Croacia

Hace poco más de diez años Dubrovnik fue asolada por las bombas. Hasta el conflicto de los Balcanes la ciudad había gozado de un pasado espléndido. Dada su situación estratégica en el Mar Mediterráneo, su puerto era de gran importancia, especialmente desde el siglo XV hasta el siglo XVII. Alrededor de sus murallas se alzaban las torres de Min˘eta, el fuerte de San Iván y las puertas de Pile y Ploc˘e. En su interior compartían espacio obras de carácter monumental como el palacio del Gobernador y la plaza de la Logia, junto con obras más modestas pero no menos bellas como la logia de la Campana, la fuente Pequeña de Onofrio, el Cuartel Principal o la catedral. Los marineros griegos la llamaban “Miel” por la frondosidad de sus bosques donde se apilaban panales y fuentes de agua dulce. La naturaleza también ofrece paisajes espectaculares en la mayoría de sus islas: ya sea en Miljet o en el parque Nacional de Kornati, la belleza de estos parajes es indescriptible.
La isla de Korc˘ula, a la cual se accede a través de la península de Peljes˘ac, también contiene parte de este encanto alternando hileras de olivos y viñas. Los venecianos permanecieron allí tres siglos y medio (1420-1497). Aún se conservan importantes testimonios de su estancia como, por ejemplo, la catedral de San Marcos. Dentro del templo se halla una Anunciación atribuida a Tintoretto. Hvar, otra isla encantadora, es el destino ideal de los turistas que buscan calma y sosiego.
Split, situada todavía más hacia el Norte, es la capital de Dalmacia. Su origen se remonta al 305, año en que el emperador Diocleciano mandó construir un palacio de retiro. La envergadura del proyecto fue tal que una ciudad comenzó a crecer en su interior poco a poco. Un simple paseo por las calles de Trogir da a entender por qué, junto a Spilt y Dubrovnik, posee la categoría de Patrimonio de la Humanidad. Dejando atrás el pasado –pero sin olvidarlo– Croacia afronta un futuro prometedor, una etapa que invita a los ciudadanos europeos a redescubrirla con nuevos ojos.

Este país situado en el sudeste de Europa limita al norte con Eslovenia y Hungría, al este con Serbia y Montenegro, al oeste con el mar Adriático y al sur con Bosnia-Herzegovina. Tiene un litoral de 1.800 kilómetros de largo, sembrado de archipiélagos. Croacia tiene cinco millones de habitantes. Zagreb es la capital.

A tener en cuenta
Para viajar a Croacia se precisa llevar el documento nacional de identidad o el pasaporte en regla. La moneda oficial es el kuna; 1 euro equivale a 7,5 kunas. Aunque el idioma oficial es el croata, la mayoría de ciudadanos hablan inglés, alemán e italiano. La época más recomendable para realizar este viaje es de abril a octubre, debido a las buenas temperaturas y también a los espectáculos culturales que se representan en esas fechas.
En la costa croata, el nudismo está restringido a algunas playas.

Llegar y desplazarse
En avión, desde España sólo se realizan vuelos directos hasta Croacia en temporadas altas de vacaciones, cuando mayoristas de viajes fletan vuelos chárter. El resto del año, se puede volar desde Barcelona y desde Madrid, pero realizando una escala en una ciudad europea. El principal aeropuerto de entrada a la costa croata es el de Dubrovnik.
Alquilar un coche es la opción más recomendable para recorrer por libre la costa del Adriático. Varias compañías de alquiler de vehículos ofrecen sus servicios en el aeropuerto de Dubrovnik.
El tren tiene un trazado muy limitado, así que el coche resulta la mejor manera de trasladarse por la costa. Además, las distancias son muy cortas; por ejemplo, de Dubrovnik a Split sólo hay veinte minutos en coche. El único inconveniente
de la carretera del litoral son las curvas; a cambio ofrece bellas vistas sobre las islas.
Otra forma de visitar la costa es en autocar, con una de las muchas líneas que operan en
la zona. Disponen de distintas frecuencias y conectan todos los rincones del litoral adriático. Merece la pena conocer los diversos tipos de abonos de autobús si se tiene previsto viajar por la región en este transporte. Se debe tener en cuenta que el billete de ida y vuelta en autobús tiene un descuento del 20%.
La costa adriática está llena de islas e islotes, por lo que el transporte en ferry está muy desarrollado. En los enclaves más turísticos, también hay compañías privadas que alquilan veleros y barcos a motor. Sobre transportes consultar: www.tzdubrovnik.hr

