Capadocia

Son paisajes lunares, tal vez chimeneas sacadas de los cuentos de hadas… nada terrenal puede compararse ante estos castillos horadados en las rocas. Esta maravilla –producto de la fuerza de la naturaleza y el hombre- puede visitarse en el corazón de Turquía: recibe el nombre de Capadocia.
Llegando a través de Estambul o Ankara, Kayseri es su puerta de entrada. Desde allí se accede a Nevsehir, que además de ser capital de provincia resulta una muy buena base desde la cual realizar excursiones cercanas. La mayoría consiste en las conocidas “fortalezas trogloditas”, famosos termiteros labrados como viviendas aisladas o pueblos principalmente habitados y labrados por ascetas cristianos durante los siglos IV, aunque con más asiduidad durante los siglos VIII y XIV. Uçhisar, Ortahisar y Sonhisar son testimonios de estas comunidades. Destaca Göreme, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985. En esta población se conservan óptimamente los frescos de las iglesias; las más visitadas son la Combada y la Oscura. La mejor manera de visitar la zona es contratando un guía o una excursión organizada en Nevsehir, ya que las capillas de la región están dispersas en unos 300 kilómetros cuadrados.
Sin embargo no todo lo que se edificaba era aquello visible: las construcciones bajo tierra servían a los píos de la joven Iglesia a partir del s.VII como refugio para protegerse de las “razzias” -invasiones de las tribus árabes-. Estas ciudades subterráneas llegaron a ser cerca de unas cuarenta. A treinta kilómetros al sur de Nevsehir, Derinkuyu es uno de sus máximos exponentes: cien metros bajo tierra, 1.200 habitáculos y un total de trece niveles. Varios pasillos comunicaban este lugar con Kaimalaki, otra ciudad de características parecidas. Parece imposible imaginar hasta 6.000 personas en su interior, pero así era. Todo estaba planificado: muchas de las infraestructuras pensadas en el exterior se incluían dentro de estas titánicas construcciones (almacenes, talleres, prensadores de uva, etc.).
Otra faceta de Capadocia es aquella fértil y verde: sus valles. Cerca de 30, como Zelve, Parabaglari o Soganli. En ellos no faltan las construcciones excavadas en la piedra y las curiosas "chimeneas de hadas", que podrán admirarse con estupefacción en el valle que recibe el mismo nombre. Luego uno puede reposar y tomar un té en el cafetín que se alberga en la parte inferior de muchas de ellas para así recordar que, efectivamente, no se está soñando.

En el centro de Turquía se halla la región de Capadocia, a 258 km de Ankara, la capital del país, y a 677 km de Estambul. El paisaje de Capadocia es una maravilla geológica, que surgió hace 30 millones de años tras la erupción del volcán Erciyes. El resultado es un territorio áspero, cubierto de pináculos de lava y cerros con oquedades, que el hombre ha ido ocupando a lo largo de los siglos.

A tener en cuenta
Para viajar a Turquía se precisa el pasaporte y un visado turístico que se gestiona en la Embajada turca en Madrid (c/Rafael Calvo, nº 18; Tel. 913 198 064) o en el aeropuerto de llegada al país. La mejor época para visitar Capadocia es la primavera, cuando la temperatura es más suave y la afluencia de visitantes menor. En verano, los meses de julio y agosto son los más calurosos, por lo que conviene tomar precauciones durante las visitas como beber abundante agua y usar protección solar. El huso horario en Turquía es de una hora más que en España. La moneda es la nueva lira turca, aunque el dólar y el euro se aceptan en zonas turísticas. El euro equivale a 1,8 lira turca.

Cómo llegar
Desde Madrid y Barcelona salen vuelos regulares a Turquía. Se puede llegar a Estambul, donde lo más recomendable es seguir el viaje en un vuelo interno hasta Kayseri, el principal aeropuerto de Capadocia. Desde España también se vuela a Ankara, donde se puede continuar a Kayseri en avión o por carretera, alquilando un coche o en autobús de línea. Hay un tren que enlaza Ankara con Kayseri. Información sobre transportes: www.varan.com.tr.

Moverse por la región
El aeropuerto de Kayseri dispone de un servicio de autobús que lo une con el centro de esta ciudad, situada a 90 km. Kayseri es una base excelente para explorar Capadocia y cuenta, además con muchas agencias que organizan excursiones a pie, en todoterreno, e incluso a caballo, en camello o en globo; las salidas incluyen los traslados y entradas a las visitas. Los que prefieran viajar por su cuenta pueden desplazarse por Capadocia con líneas de autobús o en dolmus (minibuses), que unen los destinos más turísticos.

Dónde dormir
En verano es obligado reservar el alojamiento con antelación, mientras en otoño y en invierno hay que tener en cuenta que cierran muchos hoteles. Las ciudades de Kayseri, Nevsehir y Ürgüp agrupan la mayor oferta. En los valles también se puede dormir en cámpings, pensiones y algunos hoteles modestos, pero singulares, instalados en cuevas. La web www.hotelcappadocia.com tiene más información.

