Aunque para muchos pueda resultar sorprendente, la historia de Austria está íntimamente ligada a la sal, mineral que antiguamente era esencial para conservar los alimentos. De hecho, Hallsatt —en la región de Salzkammergut— atesora la mina de sal más antigua del mundo, en un enclave habitado ya en el Neolítico y en el que alrededor del 800 a.C. una comunidad se dedicó a la explotación de las minas de sal, que penetran en las entrañas de los Alpes. Otro lugar aún más célebre que también toma su nombre de la sal es Salzburgo, el Feudo de la Sal. En una época en que la sal era muy preciada, unos astutos arzobispos sacaron provecho de este recurso natural y convirtieron la ciudad en meca de artistas y músicos. Posteriormente, la ciudad vería nacer a uno de los más grandes compositores de todos los tiempos, Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), cuya casa natal en el casco antiguo es un museo de parada obligatoria. Replegada en una orilla del río Salzach, la ciudad de Salzburgo es un portento de edificios barrocos que ha sido denominada la «Roma de los Alpes». El prestigioso festival de Salzburgo de verano es el evento anual que marca la agenda de esta ciudad. Para dirigirse a Viena, la antigua capital de la casa de los Austrias, se puede realizar un bello recorrido a lo largo de la ribera del Danubio, río que antaño servía de ruta principal para atravesar Europa. Los Alpes cobijan un sinfín de lagos turquesas, color que adquieren debido a la piedra calcárea que se encuentra en el fondo. El Mondsee, el lago de la Luna, alberga una abadía benedictina de mediados del siglo VIII que sirvió de sirvió de escenario para la comedia musical Sonrisas y lágrimas (Robert Wise, 1965). En cambio, la abadía de Melk, a unos 80 kilómetros de Viena, inspiró al novelista Umberto Eco para ambientar su obra El nombre de la rosa, de 1981. Viena espera al final del trayecto, con su opulencia barroca y sus exquisitos teatros y cafés.

A tener en cuenta
Para viajar a Austria sólo se requiere el documento nacional de identidad. La moneda es el euro y el horario es el mismo que en la Península. El idioma oficial es el alemán, aunque se habla inglés en la mayoría de establecimientos turísticos. El clima es continental. En primavera y otoño la temperatura oscila alrededor de los 200 C.; los veranos son cálidos (280 C.), aunque con noches frescas, y los inviernos fríos.

Cómo llegar
Varias compañías aéreas nacionales e internacionales cubren a diario el trayecto entre Madrid o Barcelona y el aeropuerto de Viena, situado a 18 km de la ciudad. Desde sus terminales se puede conectar con Salzburgo –a 300 km de distancia– en avión, tren o autobús. Desde Barcelona opera un vuelo directo con compañía de bajo coste hasta el aeropuerto de Salzburgo, a 15 minutos del centro. En ambos aeropuertos hay oficinas de alquiler de coches, taxis y autobuses que conectan con las ciudades.

Cómo moverse
La mejor opción para realizar la Ruta Romántica es el coche; en Austria las carreteras son excelentes y así se realizan las paradas deseadas. Otro medio de transporte recomendado es el tren, con líneas que conectan todo el país desde Viena; Salzburgo está a 3 horas.
El sistema de autobuses por el interior de Austria también es eficaz. Otra idea es embarcarse en Viena a bordo de un crucero por el Danubio, de varios días de duración. La temporada de navegación se alarga de mayo a octubre.
Otra opción es realizar tramos de la ruta en bicicleta; en Austria existen 30 grandes rutas que cubren 10.000 km (www.exit-tours.com).

Alojamiento
En el valle del Danubio y la zona de los lagos (Ruta Romántica) es posible domir en ciudades, pueblos y hoteles solitarios, emplazados en parajes idílicos. Hay establecimientos de diversa categoría, desde palacios a hoteles de montaña. Para rutas en familia, las granjas son una opción idónea. Si se viaja a Salzburgo durante su prestigioso festival de música –julio y agosto– es mejor reservar con antelación. Información en: www.austria.info.