Dubrovnik
Esta ciudad amurallada tiene atractivos ineludibles. Su centro antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está atravesado de punta a punta por la calle Mayor o Stradùn, que se recorre fácilmente a pie. En su primer tramo destaca la plaza Logia, la más monumental, rodeada de palacios, iglesias y la torre del Reloj. A partir de ese espacio, se inicia un paseo entre edificios históricos, monasterios y callejones medievales. Visita ineludible es el camino de ronda que se puede seguir sobre las murallas de Dubrovnik, de dos kilómetros de longitud. Desde ellas se admira una vista de la ciudad y de la costa que la rodea. Para recorrer la muralla hay que pagar entrada y tener en cuenta el horario de visita. Dubrovnik es una ciudad que acoge numerosas celebraciones. En verano destaca el Festival de Música y Danza, este año del 10 de julio al 25 de agosto. Hay más información práctica sobre la ciudad, sus museos y la oferta de hoteles y restaurantes en la web: www.dubrovnik-festival.hr.

Split
Una buena manera de acercarse a Split, la capital de la región de Dalmacia, es con una visita previa a la colina de Marjan. Desde ella se puede contemplar toda la ciudad y distinguir su monumento más emblemático, el palacio del emperador romano Diocleciano, dentro del cual creció la población de Split. En la oficina de turismo local venden el abono Splitcard, con el que se ofrecen ventajas en las entradas a los monumentos principales. www.split.hr.

Trogir
En el centro de la costa dálmata se halla la pequeña localidad de Trogir, con 1.600 habitantes. Situada sobre una isla unida al continente mediante puentes, contiene un centro histórico amurallado de gran interés. El recorrido a pie por Trogir debe incluir: la catedral de San Lorenzo, de portada románica, la iglesia de San Juan Bautista y los palacios de Cipiko y El Grande. Junto al puerto se alza el castillo de Camarlengo, del siglo XV, hoy reconvertido en teatro. www.trogir-online.com.

Zadar
La ciudadela mediterránea de Zadar se encuentra a 137 km de Trogir. Conserva parte de las murallas, dentro de las cuales reúne sus monumentos más destacados: la catedral de Santa Anastasia, de origen románico; el palacio renacentista de la Atalaya; y muchas iglesias, como las de San Donato o la del monasterio de los franciscanos. El Museo Arqueológico de Zadar es uno de los centros dedicados a la historia de Croacia más completos del país. El sitio oficial de la ciudad es www.zadar.hr.

Islas del Adriático
Desde Dubrovnik, una línea regular de barco lleva hasta Korc˘ula, capital de la isla del mismo nombre. La torre Veliki Revelin, del siglo XIV, es la entrada principal al casco antiguo, que alberga numerosos edificios históricos. Destacan la catedral de San Marcos, del siglo XV, la iglesia barroca de Todos los Santos, el palacio Arneri y el Ayuntamiento. En los muelles de Korc˘ula es posible alquilar un taxi acuático para conocer otros lugares del archipiélago. Es el caso de Badija, un islote de ambiente más rural. Más datos en: www.korcula.net.
Al norte de Korc˘ula está la isla de Hvar, conectada por barco con otros enclaves del Adriático. Su capital, que también se llama Hvar, conserva un rico patrimonio monumental. En la plaza central, Sveti Stjepana, se agrupan la catedral de San Esteban y el palacio del Arsenal. La isla está repleta de aldeas que merecen una visita. En Hvar se alquilan barcas y bicicletas que resultan muy prácticas para conocer la isla. Más datos en: www.hvar.hr.
Frente a la costa de Zadar, se hallan las islas Kornati, cuatro grupos insulares de gran valor natural. El año 1980, una parte del archipiélago fue declarado parque nacional. En la oficina de turismo de Zadar se contratan excursiones a pie por el parque. Para acceder al parque se exige el pago de una entrada. Otra opción es recorrer el litoral con una barca de alquiler. Sobre las islas: www.kornati.com.

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