Principales visitas:
Nevsehir. La capital provincial es una buena base para conocer Capadocia pues
su oferta hotelera es diversa. Varios autobuses enlazan la ciudad con los enclaves más importantes de la región. Merece la pena visitar su museo arqueológico, así
como el palacio y la mezquita de la época selyúcida.
Göreme. Preside un valle donde se reúnen las iglesias rupestres más singulares de la región. La mayoría fueron labradas en las rocas entre los siglos IX y XIII y están decoradas con frescos. Para entrar en el valle se paga una entrada. La visita a las iglesias se realiza a pie con comodidad.
Üçhisar. Situada una decena de kilómetros al este de Nevsehir. Desde lejos se distingue su cerro perforado por ventanas y pasadizos.
Úrgüp. En los valles que rodean esta ciudad al este de Nevsehir, se pueden ver las formaciones de piedra más llamativas, famosas por tener forma de chimenea. La población tiene un museo sobre su pasado. La excursión de un día al valle de Soganli,
al sur de Ürgüp, permite ver iglesias en muy buen estado.
Zelve. A 10 km de Nevsehir, el pueblo preside otro valle de monasterios rupestres, éstos construidos a distintos niveles y con escaleras en las rocas. Se cobra entrada para la visita. A unos cinco kilómetros en dirección a Ürgüp se hallael valle de las Chimeneas de las Hadas, que reúne conos volcánicos coronados por una piedra lisa y más oscura.
Derinkuyu. Al sur de Göreme, es la ciudad subterránea mejor preparada para acoger visitas. Uno de los túneles lleva a la ciudad de Kaimakli. Su nombre significa pozo profundo, muy descriptivo pues la ciudad está compuesta por ocho niveles o plantas.
Kayseri. A 296 km de Ankara y 786 km de Estambul, vivió una época de esplendor con el imperio Selyúcida (s. XI-XIII). De entonces datan sus principales monumentos. Una opción muy atractiva para llegar a la ciudad es a bordo del tren que parte de la capital turca, Ankara.

La visita de Kayseri
La que fuera capital del imperio selyúcida entre los siglos XI y XIII es hoy la puerta de entrada a Capadocia. La ciudad conserva vestigios de aquella época de esplendor como la Ciudadela, alrededor de la cual hay bazares con puestos alfombras. También destaca el palacio Hunat Atún, donde se puede pasear por una mezquita, un mausoleo, una madraza (escuela coránica) y un hammam; los dos recintos abren a diario de 8.30 h a 17 h y para entrar hay que pagar entrada.
Un valor añadido a Kayseri es su cercanía al volcán Erciyes, situado 26 km al suroeste. En los últimos años, se ha convertido en un escenario natural donde disfrutar de rutas de senderismo de mayo a octubre y de esquí el resto del año; www.kayseri.gov.tr

La visita de Nevsehir
Se halla a 79 km de Kayseri y es el corazón de Capadocia. Ambas están conectadas por buenas carreteras y servicio de autobús. En la ciudad vale la pena visitar el palacio Real, la mezquita y el Museo de Arqueología. Nevsehir posee infraestructura turística que facilita realizar excursiones por las aldeas cercanas. Algunas de éstas destacan por ocupar cuevas perforadas en los cerros, que los antiguos pobladores usaban como habitáculos. Para conocer cómo eran estas aldeas vale la pena visitar poblados como losdeUchisar, Ortahisar y Sonhisar; www.nevsehir.gov.tr.

Visitar las iglesias de Göreme
Desde Nevsehir se puede viajar en autobús hasta Göreme, a 12 km. Junto a la población se halla el conjunto de iglesias rupestres más famosas de Capadocia. Se reúnen en el Museo al Aire Libre de Göreme, un valle que se visita por senderos marcados; el museo abre de 8.30 h hasta las 17 h y en la taquilla de acceso, además de vender la entrada, informan de las posibles rutas que pueden seguirse. La mayoría de templos de Göreme fueron excavados entre los siglos IX y XIII y muchos conservan frescos bizantinos que por si solos justificarían el viaje; sobresalen los que se conservan en las iglesias Oscura y Combada –para visitarlas hay que pagar un suplemento–. El valle de Göreme es Patrimonio de la Humanidad desde 1985; www.unesco.org

La visita de Derinkuyu
En el valle que rodea esta ciudad del sur de Capadocia, situada a 30 km de Göreme (y conectada por autobús), se halla el principal ejemplo de ciudad subterránea de Capadocia. Cuenta con más de mil habitáculos excavados con varios niveles a cien metros bajo tierra. El valle se puede recorrer a diario desde las 8.30 h hasta las 17 h; hay que pagar entrada. En 1964 se descubrió un túnel que unía esta ciudad con la vecina de Kaimakly; tiene ocho niveles de los que se pueden visitar cinco; www.cappadociaonline.com

Visitar el valle de Ürgüp
A 44 km de Göreme está Ürgüp, también conectada por buenas carreteras y líneas de autocares. La población tiene un centro muy animado, con muchas tiendas y bazares. No se debe abandonar Ürgüp sin catar sus afamados vinos blancos, en alguna de sus vinaterías, donde acostumbran a ofrecer visitas por sus bodegas. Las agencias de viaje de Ürgüp organizan excursiones para ver las famosas formaciones de piedras con formas de chimenea y también iglesias excavadas en la roca; destacan las del valle de Soganli,a 40 km, donde hay 150 iglesias. Se recomienda llevar linterna para visitar los interiores.

Visitar los monasterios de Zelve
Otra excursión recomendable desde Nevsehir es al pueblo de Zelve, donde se pueden ver sus famosos monasterios rupestres, excavados en la roca y con varios pisos, a los que se accede por escaleras labradas en los cerros. Está situado a 10 km y también unido por líneas de autobús. El recinto al aire libre en el que se emplazan abre a diario desde las 8.30 h a las 17 h; para visitarlo hay que pagar una entrada.
Otra excursión emblemática desde Zelme, a sólo 5 km de la población, es al conocido como Valle de las Chimeneas de las Hadas, donde se pueden ver los pináculos volcánicos más fotografiados de Capadocia.

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