Enclavada en el suroeste del Océano Índico, Isla Mauricio está bañada por playas con fondos submarinos coralinos, mientras que el interior es frondoso, con parques botánicos y reservas naturales. Aterrizando en Plaisance, en el sur, la carretera discurre a través de ingentes plantaciones de caña de azúcar hasta el otro extremo de la isla, Port Louis, la capital mauriciana. Durante los siglos XVIII y XIX, ésta ciudad disponía del principal puerto de la isla, testimonio de ello son los numerosos edificios coloniales que construyeron los británicos cuando derrotaron a los franceses en 1810. Anteriormente, hace unos 400 años, holandeses y franceses habían ocupado la isla y traído a un gran número de esclavos. De ahí el carácter tan peculiar de la isla, un crisol de culturas que convive distendidamente. Y aunque el inglés sea la lengua oficial y el francés la de los negocios, es el criollo o creole la verdadera lengua mauriciana. La próxima parada, una vez abandonada la capital, es Grand Baie, un lugar repleto de hoteles y playas coralinas de postal y donde es recomendable realizar una incursión a bordo del Blue Submarine, que alcanza los treinta metros de profundidad. Nada que ver con la aldea de pescadores de Cap Malhereux, situada al norte, en la punta septentrional de la isla. Se trata de un lugar aislado y solitario en el que los mauricianos celebran fiestas, matrimonios y bautizos. Los pescadores alquilan sus barcas para navegar por la laguna del arrecife. Pero es en el interior de la isla, más allá del idílico litoral, donde se encuentran sus principales parques naturales. Conviene empezar por los de Casela y Yemen, en el sudoeste, que albergan aves de 150 especies de todo el mundo, tigres, lemures o tortugas gigantes. Pero el paraje natural más impresionante es, sin duda, el Trou aux Cerfs, el cráter de un volcán extinguido cuyas erupciones dieron lugar a la isla, según diversos estudios geológicos.

A tener en cuenta
Los ciudadanos españoles necesitan un pasaporte válido hasta seis meses después de su entrada al país, así como el billete de regreso. No es obligatoria ninguna vacuna.
El idioma oficial es el inglés, aunque el criollo es la lengua común de la isla; el francés está muy extendido, así como varias lenguas indias. La moneda nacional es la rupia mauriciana (MUR); 1 euro=30 MUR. Es posible cambiar moneda en el aeropuerto, bancos y hoteles. Las tarjetas de crédito se aceptan sin problemas en las zonas turísticas.
El huso horario respecto a España es de dos horas más de abril a octubre, y de tres más entre los meses de noviembre y marzo. El clima de la isla es cálido y tropical, con influencias oceánicas y altos niveles de humedad. La mejor época para visitarla empieza en abril y dura hasta septiembre. No es necesario llevar ropa de abrigo, pero sí alguna chaqueta para las noches. Es imprescindible la crema solar, las gafas de sol, un sombrero o gorra y calzado cómodo.

Cómo llegar
Varias compañías conectan diariamente las principales ciudades españolas con el aeropuerto mauriciano de Plaisance, a 48 km de la capital de la isla. Generalmente, se realiza una escala en alguna capital europea. No existe un servicio regular de autobuses entre el aeropuerto y Port Louis pero hay taxis.

Cómo moverse
La red de autobuses locales accede a casi todos los puntos de la isla, aunque los traslados resultan lentos. La mejor opción es el taxi o el alquiler de un coche. Atención con las carreteras, ya que no todas están asfaltadas.

Alojamiento
La oferta se concentra en las zonas de playa de Grand Baie, Belle Mare y Le Morne Brabant, en hoteles de lujo y complejos vacacionales (www.mauritius.net/where_to_stay
/index.php). Los alojamientos rurales están lejos de las áreas turísticas (www.homeholidays.com).

Ruta por el litoralEl norte está ocupado por extensas playas de arena blanca, como Péreybère, La Cuvette, Trou aux Biches, Choisy y el conocido complejo vacacional Grand Baie.
En la costa oeste, destaca la península de Le Morne Brabant. Cerca se suceden una serie de pueblos costeros con encanto y atractivas playas: Rivière Noire, Case Noyale, Tamarin, La Gaulette y Flic en Flac. En el este, merece la pena detenerse en la localidad de Trou d’Eau Douce, próxima a playas estupendas como Belle Mare, desde donde se organizan excursiones a la isla de los Ciervos o Île aux Cerfs. Alrededor de Isla Mauricio se distribuyen pequeñas islas que son reservas naturales y sólo accesibles en helicóptero.

Port Louis y cercanías
La capital es una ciudad con una intensa actividad comercial durante el día. Es aconsejable visitar el Museo de Historia Natural y pasear frente a los edificios coloniales de la plaza de Armas, por el mercado central y por el barrio chino, donde se erige la bella mezquita Jummah.

Reservas naturales
A poca distancia de Port Louis se halla el Jardín Botánico Sir Seewoosagur Ramgoolan, también llamado Pamplemousses. Alberga lirios acuáticos, una decena de especies de palmera y arbustos de especias.
El Parque Nacional Gargantas de la Rivière Noire se encuentra al sur de Curepipe, en el sudeste de la isla. La mayoría de itinerarios senderistas parten de Plaine Champagne, el lugar que tiene un acceso más fácil.
Desde el sur del parque nacional, una carretera conduce a la aldea de Chamarel. El lugar es célebre por su proximidad a la cascada más alta de la isla –83 metros– y a las Tierras Coloreadas, cerca de Case Noyale. Se trata de una zona creada por capas de ceniza volcánica, que según incida la luz solar toma espectaculares tonalidades.

Actividades al aire libre
Los mejores lugares para practicar el submarinismo son Flic en Flac, Morne Brabant y la Île Plate. El windsurf, el esquí acuático, el kayak y la vela se practican en toda la costa, excepto en el sur, donde las corrientes son más fuertes. Muchos hoteles facilitan equipos y cursillos de deportes náuticos. Asociación de Submarinismo de Mauricio: www.msda-cmas.org. En el oeste de la isla hay varias zonas para disfrutar con las rutas a pie: la bahía Tamarin, Morne Brabant y el Parque Nacional Gargantas de la Rivière Noire.

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