La ciudad de Berlín, capital de Alemania desde la reunificación del año 1989,
se ubica en el nordeste del país. En ella viven cuatro millones de habitantes, de los ochenta que tiene Alemania.
Cómo llegar
Si se viaja a Berlín en avión, los vuelos internacionales llegan al aeropuerto de Telgel, muy bien conectado con la ciudad con autobuses y trenes. Para viajar a Alemania basta el documento nacional de identidad. El euro es la moneda oficial.
Facilidades turísticas
Las oficinas de turismo de Berlín (la Central se halla en la puerta de Bradeburgo) venden la tarjeta Welcome Card, que ofrece descuentos de hasta el 50% en un centenar de visitas turísticas, así como gratuidad en transporte público, incluida la excursión a Postdam, a 25 km de la ciudad; las hay para dos días o para tres. Las oficinas de turismo también venden la Guía de Berlín –en castellano–, con información útil para los visitantes. La variada oferta nocturna de Berlín abarca desde ópera a espectáculos de cabaret. Unas horas antes del espectáculo pueden conseguirse entradas a precios más económicos; www.berlin-tourist-information.de
Moverse por la ciudad
Moverse en transporte público es conveniente por las grandes distancias. El Tageskarte es un abono que ofrece precios con descuento y facilita el uso de tranvías, autobuses y metro de superficie (S-Bahn) o subterráneo (U-Bahn). Los billetes se compran en andenes y estaciones. Es recomendable realizar un paseo en barco por el río Spree y sus canales, en especial por el barrio Mitte, donde se admiran edificios históricos como los de la Isla de los Museos o el palacio Real; www.berlinerwassertaxi.de
Principales visitas
Puerta de Brandeburgo. Inaugurada en 1781 por el káiser Federico Guillermo II, está inspirada en la acrópolis ateniense.
Reichstag. Arrasado por un incendio en el III Reich, recuperó su esplendor en 1999, con una restauración de Norman Foster que le añadió la cúpula de cristal.
Palacio de Charlottenburg. Este edificio barroco es el único ejemplo de palacio prusiano en el centro de Berlín.Sus jardines merecen una visita.
Catedral. De estilo neorrenacentista, su cúpula de 313 metros es espectacular.
Tiergarten.Este antiguo bosque de caza es hoy un parque que combina cultura con monumentos y es a la vez el lugar favorito de los berlineses para el ocio al aire libre.
Potsdamer platz. La plaza, orgullo arquitectónico del nuevo Berlín, es interesante por sus rascacielos –de Renzo Piano, Isozaki...– y por la variada oferta cultural y comercial.
Monumento al holocausto. Impresionante laberinto de columnas de hormigón en el centro de la ciudad.
Isla de los museos. Alberga un conjunto de museos único en el mundo.
La isla de los museos
Berlín reúne en sus 175 museos tesoros de todas las civilizaciones. Sobresalen los que se agrupan en la Isla de los Museos, situada en el barrio Mitte y declarada Patrimonio de la Humanidad. Este espacio está formado por cinco museos, ubicados en clásicos edificios del siglo XIX. Aunque algunos museos están en restauración, en la actualidad se pueden visitar el Altes Museum (dedicado al arte griego, romano y egipcio), la Alte Nationalgalerie (con pinturas del siglo xix) y el Museo Pergamon (en el que se puede admirar el famoso altar de Pérgamo, que data del año
180 a.C). Fuera de la Isla de los Museos también vale la pena visitar el Museo Islámico, el Museo del Muro, el Museo de los Judíos y la Pinacoteca (con arte europeo desde el siglo XIII y hasta el XIX). El Museums Pass, de venta en museos y oficinas de turismo, permite entrar gratis durante tres días a más de 50.
Mercados navideños
Berlín, icono de la vanguardia arquitectónica en Europa, cambia la fisonomía de sus edificios entre los meses de diciembre y enero, cuando en la ciudad se celebra el WinterZauber, un festival de invierno en el que las principales calles y fachadas de sus edificios se cubren de adornos navideños y luces. También se instalan por toda la ciudad hasta 44 mercados de Navidad, como los de Spandau y la Postdamplatz; www.winterzauber-berlin.de
Postdam y sus palacios
Una excursión habitual desde Berlín es a Postdam, apodada la «perla de Brandeburgo» y situada 25 km al suroeste. Esta ciudad vivió su esplendor entre los siglos XVII y XIX, cuando los príncipes de la dinastía de los Hohenzollern la escogieron para construir sus suntuosas residencias estivales. En Postdam destaca el palacio rococó de Sanssouci, construido sobre viñedos en el siglo xviii; también el palacio Nuevo, el más imponente, con un espléndido parque; la Orangerie, un edificio renacentista del siglo XIX; y el Cecilienhof, un castillo estilo Tudor, alzado junto al lago Jungfern. Todo el conjunto es Patrimonio de la Humanidad.
