La región de Orleans es conocida por ser una de las más hermosas y ricas de Francia, además de haber sido durante siglos el lugar favorito de recreo de los monarcas franceses. Pero en Orleans un personaje ha eclipsado al resto: Juana de Arco, la campesina que liberó al país de los ingleses. Otro símbolo de la región es el Loira, de caudal generoso, conocido como el último río salvaje de Francia. A sus orillas han crecido cultivos y se han erigido ciudades y fantásticos castillos. Chamerolles es un buen ejemplo. Considerado un castillo de campo, dispone de las clásicas torres cónicas de pizarra, un lago y un patio cuadrado. Los jardines, de estilo renacentista y con un laberinto, ejemplifican perfectamente la pasión francesa por la jardinería. Esencias perfumadas envuelven la zona del Loira, ya que por todas partes se extienden los jardines de rosas, de rododendros y de otras plantas aromáticas. El Loira es el granero de Francia, y otros ingredientes que produce -directa o indirectamente- el río son: los espárragos, pescados de agua dulce, setas, manzanas, peras y carnes de caza. Para visitar el segundo monumento histórico más importante de Francia hay que dirigirse a la fortaleza de Blois, en el famoso castillo tuvieron lugar importantes capítulos de la historia del país como el asesinato del duque de Guisa, encargado por el rey Enrique III. Otro castillo, el de Cheverny, sirvió de inspiración al creador de Tintín, Hergé. Además, tras su jardín de rosas, en el pabellón de la Orangerie, permaneció escondida la pintura de la Mona Lisa durante la segunda guerra mundial. A pocos kilómetros de Amboise se encuentra el castillo de Chenonceau, uno de los más sublimes de esta zona. En este edificio, mujeres poderosas como Diana de Poitiers o Catalina de Médicis dejaron su huella indeleble.

A tener en cuenta
La mejor época para realizar este recorrido es de junio a septiembre, por la escasez de lluvias y las temperaturas agradables –la temperatura media estival es de 250 C–, y por la diversidad de espectáculos culturales que se programan en los castillos. Es recomendable reservar el alojamiento durante esos meses. La web www.monum.fr informa sobre un pase turístico que ofrece descuentos en la visita a castillos y otros monumentos.

Llegar y desplazarse
Desde varias ciudades españolas operan vuelos regulares y de bajo coste a París. El aeropuerto de Orly, al sur de la capital francesa, es el más cercano a Orleans, a 120 km. Orleans está conectada por dos autopistas con España: una entra por San Sebastián, a 681 km; la otra por Barcelona, a 913 km. En tren, la empresa Elipsos (www.elipsos.com) tiene líneas regulares nocturnas desde Madrid y Barcelona hasta París, con parada en Blois y Orleans. Para moverse por la zona, la opción más práctica es el coche, propio o de alquiler. También funcionan trenes regionales (www. tgv.com) y una eficaz red de autobuses interurbanos.

Alojamiento
La oferta del valle del Loira destaca por su variedad y calidad. Abarca desde antiguas y económicas posadas hasta casas rurales (www.gites-de-france.com), y mansiones y castillos privados o de cadenas hoteleras (www.relaischateaux.com/es). La oferta en cámpings está asimismo muy extendida (www.visaloire.com).

Visitas principales
Orleáns. Está considerada la puerta de entrada al valle del Loira. Es una ciudad tranquila donde sus principales reclamos son la catedral, el Ayuntamiento y el Museo de Juana de Arco.
Chamerolles. Este castillo restaurado de forma impecable fue una estancia agrícola, lo que no impide que cuente con unos cuidados jardines y unos elegantes interiores que albergan un museo del perfume.
Jardínde Roquelin. Esta granja de Meung-sur-Loire ha abierto al público su espléndido jardín de rosas.
Blois. La ciudad medieval es la sede del castillo del mismo nombre. En su patio cuadrado se aprecian los tres estilos sucesivos (medieval, renacentista y clásico) en los que fue construyéndose. Frente al castillo está el curioso Museo de la Magia.
Chambord. Propiedad de la presidencia de la República, el castillo de Chambord es un edificio impresionante, testimonio del regimen absolutista de los reyes franceses Cuenta con 440 estancias, lagos, ríos y un parque con 4.500 hectáreas por el que se puede pasear en bicicleta.
Cheverny. El castillo que inspiró el de Moulinsart de Tintín es un buen ejemplo de la vida aristocrática. Destaca el museo dedicado al personaje.
Amboise. La ciudad de Amboise está coronada por un hermoso castillo amurallado. En ella residió Leonardo Da Vinci y existen un parque y un museo dedicado a su figura.
Chenonceau. Conocido como el castillo de las Damas, está edificado sobre un afluente del Loira. Tanto el entorno como sus delicados interiores merecen una detenida visita.

