el macizo de los Alpes hasta Austria. Se puede ascender a la cima en tren cremallera y en el teleférico que parte del lago Eibsee.
Partnach. Una ruta de 1,2 km sigue el curso del río Partnach por un cañón salpicado de túneles y de cascadas que se hielan en invierno.
Linderhof.Lujosa residencia de Luis II, del siglo XIX, de estilo barroco y rococó, con unas impresionantes estancias, pabellones y jardines inspirados en Versalles.
Monasterio de Ettal. Basílica benedictina fundada en el siglo XIV y remodelada en el siglo XVIII en estilo barroco.
Oberammergau. En esta localidad se expandió con fuerza en el siglo XVII la técnica del trampantojo. Muchas de las fachadas de sus casas están decoradas con frescos, entre ellas destaca la Pilatushaus.
Schmalensee. En invierno este lago se convierte en una popular pista de patinaje natural.
Mittenwald. Este pueblo es famoso por la artesanía de violines, una tradición que empezó en el siglo XVII y que aún goza de fama mundial. Destaca su emplazamiento junto a los montes Karwendel.
Gerold. En esta aldea es muy tradicional patinar sobre los lagos que la rodean y que se hielan en invierno. Se trata de un encantador enclave alpino, situado 11 km al este de Garmisch-Partenkirchen, a los pies del macizo Karwendel. En el pueblo hay tiendas de alquiler de material.

Garmisch-Partenkirchen
Este pueblo, situado en el corazón de los Alpes bávaros, es una de las mayores estaciones de esquí de Alemania (tiene 118 km de pistas) y una de las más veteranas (conserva un refugio abierto el 1897). En la actualidad es famosa por acoger cada año el Campeonato de Saltos de Fin de Año. La localidad ofrece numerosos establecimientos de alquiler de material, escuelas de esquíyuna amplia oferta de après-ski. La oficina de turismo vende distintos abonos con facilidades para la visita. El Happy Ski Card, por ejemplo, sirve para utilizar tres días todas las pistas de la zona; y el Holiday Pass ofrece descuentos en actividades y en el uso del tren o el teleférico para subir a cimas como la del Zugspitze (www.garmisch-partenkirchen.de).

Ascensión al Zugspitze
La pico Zugspitze, de 2.964 m de altitud, es la montaña más alta de Alemania y una de las excursiones típicas que se realizan desde Garmisch-Partenkirchen. Existen otros puntos de inicio para la ascensión, pero el tren-cremallera que sale desde esta localidad es el que ofrece las mejores panorámicas. Hay que bajar en el apeadero de Zugspitzplatt (a 2.600 m de altitud), junto al lago Eibsee, donde se continúa en teleférico hasta la cima. Allí hay un mirador sobre el circo de Zugspitzplattz, con una de las vistas más espectaculares de los Alpes bávaros (www.zugspitze.de).
Si se prefiere ir por carretera hasta el teleférico que asciende al Zugspitze, a 6 km de Garmisch-Partenkirchen, vale la pena detenerse en el encantador pueblo de Grainau, emplazado entre el lago Eibsee y los Alpes; www.grainau.de.

Cañón del Partnach
A menos de dos kilómetro de Garmisch-Partenkirchen aparece en la carretera la indicación al paraje del cañón del Partnach, donde este río ha excavado túneles y cascadas. Se visitan caminando por senderos paralelos a su cauce. El lugar es espectacular en invierno, cuando las aguas se hielan. Desde el cañón, un sendero de dificultad alta sube al pico Dreitorspitze (2.633 m de altitud), donde se visita la Casita del Cazador, un chalet con decoración oriental, que se hizo construir en 1870 el rey Luis II de Baviera (1864-1886); www.europeforvisitors.com.

Oberammergau
A 20 km de Garmisch-Partenkirchen, se emplaza este pueblo que es uno de los mejores ejemplos de arquitectura rural de los Alpes bávaros. Destacan las fachadas, decoradas con pinturas al fresco llamadas trampantojos, una técnica surgida en el siglo XVII. Hay que ver las que cubren la Casa de Pilatos, así como la iglesia de San Pedro y San Pablo (siglo XVIII). Entre mayo y octubre, numerosos visitantes acuden para ver las representaciones de la Pasión de Cristo, una tradición en el pueblo desde el siglo XVII; www.oberammergau.de.
En los alrededores merece la pena realizar dos visitas: el monasterio de Ettal, de origen medieval, aunque con decoración barroca del siglo XVIII, y el palacio Linderhof, otra posesión del rey bávaro Luis II, profusamente decorado y rodeado de cuidados jardines; www.kloster-ettal.de; www.linderhof.de.

Mittenwald
Esta localidad, 19 km al este de Garmisch-Partenkirchen, es famosa por sus artesanos en madera, especializados desde el siglo XVII en violines. Todavía hoy se pueden visitar varios talleres, así como el museo Geigenbau und Heimat, donde se exponen valiosas piezas y se describe la vinculación del pueblo con este instrumento.
Desde Mittenwald se inician rutas de montaña, subiendo con el teleférico Karwendel Cable Car hasta un mirador situado a 2.244 m de altitud; www.mittenwald.de.

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