El poeta francés François-René de Chateaubriand (1768-1848) evocó el encanto de Estambul con las siguientes palabras: «Nada se exagera cuando se dice que Constantinopla presenta el punto de vista más hermoso del universo». A caballo entre dos continentes, Europa y Asia, y entre dos mares, el Mármara y el Negro, la ciudad aún conserva la belleza que embelesó a los viajeros románticos europeos de principios del siglo XIX. La visita al casco antiguo de Estambul incluye cuatro zonas bien diferenciadas: la Punta del Serrallo, el barrio de Sultanahmet, el barrio del Bazar y, al otro lado del puente de Gálata, el bullicioso y cosmopolita distrito de Beyoglu. Dos de las mezquitas más bellas del mundo islámico se hallan en el barrio de Sultanahmet: la Mezquita Azul (principios del siglo XVII), que toma el nombre del color azul de los 20.000 azulejos de Iznik que adornan la parte baja de sus muros, y la iglesia bizantina de Santa Sofía, de origen cristiano y que los otomanos transformaron en mezquita a partir del siglo XV. En 1923, el gobierno moderno y laico de Mustafa Kemal Atatürk convirtió la iglesia en museo. Para sumergirse completamente en el glorioso pasado otomano, el viajero deberá encaminarse al Palacio de Topkapi, punto en el que se encuentran las aguas del Bósforo y del mar de Mármara y que está limitado al sur por el promontorio de la Punta del Serrallo. El Palacio de Topkapi fue residencia de sultanes durante 400 años y hoy es un grandioso museo que incluye desde armamento miltar de la época hasta la presunta tumba de Alejandro Magno. De camino hacia el Gran Bazar, el célebre y laberíntico mercado, el viajero podrá detenerse en la avenida Divan Yolu y degustar algunas de las especialidades como el köfte, una albondiga a la plancha o un dulcé de sémola con piñones. Ya en el Gran Bazar, conviene deambular por las casi cinco mil tiendas y 58 calles y regatear sin perder la paciencia. Cruzando el puente de Gálata se halla uno de los últimos puntos del recorrido, el distrito de Beyoglu. Los barrios de Pera y Gálata han estado habitados por cristianos desde época bizantina. La zona más bulliciosa se encuentra sobre todo a lo largo de la afrancesada avenida Istiklal, llena de tiendas, cines, restaurantes, cafés y librerías.

A tener en cuenta
Los españoles pueden visitar Turquía sólo con el Documento Nacional de Identidad o con el pasaporte –mínimo de tres meses de validez–. El idioma oficial es el turco, aunque en los establecimientos turísticos también se suele hablar inglés. La moneda nacional es la Nueva Lira Turca; 1 euro equivale a 1,84 liras. Lo más aconsejable es cambiar de moneda sólo en bancos.El huso horario es tres horas menos en relación con España. En cuanto a las costumbres, hay que tener en cuenta que las mezquitas se pueden visitar fuera de las horas de culto; no se puede entrar con pantalón corto ni camisa sin mangas, y las mujeres deben cubrirse el cabello y los brazos.

Cómo llegar
Desde España, el avión es la forma más rápida de llegar a Estambul. Madrid y Barcelona tienen vuelos directos al aeropuerto de Atatürk, situado a 28 km del centro, adonde se puede llegar con el servicio regular de autobuses, taxis y dolmus (taxis compartidos). El nuevo metro tiene una línea entre el aeropuerto y Esenler, la principal estación de autobús. Estambul es una de las paradas del mítico tren Orient Express, que sale de París (www.orient-expresstrains.com).