Las principales ciudades
Orleans, habitual puerta de entrada al valle del Loira, debe la fama a su magnífica catedral gótica. También destacan varios museos como el de Bellas Artes y el dedicado a Juana de Arco. Más información: www.orleans-tourisme.com. La ciudad de Blois se sitúa 62 km más al sur, a orillas también del Loira. Conserva un centro antiguo con edificios renacentistas y un emblemático castillo, frente al cual se encuentra el singular Museo de la Magia. La oficina de turismo organiza paseos en barca por el río y en calesa por los caminos de los márgenes (www.ville-blois.fr). A 36 kilómetros se sitúa Amboise, con un interesante casco antiguo surcado por callejas que rodean el Ayuntamiento. En las afueras se sitúa el castillo Clos Lucé, con un museo dedicado a Leonardo da Vinci quien residió allí de 1516 a 1519; www.amboise-valdeloire.com.

Los castillos del valle
Chamerolles, una mansión con aires de fortaleza, se sitúa pocos kilómetros al norte de Orleans. Sus principales atractivos son los magníficos jardines y el Paseo de los Perfumes, un singular museo de aromas (www.coeur-de-france.com/chamerolles.html).
El castillo real de Blois preside la encantadora ciudad desde un promontorio sobre el Loira. El conjunto destaca por reunir varios estilos de la arquitectura francesa, desde la época medieval al Renacimiento (www.loiredeschateaux.com).
Chambord, a 20 km de Blois, es un palacio característico del Renacimiento francés (siglo XVI). Situado en medio de un bosque y rodeado por senderos entre lagos y riachuelos, alberga valiosas colecciones de pintura, mobiliario y tapices (www.chambord.org).
El castillo de Cheverny, al sur de Blois, destaca por la opulencia de su mobiliario y la refinada decoración de las estancias (www.chateau-cheverny.com). Aloja un museo sobre el dibujante belga Hergé, padre del personaje Tintín, que se inspiró en Cheverny para el castillo del capitán Haddock (www.tintin.com).
La ciudad de Amboise está coronada por otro castillo real, con vistas magníficas sobre el valle del Loira. En los jardines del castillo, la capilla de Saint Hupert guarda el sepulcro de Leonardo da Vinci (www.chateau-amboise.com).
Chennonceau es el castillo más lujoso de la ruta. Se halla al sur de Amboise y a orillas del río Cher, afluente del Loira. Conocido como «el castillo de las Damas», destaca por sus jardines y una valiosa pinacoteca. En verano se organizan paseos nocturnos por los jardines y en barca por el río (www.chenonceau.com).

Turismo activo
En la web www.visaloire.com hay sugerencias sobre una decena de itinerarios alrededor de los castillos del Loira. Como ejemplo, una rutaque se inicia en Blois y visita los castillos más famosos (Chaumont, Cheverny y Chambord), y los pueblos palaciegos de Talcy y Sologne, donde hay un museo etnográfico emplazado en un antiguo molino. También existen rutas temáticas, como la que sigue la huella de Ricardo «Corazón de León» (http://route-jacques-coeur.org).
Las oficinas de turismo informan sobre otros itinerarios más originales, como sobrevolar los castillos en globo o en helicóptero (www.montgolfieres-aventures.fr).
También existen vías verdes señalizadas para bicicletas (www.loire-a-velo.fr y www.chateauxavelo.com). Los cruceros fluviales por el Loira proponen admirar los castillos desde el río, a ritmo lento. Las travesías pueden ser de unas horas o de varios días (www.milliere-raboton.net; www.loirenature.com).

Gastronomía
Patés y vinos de excelente calidad son los productos más célebres de esta región francesa que, además de castillos, cuenta con extensos viñedos. Por otra parte, los pueblos del Loira son conocidos por la elaboración artesanal de sus numerosas variedades de quesos y por sus exquisitos dulces de mazapán.

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