Córdoba

Seguir el rastro de la historia de Córdoba es al mismo tiempo explorar sus colores. La Corduba romana fue fundada en el 169 a.C. Como capital de provincia, Augusto la dotó de templos, acueductos y termas que ornamentó con esculturas de mármol.

Llegado el período de la dinastía Omeya de Damasco (s.VIII) la ciudad se siguió dignificando con fuentes, baños, palacios y mezquitas. Fue particularmente la Mezquita de Córdoba que sobresalió sobre todas las demás por su singularidad, ambición y belleza. Destinada para prosternarse y orar –que es de donde proviene el significado original de la palabra - tenía una estructura horizontal con pasadizos en distintas direcciones. Sus columnas recordaban un bosque, y otras veces “palmeras datileras que evocan el desierto”. A través de sus capiteles se puede distinguir las distintas etapas de construcción que se mueven entre el 785 y el 987. Aquello que primero fue mezquita pasó a ser, gracias a la reconquista, una Catedral hacia el siglo XVI. Jades rojos, mármoles, caoba indiana substituyó las palmeras, olivos y argamasa rojizo de los suelos precedentes. Alfonso XI ordenó construir el Alcázar de los Reyes Católicos. Inicialmente sede de la Inquisición o cárcel hoy funciona como museo.
Saliendo del Alcázar se puede continuar el festival visivo -y olfativo- en las calles que circundan la Mezquita: macetas de flores contrastan con las blancas paredes de patios y balcones.
Caminando por el barrio Judío –aunque queden pocos vestigios de la originaria judería salvo la sinagoga- uno se puede hacer la idea de la riqueza cultural de Córdoba. La Posada del Potro, típica vivienda cordobesa, desde el siglo XV es testimonio de ello, y precisamente en la actualidad tiene uso como centro cultural. Otra joya que no se debe pasar por alto es la Plaza de Capuchinos (s.XVII-XIX), de la cual Rafael de La-Hoz comerntó: “Nunca se había dicho tanto con tan poco”. A un lado, el Cristo de los Desagravios y Misericordias –conocido como el Cristo de los Faroles-; infinitas impresiones residen en las calles y plazas de Córdoba.

A tener en cuenta
La Córdoba Card es un abono turístico que facilita el acceso con descuentos a museos, monumentos y también al transporte público, incluido el autobús que lleva al recinto arqueológico de Medina Azahara, a 8 km de la ciudad. La tarjeta también ofrece una visita guiada, para conocer los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (1994): el barrio de la Judería, la muralla árabe y la Mezquita-Catedral. El abono se compra en oficinas de turismo locales (www.cordobacard.com).

Cuándo ir
El otoño es una estación muy agradable para visitar Córdoba, cuando las temperaturas descienden tras el caluroso verano. Semana Santa es una época muy recomendable, puesto que la visita coincide con las procesiones religiosas que recorren el casco histórico (www.guiasemanasanta.com).
La primera semana de mayo se organiza un concurso de patios decorados que convierte las calles del barrio antiguo en un tapiz de flores (www.patiosdecordoba.net).

Cómo llegar
Córdoba dista 150 km de Sevilla, 397 km de Madrid y 910 km de Barcelona. Un medio de transporte cómodo para llegar a la ciudad es la línea del AVE que une Madrid y Sevilla. La parada de Córdoba se halla a una hora y 45 minutos de Madrid (www.renfe.es). Frente a la estación de tren cordobesa, en la Glorieta de las Tres Culturas, está la estación de autobuses, con líneas hacia toda Andalucía.
Otra forma de llegar a Córdoba es en avión desde otras ciudades españolas. El aeropuerto dista seis kilómetros de la ciudad.

Dónde dormir
La ciudad cuenta con cinco mil plazas hoteleras de diferentes categorías, desde lujosos hoteles a sencillas pensiones. Existen hoteles con encanto en el casco histórico, emplazados en casas típicas, con patio interior. Se puede reservar en la web oficial: www.turismodecordoba.org.

