Alpes suizos


En el corazón de los Alpes Suizos se encuentra uno de centros turísticos con una mayor tradición en Europa. Interlaken, como su nombre indica, es un pueblo situado entre dos lagos, el Thun y el Brienz, tranquilo y agradable, en el que el viajero puede disfrutar de paseos en trineo u organizar travesías por los alrededores. Pero el mayor atractivo de Interlaken procede del paisaje majestuoso que lo rodea, con las cumbres de la sierra de Jungfrau, de más de 4.000 metros de altura. Sus nombres son evocadores: el homónimo Jungfrau (doncella), Mönch (monje) y Eiger (ogro). Para ascender al primero de los tres el turista dispone de un tren cremallera. En su curso se presentan diversas estaciones desde las que se alcanzan vistas extraordinarias sobre la comarca, entre ellas la del glaciar Aletsch, el mayor de los Alpes. Una experiencia inolvidable para los amantes de la montaña que fascina a todos los europeos desde la llegada de los primeros visitantes, a principios del siglo XIX.

ALPES SUIZOS DATOS
En el cantón suizo del Oberland Bernés se halla el macizo de la Jungfrau, 56 km al sur de Berna, la capital del país. Sus paisajes están presididos por tres picos emblemáticos: el Eiger (3.970 m), el Mönch (4.099 m) y el Jungfrau (4.158 m), que da su nombre a esta zona de altas montañas, valles escarpados y estaciones de esquí inabarcables.

A tener en cuenta
Se puede viajar a Suiza sólo con el carnet de identidad o con el pasaporte. La moneda es el franco suizo; 1 euro equivale a 1,55 francos suizos. El euro se acepta en la mayoría de ciudades y en los enclaves turísticos.

Cómo llegar
La principal ciudad de acceso a la región es Interlaken. Desde nuestro país, la vía más rápida es llegar en coche particular, o viajar en avión o tren hasta la ciudad de Zurich, 128 km al norte de Interlaken. Se puede alquilar un coche en el mismo aeropuerto. Asimismo, desde la Estación Central de Zurich salen varios trenes al día hacia Interlaken. Información sobre la línea internacional de Renfe en: www.elipsos.com. Sobre los trenes suizos: www.sbb.ch.

Abonos de transporte
Las oficinas de turismo y las agencias de viaje de Suiza ofrecen diversas modalidades de abonos para los transportes públicos suizos. Para visitar la región natural de la Junfgrau resulta útil el Swiss Pass, que ofrece uso ilimitado en el transporte –combinando tren, autobús y barco–, durante 4, 8, 15, 22 o 30 días. Incluye trenes panorámicos, teleféricos y el transporte urbano de algunas ciudades como Interlaken. Más información: www.rail.ch/sts

Principales visitas
Interlaken. Ciudad base para el recorrido por el macizo de la Jungfrau. Dispone de una amplia oferta cultural.
Grindewald. Este pueblo tradicional es un animado centro turístico, tanto en invierno como en verano.
Bachalpsee. Excursión desde Grindewald a uno de los muchos lagos diseminados por las laderas de la Jungfrau.
Wengen. Pequeña población libre de coches, situada al pie de una gran estación de esquí.
Kleine Sheidegg. En esta estación confluyen los trenes procedentes de Wengen y Grindewald, y se inicia el ascenso hacia Jungfraujoch.
Jungfraubahn. Este tren cremallera discurre por túneles a lo largo de siete kilómetros y tiene dos estaciones en el interior de la montaña.
Jungfraujoch. En el collado entre la Jungfrau y el Eiger, a 3.500 metros, se halla el centro turístico con la estación de tren más elevada de Europa.
Teleférico del Männlichen. Asciende a la montaña homónima. Su trayecto, de 6,2 kilómetros, es el más extenso de Europa.

La visita de Interlaken
Además de ser la base para los alpinistas y senderistas que quieren subir a la montaña de la Jungfrau, Interlaken propone una visita agradable. La ciudad se emplaza entre dos lagos, el Thun y el Brienz, ambos con una amplia oferta de ocio. En la avenida Höheweg, se levantan edificios señoriales del siglo XIX como el Casino-Kursaal; en un extremo, se alza el castillo barroco y los vestigios de un convento medieval. En la plaza Central hay casas de madera del siglo XVII, como la que aloja el Museo de la Jungfrau, con la historia de la región. www.interlakentourism.ch.

Pueblos alpinos
En las laderas de la Jungfrau se diseminan tradicionales pueblos, algunos sólo accesibles en tren o funicular desde Interlaken o Grindelwald (www.grindelwald.ch), una localidad sin tráfico rodado, famosa por su buena infraestructura turística. Otras visitas recomendables son los enclaves de Wengen (www. wengen.com) y Lauterbrunnen (www.lauterbrunnen.ch), donde un teleférico sube hasta la aldea de Mürren (www.murren.ch), también cerrada al tráfico. Merece la pena la excursión al monte Männlichen, cogiendo el teleférico que sube desde Grindelwald o el de Wengen. A pesar de supequeño tamaño, todos estos pueblos disponen de una amplia oferta turística, tanto en invierno como en verano, con pistas forestales habilitadas para practicar el senderismo. Más información en: www.jungfrauwinter.ch.

El tren a la Jungfrau
La subida en tren de vía estrecha desde Interlaken a la estación del Jungfraujoch –la de mayor altitud de Europa, a 3.454 m–, es una de las excursiones obligadas en la zona. El tren discurre entre frondosos paisajes antes de encaramarse por prados alpinos y finalizar en el collado que une los picos Jungfrau y Eiger, frente al glaciar Aletsch. La mejor opción es realizar un recorrido circular desde la ciudad de Interlaken: subir por Grindelwald y descender por Lauterbrunnen y Wengen. Las dos vías férreas se unifican en la estación de Kleine Scheidegg, a 2.061 m. de altitud. Desde este apeadero se remata la subida a la Jungfraujoch, a través de un túnel de 7 km, excavado en las entrañas del macizo entre los años 1898 y 1912. Cuando los vagones salen del túnel topan de frente con la cumbre de la Jungfrau y con el glaciar Aletsch. La Unesco declaró estos parajes Patrimonio Natural de la Humanidad.

Consejos útiles para la ascensión
Para visitar en tren el macizo de la Jungfrau vale la pena adquirir el billete circular Interlaken-Jungfrau-Interlaken, que ofrece un precio rebajado y permite realizar las paradas deseadas. La excursión exige un jornada completa, ya que, sin contar las paradas, el trayecto dura unas siete horas. Para evitar las aglomeraciones, lo mejor es presentarse temprano en la estación de Interlaken. Además, si se viaja en el primer tren del día hay descuentos especiales. Conviene coger el tren sólo si las previsiones meteorológicas son favorables, pues si llueve o hay niebla no se puede admirar el paisaje. Es recomendable equiparse con ropa de abrigo para la cima, donde siempre el frío es intenso. Vale la pena visitar el restaurante-mirador Gletsch, conocido como Top of Europe, y la terraza panorámica Sphinx, a 3.571 metros, a la que se sube en un ascensor; ambos disfrutan de vistas magníficas.

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