Cómo llegar
Si se viaja a Berlín en avión, los vuelos internacionales llegan al aeropuerto de Telgel, muy bien conectado con la ciudad con autobuses y trenes. Para viajar a Alemania basta el documento nacional de identidad. El euro es la moneda oficial.
Facilidades turísticas
Las oficinas de turismo de Berlín (la Central se halla en la puerta de Bradeburgo) venden la tarjeta Welcome Card, que ofrece descuentos de hasta el 50% en un centenar de visitas turísticas, así como gratuidad en transporte público, incluida la excursión a Postdam, a 25 km de la ciudad; las hay para dos días o para tres. Las oficinas de turismo también venden la Guía de Berlín –en castellano–, con información útil para los visitantes. La variada oferta nocturna de Berlín abarca desde ópera a espectáculos de cabaret. Unas horas antes del espectáculo pueden conseguirse entradas a precios más económicos; www.berlin-tourist-information.de
Moverse por la ciudad
Moverse en transporte público es conveniente por las grandes distancias. El Tageskarte es un abono que ofrece precios con descuento y facilita el uso de tranvías, autobuses y metro de superficie (S-Bahn) o subterráneo (U-Bahn). Los billetes se compran en andenes y estaciones. Es recomendable realizar un paseo en barco por el río Spree y sus canales, en especial por el barrio Mitte, donde se admiran edificios históricos como los de la Isla de los Museos o el palacio Real; www.berlinerwassertaxi.de
Principales visitas
Puerta de Brandeburgo. Inaugurada en 1781 por el káiser Federico Guillermo II, está inspirada en la acrópolis ateniense.
Reichstag. Arrasado por un incendio en el III Reich, recuperó su esplendor en 1999, con una restauración de Norman Foster que le añadió la cúpula de cristal.
Palacio de Charlottenburg. Este edificio barroco es el único ejemplo de palacio prusiano en el centro de Berlín.Sus jardines merecen una visita.
Catedral. De estilo neorrenacentista, su cúpula de 313 metros es espectacular.
Tiergarten.Este antiguo bosque de caza es hoy un parque que combina cultura con monumentos y es a la vez el lugar favorito de los berlineses para el ocio al aire libre.
Potsdamer platz. La plaza, orgullo arquitectónico del nuevo Berlín, es interesante por sus rascacielos –de Renzo Piano, Isozaki...– y por la variada oferta cultural y comercial.
Monumento al holocausto. Impresionante laberinto de columnas de hormigón en el centro de la ciudad.
Isla de los museos. Alberga un conjunto de museos único en el mundo.
La isla de los museos
Berlín reúne en sus 175 museos tesoros de todas las civilizaciones. Sobresalen los que se agrupan en la Isla de los Museos, situada en el barrio Mitte y declarada Patrimonio de la Humanidad. Este espacio está formado por cinco museos, ubicados en clásicos edificios del siglo XIX. Aunque algunos museos están en restauración, en la actualidad se pueden visitar el Altes Museum (dedicado al arte griego, romano y egipcio), la Alte Nationalgalerie (con pinturas del siglo xix) y el Museo Pergamon (en el que se puede admirar el famoso altar de Pérgamo, que data del año
180 a.C). Fuera de la Isla de los Museos también vale la pena visitar el Museo Islámico, el Museo del Muro, el Museo de los Judíos y la Pinacoteca (con arte europeo desde el siglo XIII y hasta el XIX). El Museums Pass, de venta en museos y oficinas de turismo, permite entrar gratis durante tres días a más de 50.
Mercados navideños
Berlín, icono de la vanguardia arquitectónica en Europa, cambia la fisonomía de sus edificios entre los meses de diciembre y enero, cuando en la ciudad se celebra el WinterZauber, un festival de invierno en el que las principales calles y fachadas de sus edificios se cubren de adornos navideños y luces. También se instalan por toda la ciudad hasta 44 mercados de Navidad, como los de Spandau y la Postdamplatz; www.winterzauber-berlin.de
Postdam y sus palacios
Una excursión habitual desde Berlín es a Postdam, apodada la «perla de Brandeburgo» y situada 25 km al suroeste. Esta ciudad vivió su esplendor entre los siglos XVII y XIX, cuando los príncipes de la dinastía de los Hohenzollern la escogieron para construir sus suntuosas residencias estivales. En Postdam destaca el palacio rococó de Sanssouci, construido sobre viñedos en el siglo xviii; también el palacio Nuevo, el más imponente, con un espléndido parque; la Orangerie, un edificio renacentista del siglo XIX; y el Cecilienhof, un castillo estilo Tudor, alzado junto al lago Jungfern. Todo el conjunto es Patrimonio de la Humanidad.
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