Visitas imprescindibles
Salzburgo. La ciudad natal de Mozart se emplaza a orillas del río Salzach, punto de partida de una ruta por el valle del Danubio. La visita de la ciudad requiere un par de días por lo menos. Se divide en tres zonas de interés: la ciudad antigua; la orilla derecha del río, con el palacio Mirabell, el Mozarteum y el monte Kapuzinerberg; y la fortaleza Hohensalzburg.
Lago Mondsee. Es uno de los lagos más extensos de la comarca de Salzkammergut. Aquí se rodó la película Sonrisas y lágrimas, protagonizada por Julie Andrews en 1965. El lago es muy popular entre los windsurfistas. En Mondsee se conserva la abadía benedictina que dio origen a la población.
Lago Wolfgangsee. Otra de las lagunas de mayor tamaño de Salzkamergut. En la orilla norte se halla la aldea de St. Wolfgang, con una bonita iglesia parroquial. En el otro extremo se sitúa el encantador pueblo de vacaciones estivales y estación de invierno de St. Gilgen.
Traunkirchen. Localidad emplazada en una colina junto al lago Traunsee, el más profundo de Austria. Desde aquí se tiene una vista magnífica del pico Traunstein (1.691 m). Destaca por su iglesia jesuita, la Pfarrkirche, del siglo xvii, con un púlpito en forma de barca. Cerca se halla la ciudad de Gmunden, célebre por el castillo Schloss Orth, antigua residencia del archiduque Juan Salvador, reconvertida en museo.
Hallstat. Un agradable pueblo asentado a orillas de otro lago, el Hallstatter. Con un funicular se asciende hasta las minas de sal más antiguas del mundo. A poca distancia, se localiza el Museo Patrimonio de la Humanidad, con hallazgos de la comunidad que habitó la zona entre los años 800 y 400 a. C.
Melk. A las afueras de esta ciudad, enclavada en la orilla izquierda delDanubio y a poca distancia de Viena, se erige una magnífica abadía fortificada. Fundada en el siglo XI, fue destruida y reconstruida varias veces, hasta que las obras de 1702 le confirieron el aire barroco que luce ahora. Entre mayo y septiembre abre todos los días.
Wachau. Se conoce con este nombre el tramo del valle del Danubio entre Melk y Krems. Alberga pueblecitos llenos de encanto como Sptiz y Weissenkirchen, el castillo de Dürnstein y la animada ciudad de Krems. Merece la pena alojarse en sus casas de turismo rural.
Viena. La capital austriaca es una ciudad llena de atractivos culturales y, sobre todo, musicales. Durante la visita a la ciudad antigua, no hay que perderse la Figarohaus, donde vivió Mozart, y la calle Graben.

La ciudad de Salzburgo
A orillas del río Salzach se halla la ciudad natal de Mozart, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es imprescindible recorrer las iglesias y casas barrocas del casco antiguo, la fortaleza Hohensalzburg (siglo XI) –la más grande de Centroeuropa–, el palacio y jardines de Mirabel, así como la casa donde nació el músico y su museo Mozarteum (www.salzburg.info).

Alrededor de Salzburgo
La Ruta Romántica continúa por la comarca de Salzwelten, donde se agrupan otras etapas de interés. La localidad de Traunkirchen se emplaza en una colina junto al lago Traunsee, el más profundo de Austria, presidido por el pico Traunstein (1.691 m), surcado por rutas para senderistas y escaladores. En Gmunden se visita el castillo Orth (siglo x) que acoge un museo sobre la historia local. Al borde del lago Hallstätter está el pueblo de Hallstatt, desde donde parte el teleférico a Salzwelten, la mina de sal más antigua del mundo. Cerca se hallan las cuevas de hielo Eisriesenwelt –abiertas al público– y el Museo Patrimonio de la Humanidad, con hallazgos de la cultura que habitó la zona entre los años 800 y 400 a.C. (www.salzwelten.at).
Latarjeta Salzburger Land Card (www.salzburgerlandcard.com), válida para toda la región, ofrece descuentos en 180 monumentos.

La región de los lagos
Salzkammergut se sitúa 50 km al este de Salzburgo. El atractivo de esta comarca reside en que alberga un centenar de montañas que sobrepasan los 3.000 m de altitud, numerosas rutas senderistas, pueblos balnearios y hasta 70 lagos. Destaca el lago Mondsee, uno de los más extensos de Austria, popular entre los windsurfistas y con una abadía del siglo VIII en su orilla.
Otro gran lago es el Wolfgangsee, que se recorre en barcas de remo. En la orilla sur está el pueblo alpino de St. Gilgen, donde sale un teleférico hasta el monte Zwölferhorn (1.522 m), coronado por un mirador. En la orilla norte está la aldea de St. Wolfgang, desde la que parte una antigua locomotora de vapor que sube la montaña Schafberg, un excelente mirador sobre los lagos y picos alpinos.

Linz, el centro de la ruta
Situada a 150 km de Salzburgo, a orillas del Danubio, Linz es la tercera ciudad más grande de Austria. Conserva un centro histórico intacto quee merece visitar con calma. Una excursión muy atractiva es coger el ferrocarril Pöstlingbergbahn, una de las líneas más escarpadas de las montañas europeas. Linz será capital cultural europea en 2009 (www.linz09.at).

Melk y el valle de Wachau
A 80 km de Viena está Melk. Su monumento más emblemático es la abadía, erigida en el siglo XI y reconstruida cuatro siglos después en estilo barroco, que se alza en las afueras sobre un acantilado del Danubio (www.stiftmelk.at).
El tramo del valle del Danubio comprendido entre Melk y Krems recibe el nombre de Wachau. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la belleza de sus colinas cubiertas de viñas, ruinas medievales y aldeas como Spitz y Dürnstein. Esta última alberga un castillo que en el siglo XII tuvo prisionero al rey Ricardo Corazón de León; variossenderos suben a la fortaleza (www.wachau.at). Otra visita interesante son las bodegas que venden el vino de la región (www.vinea-wachau.at/).

Paseo por Viena
La capital austriaca destaca por sus monumentos y amplia oferta cultural. El centro se puede visitar fácilmente a pie o en autobús y tranvía. Hay abonos válidos para distintos trayectos en transporte urbano. También existe la tarjeta Vienna Card, de venta en oficinas de turismo, que ofrece descuentos en transportes, museos, atracciones, tiendas y alojamiento. En el Barrio de los Museos (www.mqw.at), cerca del palacio Imperial, se localizanel Museo de Arte Moderno o el Pabellón Kunsthalle (www.wien.info).

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