Eslovenia

Eslovenia, con sus 20.553 Km² de superficie es uno de los estados más pequeños de Europa. Aunque su tamaño sea reducido, cuenta con innumerables atractivos turísticos; la capital, Ljubljana, es un óptimo punto de partida para conocerlos. Uno de sus arquitectos más reconocidos y admirados fue Jose Plecnick (1872-1957), principal impulsor de de la ciudad como capital moderna -de hecho, Eslovenia como estado fue creada a partir del 1992 tras la desarticulación de la república yugoslava-. El famoso arquitecto firmó distintos proyectos en los que destacó especialmente el mercado central o Trznica, el diseño de los márgenes del río Ljubljanica o la pirámide en el barrio de Trnovo.
Algunas características de su historia y las consecuentes reminiscencias podrían equiparar Ljubljana con otras grandes ciudades europeas como Praga, Viena o Salzburgo. Sin embargo, también cuenta con un estilo propio; su posición en Europa la hace singular ya que ni se la puede considerar plenamente central ni balcánica. Uno de los símbolos que más la representan son los dragones de hierro del puente Zmajski. Una historia antigua cuenta que el héroe griego Jasón remontó distintos ríos huyendo de los Argonautas, y una vez llegado al Ljubljanica, tuvo que enfrentarse contra un dragón, saliendo victorioso de la batalla. En 1901 el puente fue construido en honor al 40 aniversario de la coronación del emperador Francisco José. Tampoco faltan bellas leyendas: la población afirma que cada vez que pasa una doncella por el puente, los dragones mueven sus colas.
Pero más allá de su capital también hay destinos indispensables como el Parque Nacional Triglav -con una extensión envidiable de 84.805 hectáreas- en el que se puede subir al monte que le da nombre (2.864 metros) o visitar sus cascadas. El pueblo –balneario de Bled es uno de los destinos que más turistas atraen. La belleza del paraje y su gastronomía son algunos de los muchos atractivos que ofrece el páis.

A tener en cuenta
Eslovenia pertenece a la Unión Europea desde el año 2004, por lo que los españoles pueden visitar el país con el Documento Nacional de Identidad. El tólar esloveno es la moneda oficial; 1 euro equivale a 239,5 tólares.

Cuándo ir
El verano es la mejor época para realizar esta viaje, pero en otoño y en primavera las temperaturas son más suaves, oscilando alrededor de los 18 ºC. En las zonas de montaña del interior, esta temperatura es inferior.

Llegar y desplazarse
Se puede volar directo desde Barcelona al aeropuerto de Ljubljana, 26 km al norte de esta ciudad. Hay autobuses que dejan en el centro en trayectos de 45 minutos. La parada de taxis se sitúa frente a la terminal de llegadas. Desde el aeropuerto se puede conectar con otros dos aeródromos: el de Maribor (www.maribor-airport.si), en el este del país, y el de Portoroz (www.portoroz-airport.si), en el oeste. En Ljubljana y en los aeropuertos se pueden alquilar vehículos para recorrer por libre el país; de aquí también salen autobuses de línea hasta las principales ciudades (www.lju-airport.si).

Dónde alojarse
Ljubljana, las poblaciones de costa y los destinos alpinos del interior concentran la oferta. Muchos de los establecimientos ofrecen tratamientos de salud. Existen muchos cámpings y con buenas instalaciones. Consultar en la web: www.all-hotels.com/ europe/slovenia/home.htm.

Principales visitas
Ljubljana. La capital eslovena es un agradable lugar para empezar el viaje. Su casco antiguo conserva el ambiente medieval en los barrios de Krakovo y Trnovo. Es muy aconsejable pasear en barco por el río Ljubljanica y caminar hasta el castillo de la ciudad.
Parque Nacional Triglav. En el lago Bohinj se encuentra el centro de visitantes. Un buen lugar para alojarse es la aldea de Stara Fuzina, cerca de Bohinj. El teleférico de Ukanc asciende hasta el monte Vogel, un mirador excelente.
Bled. Localidad balnearia a 30 km de la oficina del Parque Nacional Triglav en Bohinj. Se recomiendan los paseos en barca por el lago hasta la isla con la iglesia de la Asunción.
Iglesia de Trojica. El templo parroquial de la aldea de Hrastovlje, cerca de Koper, conserva en muy buen estado unos frescos de la Danza de la Muerte; son del siglo XV.
Castillo de Predjama. Esta fortaleza medieval es uno de los alicientes de la localidad de Postojna, 50 km al sur de Ljubljana. Además, merece la pena visitar las magníficas grutas del municipio.
Cuevas de Skocjanske. Situadas junto a la autopista que desciende hacia la costa del Adriático, cerca de la ciudad de Divaca. Contiene tres salas espectaculares: la del Murmullo, la del Silencio y la gran Cueva Blanca.
Pirano. Instalado frente a la costa del mar Adriático, este pueblo conserva el trazado y edificios de la época en que perteneció a Venecia.

