Cabo Verde

Boavista se extiende a lo largo de una inmensa llanura desértica pero rodeada por aguas cristalinas de color turquesa. El harmattan, una masa de aire cálido y seco es el responsable de todo este cúmulo de arena, que es una extensión del desierto del Sáhara.
Pero los vientos que esculpen un paisaje tan árido, a la vez son un atractivo para los amantes del windsurf y el flysurf. El nombre de Cabo Verde no hace justicia a este territorio y al parecer fueron los navegantes portugueses que bautizaron estas islas con el nombre de la cercana península senegalesa de Cap Vert. La isla de Boavista se ha ganado la fama de cementerio de barcos, debido a su escarpado litoral, que traicionó a cientos de navíos. Una música nos acompañará constantemente en nuestro viaje: es el zouk, un estilo originario de las islas Antillas (mar Caribe) compuesto por instrumentos de percusión africanos con otros electrónicos más actuales. Sal-Rei es la capital de la isla, además del principal centro turístico. El puerto, siempre bullicioso, constituye un lugar idóneo para sumergirnos en esta ciudad. Un buen vaso de grog, el ron típico, nos dará pie a entablar conversación con los pescadores de alguna taberna, aunque la mayoría sólo conocen el criollo, la lengua del archipiélago que nació del encuentro entre la cultura colonial portuguesa y la africana. Un pasado vinculado a la explotación de las salinas en el siglo XVIII, que se convirtió en el principal motor de desarrollo de la isla. Y si deseamos conocer el interior de la isla, nada mejor que alquilar una bicicleta y atravesar por paisajes deshabitados en los que nos embarga la morna, una melodía con la que los nativos cantan al amor, a la saudade (nostalgia) y también a sus problemas cotidianos.

Este archipiélago se sitúa en el océano Atlántico, a 500 km del litoral de Mauritania y Senegal. Lo componen diez islas de origen volcánico. Boavista y Sal forman parte del grupo de Barlovento, en el norte del archipiélago, y Fogo, al de Sotavento. La capital del país es Praia, en la isla de Santiago.

A tener en cuenta
Para entrar en Cabo Verde se requiere el pasaporte y un visado turístico con una vigencia máxima de seis meses. El consulado tramita los diferentes tipos de visado, según el motivo de la estancia.
La moneda del archipiélago es el escudo caboverdiano: 1 euro equivale a 138,419 escudos.
El idioma oficial es el portugués aunque la lengua que se habla es un dialecto criollo.

Medidas sanitarias
En cuestiones de salud, Cabo Verde no es un país de riesgo. Sin embargo, es preferible tener en cuenta unas precauciones mínimas: informarse en un centro de vacunación sobre las vacunas imprescindibles; evitar los alimentos crudos y consumir agua embotellada; protegerse contra las picaduras de insectos –hay riesgo de malaria–; si se sigue algún tratamiento, llevar los fármacos desde España. Las gorras y la crema protectora para el sol son indispensables.

Cuándo ir
La época más agradable para viajar al archipiélago de Cabo Verde es de mayo a noviembre, cuando la temperatura diurna se mantiene en torno a los 30º C. Entre los meses de noviembre y julio, la temperatura media desciende hasta los 20-25 º C.

Cómo llegar
En avión, vía Lisboa, hasta el aeropuerto de Espargos, en la isla de Sal, uno de los puntos de entrada internacionales a Cabo Verde. El vuelo desde la capital portuguesa dura unas tres horas y media. Algunas compañías africanas también enlazan con Sal. Si se entra al país por otra isla, se puede coger uno de los vuelos locales del archipiélago. Más información sobre vuelos: www.flytap.com y www.tacv.cv.

Cómomoverse
Sal y Boavista están conectadas por líneas regulares de avión y barco. Para visitar la isla de Fogo es inevitable hacer escala en la capital caboverdiana (Praia, en la isla de Santiago), tanto si se viaja en barco como en avión.
Diversas conexiones aéreas y marítimas enlazan el resto de islas –hay que comprobar los horarios de salida y llegada, pues cambian cada temporada–.
Para recorrer las islas existen varias opciones: taxi, coche y bicicleta de alquiler o aluguer, como se llama al transporte público en las islas, tanto si son autobuses de línea como vehículos privados que aceptan pasajeros. El coche y las bicicletas se alquilan en las poblaciones más importantes.