Cómo moverse
Se desaconseja alquilar un coche para visitar Estambul, ya que el índice de atascos es alto. Lo mejor es utilizar autobuses, tranvías y metro, que conectan toda la ciudad. Los abonos de transporte público resultan económicos y se adquieren en las paradas y los quioscos. Página sobre transporte: www.istanbul-ulasim.com.tr. Desde los muelles que hay junto al Puente del Gálata numerosas líneas de feries privadas y públicas realizan rutas por el Cuerno de Oro y el Bósforo (www.tdi.com.tr). Los taxis pueden pararse en medio de la calle o en las diversas paradas de la ciudad. El taxi colectivo o dolmus se distingue del resto por una franja amarilla. Tienen tarifas fijas oficiales y cada pasajero paga porel trayecto realizado. Para conocer horarios de museos y monumentos se aconseja acudir a la Oficina Turística, situada en la calle Divan Yolu, en el barrio de Sultanahmet. También informan de visitas guiadas a pie por la ciudad. Webs: www.istanbulwalks.com y www.guidesofistanbul.com.

Palacio de Topkapi
Es el principal monumento de la Punta del Serrallo, una suave colina que preside el estrecho del Bósforo. Topkapi es un recinto construido en el siglo XV y formado por pabellones separados por patios. En sus salas se exhiben joyas, trajes de distintas épocas, artesanía y hasta reliquias de Mahoma. También hay instalados varios museos, como el Arqueológico y el de Arte Turco.

Barrio de de Sultanahmet
Junto a Topkapi se extiende este barrio monumental donde destaca la mezquita del Sultán Ahmed, también conocida como la Mezquita Azul. Construida a lo largo del siglo XVI, es la mayor de la ciudad y la única con seis minaretes. Uno de sus pabellones alberga el Museo de Tejidos y Alfombras. A poca distancia se alza la Basílica de Santa Sofía (siglo VI), una de las grandes obras bizantinas, que conserva magníficos mosaicos.

Los bazares de Estambul
En la zona de Beyacit, más conocida como el barrio del Gran Bazar, se agolpan pequeños zocos y mercadillos. Aquí se pueden comprar las artesanías típicas de Turquía, desde alfombras y kilims, a piezas de cuero, madera y orfebrería. El regateo es imprescindible. La joya del barrio es el Gran Bazar, un mercado cubierto que reúne hasta 4.000 puestos. Cerca está el Bazar Egipcio, de especias. En este barrio también hay varias mezquitas: la de Süleymaniye, con sus cuatro minaretes, y la de Beyacid, un ejemplo de la arquitectura otomana.

La Torre de Gálata
Desde el barrio de Sultanahmet, cruzando el Cuerno de Oro por el puente de Gálata, lo primero que aparece es la torre Gálata, de 63 m de altura, construida en las murallas del siglo XIV. Desde el restaurante de la última planta se ve toda la ciudad. A sus pies se asienta el barrio de Beyoglu, con varios edificios de estilo Art Noveau. Su calle más emblemática, Istikal Caddesi, de un kilómetro de longitud, es símbolo del Estambul moderno, repleta de tiendas y locales de ocio.

Paseo por el Bósforo
Navegar por el Bósforo es una de las mejores formas de admirar palacios y fortificaciones que fueron construidos a las puertas de la ciudad. Cerca del centro está el palacio Dolmabaçe, el más lujoso; enfrente, en la otra orilla se alza el majestuoso palacio de Beylerbeyi. Las excursiones más largas por el Bósforo llegan hasta Ortaköy, hoy una zona turística, con restaurantes panorámicos y tiendas de recuerdos. En Ortaköy se asientan las fortalezas otomanas de Rumeli y Anadolu Hisan.

Gastronomía
En la cocina tradicional turca sobresalen los meze, unos aperitivos elaborados a base de queso blanco y yogur con hierbas. El pescado y la carne de cordero y ternera a la parrilla (kebab) suelen acompañarse de yogur, especias y salsa de tomate. En cuanto a la repostería destaca el baklava, un dulce de nueces. La comida conviene finalizarla con un espeso café turco. En la calle Kumpaki, en el puerto del mar de Mármara, y en la avenida que recorre los muelles del Cuerno de Oro hay restaurantes especializados en pescado; en las callejuelas del barrio Sultanahmet y en el Puente Gálata se concentran los locales de cocina turca; en el barrio Beyoglu hay numerosos locales de cocina griega.

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