Croacia de norte a sur, recorrido por la costa del Adriático
Croacia puede presumir de sus miles y miles de kilómetros de costa, gracias a sus casi mil doscientas islas, aunque pocas de ellas están habitadas. Una antigua carretera panorámica serpentea a lo largo de la costa croata, desde la legendaria Istria hasta la ciudad de Dubrovnik. Por el camino, un sinfín de islas y ciudades repletas de vestigios romanos y bizantinos en las que se puede descubrir el Mediterráneo tal como era. La península de Istria es un territorio aparte, separado del resto del país por una cadena montañosa. La llamada «Costa de las mil islas» cuenta con auténticos paraísos para recorrer en bicicleta y bañarse en aguas cristalinas. La ciudad de Zadar, con su vaivén de cruceros y ambiente estudiantil, es uno de los lugares más vivos del país. A setenta kilómetros al sur se localiza Sibenik, cuya joya más preciada es la catedral de Santiago, a caballo entre el gótico y el primer renacimiento. Más allá se encuentra la ciudad de Salona, capital de la provincia romana de Dalmacia y la quinta más grande del Imperio; en ella nacieron los emperadores Diocleciano y Constantino el Grande. Después, conviene tomar un ferry y explorar las islas de Brac y Hvar. Desde esta última se puede tomar un barco hasta la cercana Kórcula, la isla en la que, según afirman, vivió Marco Polo. Kórcula pertenecía a Venecia cuando la República Serenísima libró junto a la isla una batalla contra Génova, su rival, en 1298. La actual Dubrovnik también fue República marina. Es un milagro que esta ciudad siga en pie, después de recibir, en 1991, más de 2.000 bombas. La ciudad rebosa de vida y tiene mucho que ofrecer: el paseo por sus calles empedradas hacia la plaza de la Logia, la Catedral, los palacios del Gobernador y de Sponza, o el enorme monasterio Dominico.

La ruta costera que comunica la península de Istria, en el norte, con la ciudad de Dubrovnik, en el sur, recorre enclaves con vestigios romanos, islas del mar Adriático y varios parques naturales.

A tener en cuenta
Para viajar a Croacia se precisa el documento nacional de identidad.
La moneda oficial es el kuna (1 euro equivale a 7,40 kunas) y el idioma, el croata, aunque el uso del inglés está muy extendido.
La mejor época para visitar este país de clima mediterráneo es de mayo a septiembre, cuando el tiempo es estable y la temperatura ronda los 29 0C.

Cómo llegar
Desde Madrid y Barcelona, varias compañías vuelan hasta Croacia. Los aeropuertos más cercanos al inicio y final del recorrido que propone el reportaje se sitúan en Pula, en la península de Istria y en la ciudad de Dubrovnik.

Despalzarse
La mejor forma de realizar este recorrido libremente es con un coche de alquiler –se puede contratar en el aeropuerto–. También hay líneas de autocar que comunican la zona. Para visitar las islas es necesario desplazarse en transbordador (www.jadrolinija.hr).

Alojamiento
El litoral de Croacia cuenta con establecimientos de diversa categoría y también hoteles pequeños y de ambiente familiar que han surgido en los últimos años. Además, funcionan un centenar de cámpings y se alquilan habitaciones en casas particulares, denominadas sobes. Es posible consultar la oferta y reservar plaza en la página www.adriatica.net. Una propuesta más original es dormir en faros habilitados como alojamiento y emplazados en cabos e islas de esta ruta. Información: www.adriatica.net/lighthouses/lighthouses_en.htm.

Península de Istria
Este brazo de mar de 430 km de largo, situado en el noroeste del país, es una de las zonas más célebres de Croacia. Atesora idílicas bahías, una rica vegetación y poblaciones de gran interés cultural.
Rovinj, en el oeste de la península, es una de las mayores y el puerto más importante de la zona. Destaca por su casco antiguo de calles adoquinadas y la catedral barroca de Santa Eufemia, del siglo xviii, que cuenta con el campanario más alto de la península, de 63 metros de altura (www.tzgrovinj.hr).
En el sur de Istria destaca Pula, una ciudad con 3.000 años de historia y un ambiente cosmopolita. Su visita debe incluir la plaza del Foro, el templo de Augusto, el Arco de Triunfo y el Anfiteatro, donde se celebran festivales y conciertos. Todos ellos son monumentos romanos construidos en el siglo i (www.pulainfo.hr).
Desde Pula y otras localidades de la zona salen excursiones a las islas del Parque Nacional de Brijuni (www.brijuni.hr). Más información sobre Istria en www.istra.hr.