La visita de Ljubljana
Antes de descubrir la capital de Eslovenia resulta útil acudir a la Ljubljana Tourist Borrad, situada en la plaza Krekov. Allí venden la Ljubljana Card, una tarjeta turística válida para tres días de visita, que cubre el traslado en autobús, la entrada a museos y descuentos en restaurantes. Desde la oficina de turismo salen recorridos guiados por las calles medievales de la parte antigua, hoy repletas de terrazas. Las rutas finalizan en el castillo que preside la ciudad. Otras actividades son navegar en barca por el río Ljubljanica (de abril a octubre) y dar paseos en globo o en bicicleta. Para conocer el pulso de la ciudad hay que deambular por el mercado Trznica, instalado junto al río. La rica arquitectura de esta ciudad se puede conocer siguiendo la ruta del art-nouveau. Más información en: www.ljubljana-tourism.si.

El lago Bled
Situado 62 km al norte de la capital –desde donde se puede llegar en autobús– se halla Bled, un pueblo de tradición balnearia, enclavado en la orilla de un lago. Su mayor atracción es el castillo del siglo XI, el más antiguo del país. Ubicado en una isla, donde también se alza la iglesia de la Asunción, el castillo tiene una torre con vistas espléndidas. Lo tradicional es bordear el lago a pie o en bicicleta y navegar en barcas que alquilan en el pueblo. En invierno, en las montañas de Bled se practica esquí alpino. La región cuenta con varias pistas de esquí (www.bled.si).

P. N. Triglav
Esta reserva natural de 84.805 hectáreas se sitúa en los Alpes Julianos. El punto de información del parque se halla en Bled (c/. Ljubljanska 27); desde allí salen autobuses hasta el acceso al parque. La oficina organiza rutas a pie o a caballo por el parque, y aconseja sobre el alojamiento. El parque está presidido por el monte Triglav (de 2.864 m), objetivo de montañeros. Dentro de sus límites nacen los ríos Soca y Sava, que forman cascadas como la de Savica, de 60 metros de altura, a la que se llega por un sendero que parte del lago Bohinj. Estos ríos también se descienden practicando rafting y kayak (www.tnp.si).

Cuevas de Postojna
En el oeste de Eslovenia, a 57 km de la capital del país y conectado por tren y autobús, se halla el pueblo de Postojna, famoso por su cueva. Es una de las mayores del mundo, con 20 km de canales escarpados por el río Pivka. Abierta todo el año, se recorre con guía durante una hora y media. Las galerías tienen una temperatura de 8º C, por lo que es aconsejable llevar una prenda de abrigo (www.postojna-cave.com). A 9 km de la cueva y visible desde la entrada, está el castillo medieval de Predjama, construido sobre un acantilado (www.postojna.si). Otra cueva que merece la pena visitarse es la del pueblo de Divaca, 75 km al suroeste de Ljubljana, de camino a Koper. Se llama Skocjanske Jame y fue declarada Patrimonio de la Humanidaden 1986.

Costa del Adriático
Pirano es uno de los enclaves más encantadores de la costa del mar Adriático, declarado Ciudad Monumental Protegida. Se halla 117 km al oeste de la capital, con la que conectan varias líneas de autobuses –la estación se emplaza al final del puerto–. Es aconsejable pasear por el barrio marinero, lleno de restaurantes. En el casco antiguo se conservan algunos edificios de aire veneciano, y obras de estilo neoclásico, como el Palacio de Justicia y el Ayuntamiento (www.piran.si).

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