Paseos por la ciudad
Turismo de Córdoba propone varios recorridos guiados. Uno muy popular es un paseo a pie de dos horas al anochecer. Se contrata en la oficina de la plaza de las Tendillas, punto de partida, y recorre el casco viejo. En ella participan actores que representan a personajes de la historia local. Un medio de transporte típico para visitar Córdoba es el coche de caballos. La opción más práctica son los coches eléctricos (desde dos plazas) y el segway o patinete eléctrico; se contratan junto a la Catedral (Tel. 957 760 033).

Principales visitas
Mezquita-Catedral. Construida entre los años 785 y 987, es el monumento más importante y el mejor conservado de la arquitectura musulmana en Europa. Se convirtió en Catedral tras la Reconquista, en el siglo XIII.
Patio de los Naranjos. Durante la época omeya, era un popular punto de reunión, a la sombra de olivos y palmeras. Los naranjos datan de la reforma llevada a cabo en la catedral en el siglo XVI.
Calleja de las Flores. Muchas plazas y casas cordobesas exhiben colgadas de sus muros macetas cargadas de flores. En el mes de mayo, cuando florecen los geranios, es un auténtico espectáculo.
Alcázar de los Reyes Cristianos. Construido por el rey Alfonso XI en el año 1348 como hospedería real, aquí tuvo lugar la primera audiencia de los Reyes Católicos y Colón.
Caballerizas Reales. Fundadas por Felipe II en 1570, servían para criar caballos de pura raza. La cuadra número 1 conserva su aspecto original.
Posada del Potro. Ubicada en la plaza del mismo nombre, la posada es una típica construcción del siglo XV, con viviendas y caballerizas en torno a un patio central.
Museo Julio Romero de Torres. En la Plaza del Potro, el museo ocupa la que fuera la casa del famoso artista. Sus desnudos y retratos causaron escándalo a finales del siglo XIX.
Judería. Las estrechas callejuelas del antiguo barrio judío recuerdan la época en que Córdoba fue famosa enel mundo por sus grandes matemáticos y filósofos, como Maimónides (1135-1294).
Cristo de los Faroles. Situado en la plaza de los Capuchinos, también llamado Cristo de los Desagravios y Misericordias, es uno de los emblemas de la Córdoba católica.
Templo de Claudio Marcelo. El templo original data del siglo I. Se conservan las columnas de mármol de la entrada y parte del altar. Es el principal monumento de la época romana de la ciudad.

La Mezquita-Catedral
Es el principal monumento de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad. En el interior destacan las columnas de doble arcada de la Sala de la Oración. Tras la conquista cristiana del siglo XIII se construyó una catedral en el centro de la mezquita. La visita es de pago de lunes a viernes, a partir de las 10 de la mañana. Entre 8.30 y 10 h es gratis. No se visita durante la misa. Tel. 957 470 512.

La Judería
El viejo barrio judío se distribuye alrededor de la Catedral. En la calle de los Judíos se halla la sinagoga del siglo XIV. Su visita es gratuita de martes a domingo (Tel. 957 202 928). En la Judería hay que visitar la sinagoga y la plaza Benavente, una de las más animadas del barrio. Al oeste de la Judería destaca el Alcázar de los Reyes Cristianos, del siglo XIV, rodeado de jardines.

Vestigios romanos
A orillas del río Guadalquivir se fundó la capital de la Bética romana. Quedan vestigios como el puente que cruza el río, frente a la Mezquita, o los restos del templo de Claudio Marcelo (siglo i), en el este de la ciudad. En el Museo Arqueológico (en la plaza Jerónimo Páez, 7; Tel. 957 375 517) se puede profundizar en el legado de los romanos.

Patios y plazas
El templo de Claudio Marcelo se halla junto a la plaza del Potro, una de las más típicas, en la que se puede visitar la Posada del Potro, edificio del siglo xv, que ha conservado su estructura. En la plaza también se hallaelMuseo Julio Romero de Torres, en la casa de este pintor (1874-1930).
Uno de los ejemplos más bellos de patios cordobeses está en el palacio de Viana, en la plaza Don Gome, con doce patios. La Calleja de las Flores es otra de las más típicas, por sus patios y plazuelas repletas de macetas con flores. La plaza de los Capuchinos alberga el crucero del Cristo de los (ocho) Faroles.

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