Parque Nacional de Krka
En el centro del litoral croata se sitúa la reserva que protege el valle del río Krka y las siete cascadas consecutivas que forma. La mejor manera de recorrer el parque es seguir la amplia red de caminos señalizados que lo atraviesan y realizar algún trayecto en barco por el río Krka (www.npkrka.hr).

Ciudades monumentales
La costa Central de Croacia reúne las ciudades más monumentales del país. Zadar, por ejemplo, conserva un animado núcleo histórico con vestigios romanos y medievales que se alternan con tabernas tradicionales (www.zadar.hr).
Al sur se sitúa Sibenik, que fue dominada por los venecianos en el siglo xv, cuando se erigió la fortaleza que hoy domina su puerto deportivo (www.lemaxc.hr/sibenik).
Por su lado, la pequeña y amurallada localidad de Trogir fue reconstruida en el siglo xv, tomando como modelo la ciudad de Venecia. Esto se comprueba en la fortaleza de San Marcos y en el castillo de Camarlengo, hoy reconvertido en teatro. Desde 1997, Trogir es Patrimonio de la Humanidad (www.trogir-online.com).
Hacia el sur se sitúa Split, cuya ciudad vieja creció alrededor del palacio del emperador romano Diocleciano (siglo iii). Merece la pena pasear por sus plazas, el puerto y el parque Marjan, con espléndidas vistas. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979 (www.kroatien-online.com).

Dubrovnik
Apodada «la perla del Adriático», esta ciudad muestra espléndidos palacios, fuentes e iglesias góticas y barrocas. A pesar de los daños sufridos durante la guerra de los Balcanes (1990-1991) y gracias a los trabajos de reconstrucción de la Unesco, organismo que la nombró Patrimonio de la Humanidad en 1979, Dubrovnik exhibe un casco antiguo único. Totalmente amurallado, el centro está atravesado por la Stradùn o calle Mayor, repleta de tabernas y restaurantes que sirven travarica y maraschino, un aguardiente y un licor respectivamente. Es imprescindible recorrer los 2 km del Paseo de las Murallas, que regala vistas sobre la ciudad y su puerto (www.visitdubrovnik.hr).
festivales de verano. Muchos enclaves monumentales de Croacia se convierten de junio a septiembre en escenarios privilegiados de conciertos de música, danza y obras teatrales. Destaca la programación musical que ofrece el Festival de Dubrovnik, en julio (www.dubrovnik-festival.hr).

Islas del Adriático
Frente al litoral que se alarga entre las ciudades de Zadar y Dubrovnik, se localizan algunas de las islas más bellas del mar Adriático.
El archipiélago situado más al norte es el de Kornati, con 147 islas declaradas parque natural (www.kornati.com); están conectadas a diario con las ciudades de Zadar y Sibenik. Hacia el sur, la siguiente isla es Hvar, a la que se accede en ferry desde Split. Su capital cuenta con un rico patrimonio y animados locales que la han convertido en uno de los centros vacacionales más populares de la zona. Es recomendable realizar alguna excursión a pie o en bicicleta por la isla (www.hvar.hr).
A 20 km de la costa, se halla la isla de Korcula, cuya capital de aire veneciano presume de ser la tierra natal del viajero y mercader Marco Polo (www.korcula.net).
Por último, accesible desde Dubrovnik, se sitúa la isla de Mljet. Una tercera parte está declarada parque natural y cuenta con varios lagos de agua salada, uno de ellos tiene una pequeña isla central sobre la que se alza un monasterio benedictino del siglo xii. Alquilar una bicicleta es la opción más atractiva para recorrerla (www.np-mljet.hr).

1 Comment:

  1. Publish your passions said...
    Me estaba preguntando si podría utilizar este artículo en mi otro sitio web, voy a vincularlo de nuevo a su sitio web sin embargo.Gran gracias.Croacia

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