Dónde dormir
En la isla de Sal, Santa María concentra la oferta hotelera más diversa. En Boavista, la ciudad de Sal-Rei cuenta con buenos hoteles en el centro histórico y en la costa. Otra idea es alojarse en casas privadas, un sistema asequible (www.bela-vista.net).

Visitas imprescindibles
Sal-Rei. Principal población de Boavista. La plaza, el puerto, el paseo marítimo y la playa son los puntos donde se observa la vida de Sal-Rei.
Playa de Atalanta. Situada en la Costa de Boa Esperança, al noroeste de Boavista, es un lugar tranquilo. Cerca de la playa se ven los restos de un viejo barco embarrancado.
El Norte. Es la zona rural de Boavista. Por las fiestas de San Juan (junio) se celebran procesiones y se baila la colá, una danza a ritmo de tambor. Un recorrido circular desde Sal-Rei permite conocer el paisaje rojizo y las pequeñas aldeas del interior de la isla.
Santa María. Este pueblo es el centro turístico de Sal. En sus animados locales se baila zouk y se escuchan tocatinhas de música tradicional isleña. Durante la segunda quincena de septiembre se celebra un famoso festival de música en la playa de Santa María.
Buracona. Un paraje natural de la isla deSal, con piscinas naturales y grutas rodeadas de rocas volcánicas, moldeadas por la acción del agua y del viento. Al norte de Espargos.
Pedra Lume. Situadas dentro de un cráter extinto, en esta población se hallan las mayores salinas de la isla de Sal. Vale la pena bañarse para comprobar cómo los cuerpos flotan más de lo normal.
Isla de Fogo. Esta isla-volcán del sur de Cabo Verde merece una escapada desde Boavista o Sal. Hay una ruta en coche que circunvala el volcán Fogo y otra que lo asciende a pie.

Isla de Sal
El taxi y el aluguer comunican el aeropuerto con Espargos, capital administrativa de la isla. Allí se pueden alquilar vehículos y contratar excursiones en las agencias de viajes de la calle 5 de Julho. Unos 18 km al sur de Espargos, Santa Maria es el destino mejor dotado en infraestructuras. En sus playas se alquilan equipos de windsurf y submarinismo, y también se hacen cursillos. Además, cuenta con una zona de ocio nocturno. Al este de Espargos (6 km) se halla Pedra Lume, un antiguo centro salinero; es posible bañarse en la salina de un cráter. En la costa oeste conviene visitar Palmeira, un pueblo de pescadores. A 3 km de aquí se encuentra Buracona, una zona con piscinas naturales.

Isla de Boavista
Del aeropuerto de Rabil a la ciudad principal, Sal-Rei, se puede ir en aluguer. Otra opción para llegar a Boavista desde la isla de Sal es a bordo del barco que enlaza Palmeira y Sal-Rei. En la costa este está Praia Chave, una de las mejores zonas naturales de Boavista; es recomendable visitar el lugar al atardecer, por los colores que adoptan las dunas blancas.
El interés de Sal-Rei se centra en las playas, en los edificios coloniales del centro y en las ruinas de la torre de defensa del ilhéu de Sal-Rei –se llega en barca desde el puerto–. De Sal-Rei sale un autobús que realiza una ruta circular de un día por la isla. Al sur, en la Praia de Santa Mónica,desovan las tortugas marinas. En dirección norte se llega hasta la Costa de Boa Esperança. Si se desea visitar «el Norte», el interior de la isla, lo mejor es subir a alguno de los aluguer que cada mañana parten de la plaza Central de Sal-Rei.

Isla de Fogo
El aeropuerto y puerto de esta pequeña isla del sur se hallan en São Filipe. Una carretera circular con bonitas vistas recorre el perímetro de la isla. El principal atractivo es subir el volcán Fogo (2.389 m). Otra visita de interés son los cafetales de Mosteiros.

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